Resumen razonado sobre la lectura del siguiente artículo: “No es una crisis es que ya no te quiero” de Eduardo Romanos

Resumen razonado sobre la lectura del siguiente artículo: “No es una crisis es que ya no te quiero” de Eduardo Romanos.

Autores: Geovanny Guzmán y Ana Piedra Martínez.

El artículo de Eduardo Romanos está basado en los hechos acontecidos el 15M del 2011, en donde el autor manifiesta haber recopilado información a través de técnicas cualitativas como: la observación participante, dentro del contexto en el que se desarrolló -las principales acciones de protesta organizadas por el movimiento- y la realización de diez entrevistas a informantes claves del movimiento, las mismas en ocasiones se vieron acompañadas de comunicaciones posteriores mantenidas por correo electrónico. Además se manifiesta que las entrevistas fueron semiestructuradas y realizadas tanto a hombres como mujeres en un mismo porcentaje, es decir en un porcentaje igualitario de 50/50.

El movimiento que es analizado por el autor se les conoce a nivel internacional como: “los indignados”, pero los activistas prefieren llamarse “movimiento 15M” en donde la indignación hacia los banqueros y políticos es la emoción central, pero el autor busca demostrar en su artículo que las emociones asociadas a manifestaciones de humor también lo son.

El autor pone énfasis en la manera como se desarrolló la creatividad humorística de los diferentes activistas que fueron parte del movimiento. El humor se convierte en una dimensión expresiva e instrumental de las masas, mismas que en momentos de tensión son capaces de ironizar y desprender una sonrisa en medio del dolor y la rabia. Además el texto hace que nos traslademos en algunos momentos hacia los performances de los individuos, el tipo de textos que utilizaron para generar y atraer las miradas de los medios de comunicación  y del resto de la sociedad española a través de frases y epítetos utilizados en las redes sociales, que dan el realce a la protesta emprendida en ese entonces.

Una de las primeras formas de ironía que utilizaron los activistas fue dar  espacios a las personas comunes y corrientes -pero que de una u otra manera se veían representados por el movimiento- a que se manifiesten  a través de la realización de carteles individuales y pancartas colectivas para que con su puño y letra los participantes escriban frases de sus sentires, de su indignación centrada en el potencial subversivo del humor político y así dar paso a una ruptura de los esquemas tradicionales de la protesta. Esto les permitió afirmar los lazos y objetivos de quienes se veían representados en esos carteles, con toques de humor y creatividad.

La ironía utilizada para recrear la realidad de una manera crítica, hace que se pueda entender mejor los motivos por los que el movimiento estuvo durante largas jornadas sin desmayar, pues el sarcasmo hizo que en momentos de tensión, ya sea por la incursión de las fuerzas policiales o las disputas internas propias de un movimiento, se convirtiera en una herramienta de cohesión en momentos de tensión. Esto se fue potenciando a lo largo de toda la protesta e hizo que los participantes se identifiquen con el resto de sus compañeros e incluso se rían de sí mismos, atraigan las miradas de espectadores externos (quienes se veían identificados en esas actuaciones) y no caer en la rutina que  en muchos de los casos es la causa para que se apaguen las llamas de la efervescencia.  

...