SE PODRÍA MEJORAR LA SALUD EN COLOMBIA?

Si bien es cierto, la salud constituye un derecho fundamental para los Colombianos, es decir se tiene la posibilidad de acceder a servicios de manera oportuna, eficaz y con calidad; pero en la práctica, no se cumple con este derecho, debido a la corrupción que se presenta cada día por quienes la administran, desvían los dineros, afectando a los usuarios, esto genera malestar a la población, por la defectuosa prestación del servicio, cada vez más alarmante de reclamaciones y demandas contra los aseguradores de este servicio, a entidades del Estado; se ve la cantidad de trámites que exigen cada uno de los centros asistenciales, la demora en citas y autorizaciones de procedimientos especializados, se suma la falta de equipos, materiales de uso hospitalario, programas de promoción, prevención y personal, todos estos factores han hecho que la salud colapse.

Es importante tener en cuenta lo siguiente.

“La infiltración metastásica de la politiquería y la corrupción en los cimientos mismos del modelo, y el desangramiento financiero por vías conocidas a nivel local, regional y nacional: Por ejemplo la contratación del Plan de Atención Básica en salud, los requerimientos de costosos reaseguros, la desregulación de precios y el suministro de medicamentos, la intermediación, la cápita sin metas, los monopolios de proveedores” (Muñoz Paredes, 2009)

Por otro lado, el paseo de la muerte casos comunes en Colombia, verídicamente es una forma de matar a las personas que cobra más vidas que la violencia que se vive a diario, pero las autoridades no hacen nada al respecto, y las personas que trabajan en este gremio son indolentes, que parece que estuvieran tratando con objetos más no con seres humanos, es degradante observar camillas en los pasillos de los hospitales, pacientes en el piso, y que decir las enormes colas para ingresar a estos centros.

El señor Díaz González, critica al señor Presidente Juan Manuel Santos, aludiendo lo siguiente:

“Que sigue promoviendo reformas que se traducen e n paliativos para prolongar la agonía de un sistema inoperante frente al deber de garantizarles protección universal a todas las personas. En esa barajas de reformas y adendas fracasadas, figuran la reforma ordinaria de la salud y el proyecto de ley estatutaria en salud 186/10 del Senado, para asignarle más recursos a las EPS, y las propuestas de restricción a la tutela que subordinan el acceso general al derecho a la salud, a la disponibilidad de los recursos finitos del sistema. Esta nueva relación de sometimiento a la viabilidad fiscal explica que en aras de la sostenibilidad financiera se disminuyen los beneficios de los usuarios del sistema de seguridad social en salud”.

Con la implementación de la acción de tutela, gracias a la Constitución de 1991, muchas personas han utilizado este mecanismo como protección del derecho a la salud, más cuando se ha pasado por todos los problemas que se describieron anteriormente. Se ha vuelto efectivo este mecanismo y es un paso obligatorio para conseguir el cabal cumplimiento del servicio de salud de los colombianos. No obstantes los diferentes sistemas de salud particulares, se han escudado con el FOSYGA , que es una entidad de salud del Estado, para que cumpla con las tutelas, ha sido tal el descaro, que

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