Reseña Por qué la democracia necesita de las humanidades

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RESEÑADO POR: Ingry Yulieth Quitian Ruiz                                                            ASIGNATURA: Catedra Agustiniana

Este libro proyecta el gran valor que tienen las humanidades para el hombre; nos cuenta que la historia ha llegado a tal punto que el individuo íntegro le está cediendo todo  el espacio al individuo comercial, limitado en un solo fin. Martha lo define  como una “crisis silenciosa” ya que a la sociedad solo le importa aumentar capital y deja de lado aspectos que también son significativos, como estudiar arte y literatura donde las personas adquieren sentido común imaginando la situación de los demás, esta capacidad es imprescindible para una sólida y prospera democracia que supone el cultivo de nuestros “ojos interiores”. Nussbaum se centraliza en esta problemática haciendo uso de sus profundos conocimientos  filosóficos y teóricos de la educación, afirma que el juego funciona educativamente  porque permite una relación sin control absoluto. Señala que el déficit de comprensión puede combinarse con la dinámica perniciosa de la timidez y la repugnancia; la sociedad intenta controlar al ciudadano limitándolo  en lugar de darle interdependencia. Dejar de lado lo humanístico es una amenaza latente para la propia calidad de vida y la salud de la democracia.

Bronson Alcott precisa a la educación como un proceso por el cual el pensamiento se desprende del alma pero esta se vuelve a asociar para así cobrar conciencia de la realidad. Es aquí donde está la crisis en materia de educación mundial  que limita la democracia, al individuo y su capacidad de pensar por sí mismo generando puramente maquinas utilitarias, desplazando  el aspecto humanístico es decir la imaginación por la rentabilidad a corto plazo que sería más práctica para generar ganancia. En una serie de ejemplos de distintos países y sus niveles educativos que Martha toma;  registra  el cómo solo se piensa en obtener algo  lucrativo y se deja de lado el alma, es decir las facultes del pensamiento y la imaginación quedando en total fracaso la democracia. Numerosos dirigentes están netamente convencidos que la ciencia y la tecnología son los únicos factores fundamentales para el progreso y  garantizan el futuro; pero lo preocupante es que otras capacidades igualmente importantes aunque no se les reconozca así; pueden resultar perdiéndose y el pensamiento crítico en los ciudadanos del mundo también.  Nussbaum ahora bien, bosqueja las diferencias entre la educación para la renta y la educación para una economía más integradora  enfocándose en el valor gigante de la segunda y la relación que tiene con la misma ciencia, siendo significativo  el aspecto de que en el hogar, la familia también debe nutrir estos aspectos en sus integrantes, aunque es en la universidad donde se dan los cambios más perniciosos, a medida que las presiones económicas tomas fuerza en el modelo educativo. La educación nos prepara también para el trabajo y sobre todo para darle sentido a nuestra vida, pero las democracias modernas y la diferencia entre unos y otros  por religión, raza, clase social, sexualidad,  varia, y sin embargo la democracia suscita a un mayor conceso; ninguna democracia puede ser estable si no cuenta con el apoyo de ciudadanos educados para este fin. Las democracias modernas requieren de una economía sólida y sector empresarial próspero y este  según Martha se nutre del arte porque fomenta la creatividad innovadora y una buena administración. La prosperidad económica requiere las mismas aptitudes necesarias para ser un buen ciudadano. Para Nussbaum lo que implícitamente propone la “educación para la renta” es una sociedad antidemocrática, que, al negarle a sus ciudadanos las herramientas para comprender y cuestionar el mundo en el que viven, y  promover un nacionalismo ciego, impide que  comprendan la diversidad y la complejidad del mundo y que actúen de un modo responsable.

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