Sarticos

esto sin olvidar los matices del contexto social en el que nos ubiquemos. En resumen mirar un todo.

Aquí empieza lo interesante. ¿Cómo tener una visión integral y no fragmentada?, ¿cómo hacer que los mitos, la formación cultural, las expectativas, necedades y temores propios, sean elementos que nos permitan trascender aquello que obviamos?, ¿cómo explicar que analizar qué sucede con el Ser Femenino y el Ser Masculino podría ayudarnos a transmutar al mexican@ en un ciudadan@? No parece algo fácil. Aunque tampoco es lo contrario. Veamos.

Rainer María Rilke, poeta, observó “la niña y la mujer, en su nuevo y propio desarrollo, sólo de paso serán imitadoras de los modos masculinos, los positivos y los negativos, y repetirán las profesiones masculinas. Tras las incertidumbres de dichas transiciones, será obvio que las mujeres únicamente habrán atravesado la profusión y las vicisitudes de esos disfraces (con frecuencia ridículos) para limpiar su naturaleza más característica de las influencias distorcionadoras del otro sexo”.

Rilke resume un aspecto importante. La Mujer tiene que encontrarse. Sabe que existe. Es El segundo sexo como detalló la novelista y filósofa francesa Simone de Beauvoir en 1949. Cierto. Pero, como dice el terapeuta, escritor y periodista Heriberto Yépez, en La increíble hazaña de ser mexicano, la mujer no está autorrealizada. ¿Qué?

La Mujer no está autorrealizada porque de lo contrario la lucha contra el machismo, la violencia de género, la ambivalencia del hombre mexicano hacia lo femenino habrían sido trascendidas o estarían en una etapa distinta. Contrario a esto, vemos que los feminicidios han ido a más, los arquetipos de “la virgen” y “la puta” siguen presentes en la industria cultural. La mujer no está emancipada sexualmente, sigue siendo ‘objetivizada’. Los análisis de la Mujer siguen sólo en el nivel de confrontación con el Hombre, por mencionar algo. Es decir, seguimos disgregados, inacabados.

Entonces, tenemos que, La Mujer debe observarse. Apreciarse cuando hace suyas frases como: “la mujer es superior al hombre”, “la mujer sí puede ser sensible, el hombre no”, “la mujer es emotiva, chillona”, “las niñas se visten de color rosa, los niños de azul”, “¡malditos hombres!”, “hombres opresores”; “pégame pero no me dejes”, “si ella subió de puesto, de seguro le dio las nalgas al jefe, es una puta”, “ya viste, una machorra”, “la mujer es víctima”, etcétera. Invito a quienes esto leen aprecien éstas y otras frases que se reiteran. ¿Qué notan en ellas?, ¿qué dicen de sí mismos, de sí mismas?

Sería limitado excluir al Hombre al momento de querer comprender qué es la Mujer. Recordemos que lo Femenino y lo Masculino (que no responden a preferencias sexuales) se funden en cada uno de nosotros. Y, en la medida que

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