Si no soy yo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?

     El  feminismo es un conjunto heterogéneo​ de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales, que tienen como objetivo la emancipación de las mujeres y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, así como cuestionar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y viceversa, además de la asignación de roles sociales según el género mediante meritocracia^[1]. La influencia del feminismo ha conseguido cambios en ámbitos como el derecho a la educación, el voto femenino, el derecho al trabajo, la equidad ante la ley o los derechos reproductivos, entre muchos otros.

     En estos tiempos al hablar cada vez más sobre la lucha por los derechos de las mujeres, nos vamos dando cuenta de que la palabra frecuentemente se empieza a traducir como el odio hacia lo hombres. Si queremos ser en realidad tomadas en serio, esto debe parar ahora ya que no es de esto sobre lo que se trata el feminismo en sí, el feminismo como dije anteriormente es la teoría de la igualdad política, económica y social de los sexos. Para hacer este ensayo empecé a cuestionarme las suposiciones basadas en el género hace algunos años. Por ejemplo: cuando tenía 10 años me llamaban “mandona” por querer liderar los grupos en el liceo a la hora de hacer actividades mientras que a mis compañeros hombres no se les decía nada.  A los 14 años fui sexualizada por la sociedad, se me empezó a mirar de otra forma en las calles e incluso algunos hombres me decían cosas muy desagradables. Ahora a los 17 años, mis amigos hombres en un rango de edad que va desde los 16 a los 23 años, no se sienten cómodos al expresar sus emociones y/o sentimientos dado que serían considerados niñitas (recalcándonos nuevamente ser el sexo débil) y dejarían de ser los machos que espera la sociedad que sean.

     Artículos recientes han demostrado que la palabra “feminismo” se ha vuelto poco popular, las mujeres no quieren ser llamadas feministas ya que el término se ha torcido mucho, ahora se ve como una filosofía vil, vengativa, rencorosa, desagradable y misándrica^[2], llegando hasta el punto de empezar a utilizar la palabra compuesta “feminazi” que es usada con sentido peyorativo al referirse a que las feministas son percibidas como radicales bajo el argumento de que el feminismo no busca la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Por qué se ha vuelto tan complicado nuestro mundo?

     El género tal y como funciona hoy en día me parece una grandísima injusticia, en mi opinión siento y pienso que está bien el querer que se me pague lo mismo que a mis compañeros hombres si desempeñamos el mismo trabajo ya que como mujer, soy tan humana como el hombre y al igual que él, merezco un reconocimiento, creo que está bien el hecho de que quiera tomar ciertas determinaciones sobre mi cuerpo. Creo que también está correcto el hecho de que las mujeres se vean involucradas en la política y en las decisiones que podrían afectar mi vida en vista de que si somos apartadas, más abusadas y pasadas a llevar seremos y, más aún, no podremos hacer nada. Desde mi prisma, creo que está bien que socialmente me merezca el mismo respeto que los hombres, una mujer es tan inteligente como un hombre y en el sentido de inteligencia hemos avanzado bastante, pero me parece que nuestras ideas sobre la equidad de género no lo han hecho. Sin embargo, no hay ningún país en el mundo en donde las mujeres tengan todos los derechos que mencioné anteriormente. Ningún país puede decir que ha alcanzado la equidad de género porque no es así. Los derechos son humanos y no creados sólo para los hombres, así que deberíamos dejar de discutir los derechos de las mujeres y de los hombres por separado.

     Pasando a otro plano, afortunadamente mis padres no me quisieron menos por haber nacido mujer, no me negaron la comida ni el agua, no se me ahogó o asfixió, no se me rompió la columna ni obtuve una educación limitada (casi nula) como en algunos, por no decir la mayoría de los países árabes. Yemen, Siria, Arabia Saudí, Irak y Egipto son los peores países para las mujeres, según el estudio de Thomson Reuters. En Egipto, por nombrar un país, se hacen violaciones grupales frente a todos en la plaza Tahrir de El Cairo a menores de edad, se mutilan genitalmente acerca del 91% de las niñas (Estudio de Pablo Molina, periodista), entre otras cosas horrorosas. ¡El mundo no puede seguir así! ¿hasta cuándo pretendemos aguantar todo esto? Fuimos silenciadas por mucho tiempo y hasta el día de hoy hay quienes nos quieren hacer callar.

     Lo más probable es que no nos demos cuenta pero son los feministas inadvertidos los que están luchando por cambiar el mundo y que en algunas ocasiones lo logran. Se necesita más gente así para poder llegar a la equidad de género; y si aún así no les gusta u odian la palabra, pensemos en que lo importante no es la palabra, sino que la idea, el propósito y la ambición detrás de ella que es la capacidad de poder cambiar de una vez por todas los prejuicios que se tienen contra nosotras. Los hombres no se sienten atraídos por el feminismo debido a que se está viendo como un odio hacia ellos cuando en realidad no es así, hombres… quiero aprovechar este ensayo para invitarlos a participar de este movimiento ya que la equidad de género también es un problema en el que están ustedes. Hay hombres que tienen problemas/enfermedades mentales tales como depresión, ansiedad, etc. pero que se prohíben a sí mismos buscar ayuda por miedo a sentirse menos hombres o menos machos y al tratar de salir adelante sólo logran hundirse debido a las burlas que se les hace.

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