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SOCIALISMO

CynthiaMelanie21 de Enero de 2014

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Introducción

El concepto de socialismo es definido como un sistema de organización económico y social, cuya base es que los medios de producción sean parte del patrimonio colectivo y sea el mismo pueblo quien los administre. Algunos de los objetivos principales de un orden socialista son la justa repartición de los bienes y una organización racional de la economía. Para ello plantea la eliminación de la propiedad privada y la extinción de las clases sociales.

El socialismo es un término que se ha utilizado mucho a lo largo del siglo XX e incluso en la actualidad. Sin embargo es un término que ya había sido utilizado por el mismo Platón y fue retomado a mediados del siglo XIX, nuevamente. En este caso la palabra socialismo era utilizada para contrarrestar el término individualismo. Sin embargo su definición ha mutado enormemente con el paso del tiempo. A partir de la revolución industrial este concepto tomó una gran importancia gracias a pensadores de la época como Marx y Engels.

Según la teoría de Karl Marx el comunismo resulta una etapa superadora del régimen capitalista. Marx a través del estudio de la historia afirma que las sociedades se encuentran en constante lucha entre clases, donde siempre se alcanza una etapa nueva, por ejemplo de un régimen feudal se alcanza uno capitalista y luego se debería alcanzar un orden socialista. Como método de estudio para alcanzar dicho resultado utiliza la dialéctica, es decir que propone una tesis, una antítesis y una resolución en un tercer plano llamada síntesis

Marx define al capitalismo como un régimen donde el hombre es explotado por el hombre. Determina que en el mismo hay dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado, es decir aquellos que poseen los medios de producción y los trabajadores respectivamente. Además afirma que existen contradicciones mismas dentro del capitalismo que llevarán a su auto destrucción del sistema.

Por otro lado Marx afirma que el estado es una herramienta que utiliza la clase burguesa para poder dominar al proletariado. Por ello la clase oprimida debe tomar el control del estado, etapa a la cual Karl llama “la dictadura del proletariado”, y hacer uso del mismo para eliminar las clases sociales. De este modo el ente estatal perdería su finalidad, dominar a una clase, extinguiéndose de manera prácticamente natural. Una vez extinguido el estado, según la teoría, debe implantarse una organización planificado en los planos económicos, sociales y políticos, con el fin de obtener el bien común.

Algunos de los países que han inspirado sus políticas en la teoría marxista, son Cuba, con Fidel Castro y Ernesto “el che” Guevara, la Unión Soviética de Lenin Stalin y Trotsky, la República Popular de China con Mao Tse-Tung, entre muchos otros ejemplos que podrían ser mencionados.

Existen a su vez dos grandes corrientes que encuentran su origen en la misma teoría, por un lado el socialdemócrata, también conocidos como reformistas, que pretenden acceder al orden socialista mediante elecciones democráticas y cambios progresivos en el sistema, no a partir de una revolución, como sería el caso de Allende en Chile. En las antípodas es posible mencionar al anarquismo, definido como el movimiento social que pretende eliminar no solo al estado, si no a cualquier forma de poder, autoridad o control de la sociedad. A lo largo de la historia reciente existe un gran número de movimientos y agrupaciones que han adherido a dicha doctrina.

Los orígenes del socialismo peruano: el "mariateguismo"

Mariátegui lleva el sello de la historia. Para juzgar su obra es preciso tener en cuenta el momento y el contexto histórico social en que vivió y actuó. El mundo salía de la Gran Guerra de 1914, y el impacto de la Revolución rusa de 1917 fue realmente enorme en todo el mundo. Sin embargo, la teoría marxista, el socialismo científico y especialmente la obra teórica de Lenin eran poco conocidos. Más divulgación en nuestro país tuvieron las teorías y tesis anarquistas. Y Mariátegui, antes de su viaje a Europa se vinculó al anarco sindicalismo, conociendo de cerca a Lévano y Fonken. No puede negarse la influencia de Gonzales Prada en Mariátegui, Don Manuel regresó de Francia fuertemente influenciado por Renán y Proudhon. Fue él quien inicio la defensa de nuestros indígenas explotados y discriminados por el gamonalismo de ese entonces.

No estamos de acuerdo con quienes, en afán de presentarnos un Mariátegui representante cabal del Marxismo Leninismo en el Perú, no quieren tocar ni por asomo la influencia ejercida sobre él, por el anarco-sindicalismo europeo.

