Sexismo hacia las mujeres

El sexismo hacia las mujeres

Los estereotipos de género legitiman y justifican la discriminación de las mujeres. En la actualidad ya no es legal pero eso no quiere decir que haya desaparecido simplemente ha adquirido nuevas formas de expresión.
Como pruebas de la coexistencia tenemos a la Teoría de sexismo ambivalente, según la cual el sexismo puede ser hostil y benévolo. “El sexismo hostil hace referencia al viejo sexismo, basado en una supuesta inferioridad de las mujeres como grupo”, mientras que “el sexismo benevolente se define como un conjunto de actitudes interrelacionadas hacia las mujeres que son sexistas en cuanto las considera de forma estereotipada y limitadas a ciertos roles”. (Rodríguez, Lameiras, Carrera y Failde, 2009).

El sexismo benevolente de los hombres consiste en un deseo de cuidar, proteger y adorar a las mujeres. Ambas formas de sexismo tienen como finalidad última legitimar y reforzar a posición subordinada de las mujeres, la desigualdad de género.

Estrategias para afrontar la ambivalencia

La ambivalencia se resuelve de dos modos: en primer lugar se divide a la mujer en múltiples objetos de mujer es decir subtipos de mujeres a los que se van a evaluar de modo diferente. La segunda estrategia utilizada es considerar un tipo específico de mujer. Ambas estrategias evitan la forma más disonante de ambivalencia, es decir, mantener actitudes conflictivas sobre el mismo tipo de mujer en una dimensión especifica.

Discriminación contra los hombres

También los hombres sufren discriminación por el género. Un ejemplo mencionado en el libro de clase habla acerca de que en un divorcio casi siempre el hijo se queda con la madre debido a que la mujer es más “apta” para el cuidado de los hijos. Otro también sería que la ley adopta medidas como mayor penalización para los hombres que para las mujeres por presentar la misma conducta.

Conclusiones:

Nuestra cultura es una cultura patriarcal. Casi todas las personas hemos crecido y sido educadas de manera sexista, además nos comportamos sexistamente como algo normal, como si fuera un deber. Las mujeres actuamos con sexismo ya que nos subordinamos a los hombres. En cambio los hombres son machistas ya que ellos se posicionan como seres supremos, usan a las mujeres.

El sexismo es generado socialmente, es parte de los mecanismos de funcionamiento que recrean formas de dominación basadas en el sexo de las personas y en lo que las personas hacen con su sexualidad.

...