Semipersidencialismo: ¿Una Opción Viable Apra Latinoamérica?

¿Es el Semipresidencialismo una opción viable en Latinoamérica?, esa es una de las cuestiones principales de este ensayo, partamos púes de la división de poderes que un sistema como este genera, ¿es viable para Latinoamérica hablando en términos de desarrollo que el Semipresidencialismo se establezca como forma de gobierno?, tal vez sí, claro si observamos los diferentes sistemas legislativos y ejecutivos habrán fallas pero, para comenzar, un Semipresidencialismo conlleva a un equilibrio donde el gobernante no se puede convertir en Tirano y donde hay menos posibilidades de golpes de Estado y situaciones que puedan poner en crisis el Estado.

Pero surge entonces una nueva incógnita, tomando en cuenta la cuantía de partidos opositores, dividir el poder entre partidos enfrentados, ¿no pondría en crisis el Estado?, esto nos lleva a la afirmación del párrafo anterior y la respuesta es no, en primer lugar porque el presidente es elegido democráticamente y en segundo lugar porque el primer ministro es propuesto por el Presidente electo por la mayoría y que de todas maneras el Parlamento (o Asamblea) debe aprobar, entonces es púes un sistema equilibrado, donde el pueblo se ve representado a través del poder ejecutivo y la oposición puede ser representada a través del Parlamento u Asamblea.

Ahora recordemos que los Presidencialismos latinoamericanos van muchas veces de la mano con los hitos históricos donde se es derrocado del poder y se es impuesto un sistema no democrático, esta púes es una desventaja del presidencialismo, que, claramente en el Semipresidencialismo no se observa, entonces, si el Estado busca el bien común, ¿no debe evitar por todos los medios estar amenazado?

De la misma forma en el Semipresidencialismo ocurre algo bastante importante y que sería positivo en los países latino americanos: Siempre hay una representación de todos los partidos políticos, esto pues a través del Parlamento o Asamblea. Ya que en Latinoamérica se ve tan mermada la participación de la oposición y todo el tiempo hay una necesidad de una representación de la oposición, el Semipresidencialismo otorga los medios para que el poder legislativo y ejecutivo sea aún más democrático, esto es en cuestión algo que siempre se ha deseado en Latinoamérica. Así mismo, un sistema Semipresidencial por medio de la conformación de un parlamento o Asamblea, otorga al pueblo la capacidad de actuar y poder estar incluidos y representados en el poder.

Acá surge algo importante en el Semipresidencialismo: La representación del pueblo. Por supuesto aparte de ser representados por diferentes partidos en el Parlamento y Asamblea junto al Primer Ministro, también hay más representación regional, que en diferencia con el presidencialismo esta tiene más representatividad y es aún más democrática. El Semipresidencialismo es incluyente, cosa que por ejemplo en el caso Colombiano sería ideal puesto que aún hoy en el 2013 hay regiones del país que necesitan más representación democrática porque tienen un mínimo de representación en el poder legislativo y judicial, lo que conlleva a una crisis del Estado, que en los sistemas Democráticos es lo que se quiere evitar.

Continuando con la representación del pueblo en el Semipresidencialismo encontramos un factor interesante y decisivo ya que le da al pueblo autonomía y democracia que lo ponen a la altura del organismo ejecutivo, esto es la conformación consensual del gobierno, donde la Asamblea y el Presidente entran en negociación para conformar un gobierno mucho más representativo y democrático, esto sanearía muchas de las peticiones permanentes de una democracia más directa en Latinoamérica, así como llevaría la inclusión más sólida del pueblo en el poder y por tanto una mayor eficacia para la expedición de políticas que puedan subsanar las problemáticas sociales. Políticas que son más democráticas y que junto a la gran representatividad del Semipresidencialismo, conllevan a soluciones rápidas que acercan al Estado a cumplir un bien común.

Ya vamos observando como el Semipresidencialismo es una opción bastante interesante, pero al mismo tiempo riesgoso y complicado de asumir, más adelante trataremos estos asuntos.

Volviendo al tema de las crisis de Estado, podemos comparar el presidencialismo, en el cuál el Presidente enfrenta una eventual crisis nacional lo que lo deja desprotegido y amenaza el equilibrio del Estado, además de posiblemente no estar respaldado por el Gobierno, observemos púes el caso Estadounidense en el cuál el Presidente Obama enfrenta una crisis y el gobierno legislativo no lo apoya y donde su poder ejecutivo queda reducido a nada, es entonces aquí cuando podemos demostrar otra ventaja del Semipresidencialismo, que el poder ejecutivo se divide en el Presidente y Primer Ministro y además de ello están en capacidad de apoyarse o vetar al poder legislativo en caso de crisis, esto sumado a que el Presidente no tiene que enfrentar la crisis de Estado solo y que puede, en ayuda del Primer Ministro y de la Asamblea, buscar soluciones más eficaces frente a este tipo de situaciones.

Prosiguiendo con algunas de las cuestiones que abarcan una eventual crisis en el Semipresidencialismo, es de resaltar que el Presidente y el Primer Ministro no tiene una longevidad definida y pueden durar poco o bastante dependiendo de cómo sea su gobierno, esto en caso de una crisis Estatal es relevante puesto que en cualquier momento la Asamblea puede hacer que dimitan los órganos ejecutivos así púes se puede sortear una —poco— probable crisis Estatal con una mayor cantidad de posibles soluciones. Es difícil que un Estado Semipresidencial entre en crisis.

Parece ideal, y es democrático, pero siempre se ha planteado el problema sobre la conformación del gobierno cuando el Presidente elegido popularmente es de un partido cualquiera totalmente opuesto a la mayoría asambleísta y con un Primer Ministro de poder mermado, conduce esto a una crisis de Estado?, tal vez. El sistema Semipresidencial debe ser representativo en relación al pueblo y sus necesidades, mas no a ideas políticas que puedan conducir a una crisis, esto es en suma, que el Semipresidencialismo debe estar desprovisto de una política marcada y radical que genere malestar en los órganos legislativos, púes como hemos señalado esto sí puede surgir a una crisis Estatal, que con el tiempo conllevaría a una destitución de los Gobernantes y del Gobierno, puesto que en el Semipresidencialismo el Presidente no tiene poder para hacer dimitir a la Asamblea.

A diferencia del Presidencialismo

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