El tiempo que el Amauta vivió en Europa fue relativamente corto; pero supo aprovecharlo al máximo para vincularse con pensadores de avanzada y con el movimiento obrero. Esto le permitió tomar posición clara e inconfundible junto al proletariado como clase portadora de un nuevo sistema económico social. Sería absurdo dudar que Mariátegui adoptó una posición militante en defensa del proletariado y las masas oprimidas. En este sentido fue un revolucionario a carta cabal.

Sin embargo, queda en pie por una cuestión que no se puede eludir ¿logró madurez marxista-leninista? ¿Hay coherencia marxista en todos sus escritos? Estos interrogantes son materia de respuesta en el breve trabajo que publicamos.

El Amauta no deslindó posiciones ideológicas con Sorel, el pensador anarquista que más influyó en su formación ideológica, y del cual Lenin dijo que era un “confusionista bien conocido”.

Cuestión que merece análisis es la que se refiere al progreso. Para el Amauta Sorel tiene el gran mérito de haber denunciado el progreso como una ilusión porque en última instancia se reduce a un auténtico mito burgués. Sorel pensaba que la idea del progreso surgió solo por motivaciones académicas.

Hay que recordar que en 1750, Turgot presentó por primera vez la teoría del progreso y su rol en la historia. De hecho desde entonces los representantes de la Ilustración o el Iluminismo incorporaron a su ideario el progreso como principio. Sorel fue acérrimo opositor del progreso como realidad y como principio y eso lo llevó a tomar una posición radicalmente opuesta al pensamiento revolucionario de los ideólogos de la gran revolución francesa de 1789.

Sorel llega a sostener que los hombres tienen mayor tendencia a degenerar que a mejorar. En carta a Benedeto Croce, escribió lo siguiente: “nuestra naturaleza esta irremediablemente llevada hacia lo que los filósofos de la historia consideran como malo, sea que se trate de barbarie como de la decandencia” .

En la obra de Mariátegui puede constatarse fácilmente una crítica de origen soreliano a los pensadores que prepararon la opinión pública para ese gran viraje de la historia universal que se llama Revolución Francesa de 1789. Puede constarse también cierto regateo a este gran acontecimiento histórico. Nos preguntamos ¿De dónde le viene a Mariátegui esta posición? Indudablemente de su maestro, el confusionista Sorel.

El pensador francés afirma que es una interpretación moral de la historia la que debe servir de base a la visión histórica de la nueva izquierda.

Otra idea de Sorel sobre el progreso es que se encuentra unida al capitalismo. Por su parte Mariátegui ve en el progreso una simple manifestación de la técnica, “porque una vez adquirida la máquina es difícil que la humanidad renuncie a emplearla”.

Ahora bien nos toca hacer un comentario crítico a la idea de progreso que sostiene Sorel. Ante todo hay que afirmar rotundamente que el progreso es un hecho objetivo, real que se constata fácilmente en la historia. En lo que se refiere a la técnica el hombre primitivo, semidesnudo e ignorante se convierte con el tiempo en un gigante por el dominio que sobre la naturaleza alcanza gradualmente. El simple garrote que utilizó para enfrentarse a una naturaleza hostil, se convierte en la máquina moderna que le permite realizar proezas increíbles, como la conquista del espacio y los viajes interplanetarios.

Cabe señalar, además, que el progreso técnico, tiene relación directa e inmediata con el desarrollo de los medios de producción en general y que estos exigen un cambio de los sistemas económicos, cuando llegan a un determinado punto de desarrollo. Este cambio de sistemas significa un cambio de relaciones de producción.

La interpretación moral de la historia que reclama Sorel es idealismo histórico. La historia ha cambiado, no ha avanzado al impulso de fuerzas morales; han sido exigencias surgidas del ritmo de la misma sociedad, cuando esta ha entrado en una etapa de crisis.

Cuando el progreso se concibe al margen de las leyes que presiden el desarrollo histórico, se convierte en un dogma. Esto es cierto, pero no es un dogma afirmar que el progreso existe como cambio y desarrollo en la sociedad humana.

Sería injusto afirmar que Mariátegul repite la idea de Sorel sobre el progreso. El Amauta fue claro cuando señaló que las etapas del progreso de la sociedad humana son las siguientes:

a) Antiguedad : Régimen esclavista

b) Edad Media : Régimen de servidumbre

c) Capitalismo Régimen del salariado

d) Socialismo Régimen de la igualdad social

No cabe duda que Mariátegui tuvo una posición propia en el problema del progreso; sin embargo, tiene influencia soreliana que no es posible negar ni ocultar. Así lo demuestra el siguiente pasaje:

«Sorel, que acordó la atención más rigurosa a los elementos espirituales del trabajo, sintió, como mejor que ningún otro teórico del socialismo, no obstante su filiación netamente materialista,

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