Resumen de Idea De La Politica
Enviado por kathrin correia • 9 de Mayo de 2019 • Resumen • 1.939 Palabras (8 Páginas) • 150 Visitas
IDEA DE LA POLÍTICA
Manuel García-Pelayo, 1968
Se han manifestado desde los comienzos del pensamiento político dos imágenes antagónicas respecto a la naturaleza de la política. Una imagen se centra en torno a la tensión y a la lucha, de modo que la política tiende a estar presidida por el momento polémico. La otra, en cambio, se ha centrado en torno al orden o la paz, con la consiguiente acentuación del momento estático.
Cada una de ellas se corresponde, con dos intuiciones radicalmente distintas del mundo. La idea de la política como lucha, significa la transferencia al campo político de la intuición del mundo como algo dominado por constantes antagonismos. La idea Heraclitiana era una de ellas, donde la guerra era la madre de todas las cosas, que daba origen a la discordia alcanzando un equilibrio tenso al oponerse. En cambio, la idea de la política como orden o paz significa la transferencia al campo político de la intuición del mundo como algo dotado de orden permanente y, por tanto, no creado por la lucha ni impuesto por la voluntad, sino revelado por la razón.
En el punto cuando el autor habla de política se presentan los conceptos de poder, lucha y voluntad, debido a que muchas doctrinas giraban en torno a ellos. A lo largo de la historia se fueron desarrollando varias teorías a la que debemos integrar seis momentos (paz-lucha; justicia-poder; razón y voluntad) de modo que la diferencia está en la acentuación o en el orden jerárquico en que se encuentran los dos juegos de momentos dentro de un sistema. Tengamos en cuenta que grandes pensadores y políticos de la historia se debatían sobre un régimen de paz y justicia, y otro donde se separa la ética y el orden social imponiendo leyes, con independencia de que estas se adecuen o no a la justicia.
Las tesis de San Agustín, Santo Tomas y Dante estuvieron también orientadas por el intento de encontrar un orden firme ante las turbulencias del tiempo. Cada una adaptadas a su época pero basadas en la convivencia e inspiración de la época futura y una implicación que constituye a la ideología de la edad media.
Entra las concepciones centradas en el poder y la lucha tenemos a: Max Weber, quien definía la política como la participación y distribución del poder entre los estados o en el estado. Carl Schmitt, quien habla en su tesis que lo que da sentido al hombre de ser político es el antagonismo y como se necesita agrupar a los hombres entre amigos y enemigos, para así convertirse en efectivamente político, también refleja que la esencia de la unidad política consiste en suprimir el antagonismo extremo dentro de una sociedad dada para así crear una zona pacífica. También el autor refleja al marxismo leninista cuyos pensamientos eran sobre cómo se transforma la historia mediante movimientos bruscos y repentinos, que en términos políticos serían las revoluciones.
También tenemos autores que son representativos en las concepciones centradas en torno al orden, como Hans Barth, quien es su filosofía sobre la política habla sobre la unidad espiritual expresada en lealtad como sentimiento de copertenencia al orden sin una ciega sumisión, a las sanciones jurídicas y sociales para mantener y proteger al hombre y la institución que defienda y aplique las leyes en un sistema jurídico. Dolf Sternberger habla sobre la paz como una categoría política para conservarla y garantizarla, expresó que la guerra solo es un medio político en la medida para garantizar la paz la cual constituye el objeto y fin de la política. M. Hättich mantiene en su tesis que el orden es el concepto central de la política donde se deben de tener en cuenta el poder, la seguridad y la presencia de la sociedad en el orden político para mantener el orden general.
Al momento del autor hablar sobre las consideraciones de la naturaleza de la política, expresa que a lo largo de la historia la naturaleza de la política ha girado alrededor de los conceptos de lucha, poder, y voluntad quienes van de la mano con la paz, razón y justicia de otro, donde son estos valores son las que han de imponer por vía política y a través del orden jurídico uno de los contenidos de la cultura política.
Cuando el autor junta los conceptos de justicia y poder alude a que no es posible actualizar un sistema de valores configurado en un ideal de justicia sin un poder capaz de quebrantar las resistencias que se opongan y que, en última instancia, defina imperativamente lo que es valioso y que tome a su cargo la transformación de una realidad social. De acuerdo con ello, la historia entera de la política es en buena parte el intento de vincular un sistema axiológico al poder político. Lo que da sentido político al poder, lo que lo muda de un mero hecho psicofísico en poder político es, pues, la referencia a los valores y, por consiguiente, estos no son algo adjetivo a la política, sino algo constitutivo de ella. El poder político se basa en última instancia en la disposición de medios violentos, pero sin el desgaste de una fuerza mayor, por esa razón Federico II decía, que la fuerza y la justicia tenían que estar en un mismo sujeto a fin de que la fuerza no estuviera ausente de la justicia ni la justicia de la fuerza.
Al momento del autor unir los conceptos de lucha y paz habla sobre como la lucha puede desarrollarse en distintos planos y frente a distintas resistencias pudiendo ser una lucha por el dominio de la naturaleza, lucha de escasez de bienes, lucha cultural o una lucha social, es importante destacar que la lucha es dividida por el autor entre violentos y no violentos. Una vez aclarado todo esto, procede afirmar que el orden político no puede eliminar enteramente un conflicto. El orden político puede; proclamar a la lucha en todas sus formas desde la violencia a la disputa intelectual y eliminar total o parcial los medios violentos de la lucha, pero, sin un latente antagonismo no hay orden político porque solo se puede vencer o resistir al adversario bajo el supuesto de una paz interna que permita la integración de los propios esfuerzos.
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