Sesión 6: La administración, una cuestión de palabra – Alain Chanlat y Renee Bedard

Cali, Martes 20  de Febrero de 2018

Maestría en Administración Grupo 01

Andrea Valencia Muñoz

Cod: 201802314

Sesión 6: La administración, una cuestión de palabra – Alain Chanlat y Renee Bedard

Propósito del texto: El propósito del texto se centra en enmarcar la importancia del lenguaje en el mundo de las organizaciones poniendo en evidencia la importancia del mismo el cual se vuelve invisible en las organizaciónes no recibiendo la relevancia que merece.

El Alcance de la palabra: Según los autores la especificidad del hombre radica en el habla (“El hombre es un animal que habla”),^[1] en la capacidad de construir el mundo a través del lenguaje, teniendo la capacidad de simbolizarlo representando lo que lo rodea por signos y teniendo la capacidad de comprenderlos como representación de lo real, en esta medida es el habla (manejo de signos) lo que da origen al pensamiento. Bajo este contexto es la palabra o el acceso al lenguaje lo que permite la constitución del yo ya que a través de ella se construye la existencia personal. Sin embargo, según los autores es necesario que exista el otro para poder llegar a esta construcción del yo, pues “el yo existe solamente en la reciprocidad con el otro, y en realidad, el yo aislado no es que una abstracción”^[2]

El uso de la lengua como sistema de signos en la creación de sentido: Entendiendo la lengua como un sistema de signos que debe ser estudiado en su totalidad como un conjunto y cuyo sentido se le atribuye según el contexto en el que se encuentre. Así, el signo lingüístico está compuesto por dos elementos: uno el significante referido a la “palabra”  y dos, el significado entendido como el concepto; existiendo un lazo arbitrario que los une el cual depende de las convicciones sociales que se le han heredado a los individuos. En esta medida la lengua que se utiliza para expresarse tiene consecuencias directas sobre cómo es percibida la realidad.  “Aunque para los hombres el universo posee una existencia objetiva, es solo en la medida en que sus lenguas asignan un nombre a las cosas que sus sentidos y sus instrumentos pueden percibirlas”^[3]

La utilización de la palabra en la construcción de Si y de los Otros: Tomando como partida la función del lenguaje como constitutiva de la identidad, este no sirve solo para transmitir información hacia un receptor sino también para comunicar la imagen misma del emisor. Para favorecer este encuentro entre emisor y receptor las sociedades han creado una especie de rituales que favorecen el éxito de esa relación, tal como lo mencionan los autores “Desde el espacio que separa los interlocutores, la elección del lugar y momento, los gestos de acogida, la mímica y las miradas que acompañan el propósito del intercambio, las formalidades en el trato, las fórmulas de cortesía y hasta la entonación, todo es regido por la tradición y la conveniencia, pero detrás de estas formas, se manifiesta la intensión de estableces las condiciones más apropiadas para vencer las incomodidades reciprocas que acompañan habitualmente los encuentros humanos.”^[4]  Así estos encuentros favorecen la confrontación de ideas que permite el crecimiento de la concepción del mundo que rodea a cada individuo.

Otra dimensión ética de  la palabra a la que se refiere Chanlat y Bedard es la de la violencia, asegurando que es la violencia verbal y no verbal aquella que tiene consecuencias de mayor gravedad y  largo plazo. Según los autores las 3 formas de violencia verbal más comúnmente usadas son la respuesta tangencial, que consiste en negar la experiencia del otro; el doble vinculo, que consiste en someter al otro a incitaciones contradictorias y finalmente la colusión que hace referencia al auto engaño.

Los obstáculos al dialogo en el medio laboral: Existen 4 obstáculos principales al uso de la palabra en el medio laboral.

La ideología gerencial: La omnipresencia de la racionalidad económica a la hora de evaluar los aspectos de la administración sumada a la obsesión por la gestión del tiempo incrementan las posibilidades de violentar las reglas de convivencia en las organizaciones, ya que son vistas como poca consideración por la otra persona al no permitirle expresarse con libertad y hacer pleno uso de su capacidad de habla, empobreciendo el espíritu crítico, perspectiva y soluciones originales.

...