Siempre había soñado contigo incluso rogué por tener a alguien como tú en una navidad

Siempre había soñado contigo incluso rogué por tener a alguien como tú  en una navidad y sin embargo solo me trajeron muñecas y juguetes que no deseaba y rechace, después de eso pensé  que tenerte ya era algo imposible pues si no me cumplieron el sueño en medio de mi navidad ya nada  haría que cambiaran de opinión, sin embargo por cosas de la vida termine junto a mi mejor amiga en el coro de la iglesia,  y como ella siempre estaba en la casa cural a mí me gustaba acompañarla, un día me llama para mostrarme unos cachorritos recién nacidos , todos eran como de diferentes papás, unos peludos, otros no, algunos color café o negros, y uno rubio que era tú, apenas tenían una semana de nacidos pero igual quise cargarlos a todos empezando por los peludos, al cargarlos todos lloraban y se querían bajar, cosa que no sucedió contigo, cuando te cargue estabas muy feliz y no te querías bajar, desde ese momento me enamore de ti, cada día iba a visitarte te nombre Sam, estabas lleno de garrapatas como tus hermanos y tu mamá, así que trataba de quitártelas todos los días porque aún no podíamos bañarte, con el pasar de los días me di cuenta que te extrañaba todo el tiempo quería estar contigo y odiaba el lugar donde vivías, pero sabía que en mi casa no te iban a aceptar y como eras un cachorro muy pequeño empecé a crear un plan que nos involucraría a ambos, en mi cuarto había un ventana que antes hizo parte del patio así que había algo de espacio ahí, pensé  en traerte escondido, ahorre para tu comida de cachorro y el día planeado le mentí al cura diciéndole que ya le había pedido permiso a mis papas y que si te iban a aceptar en mi casa, cuando llegamos mi mamá estaba en la sala, me dio pavor, pero tenía que hacer todo porque te quedaras, abandone mi plan y  te deje en la terraza mientras entre llorando pidiéndole a mi mamá que me dejara tenerte, ella asustada me dijo: no se pregúntele a su papá, creo que lo dijo para  ahorrarse problemas, siempre le había tenido miedo a mi papá, pero esta vez no me importo, entre a su cuarto, él estaba durmiendo, lo desperté  y llorando le explique todo, le dije que estabas en la terraza, que yo te cuidaba, te bañaba, te compraba la comida y  con un suspiro casi creyendo que era un error accedió, así entraste a mi casa, con nombre nuevo, con mi mama decidimos ponerte Santi, Sam era muy corto para ella, eras un extraño para todos menos para mí,  eras muy tierno al principio, aunque  después empezaste a hacer estragos, te orinabas por todas partes, 3 veces consecutivas los muebles, creo que de haber habido una cuarto ya no estarías en la casa yo siempre insistía en que cambiarias y lo hacías por momentos pero cuando no te dábamos la comida a la hora que querías te hacías popó en la sala, yo cumplía todas mis promesas al principio, pero luego solo me divertía contigo y te daba mucho amor, así que fueron mis padres los que empezaron a encargarse de tu comida, de tu popo, te volviste muy consentido, te ganaste el amor de cada uno al punto que te defendían en tus momentos de travesuras y te la dejaban pasar, te cuidaban mucho, cada vez que te enfermabas todos estábamos ahí, te llevaban sobres de carnita y te sobaban todo el tiempo.                          Todos los días te recuerdo con ansias de verte pronto, que volvamos a dormir en cama de mi mamá cuando no está, que nos tiremos pedos y nos quedemos mirándonos, que me lamas la cara, que nos miremos con cara de malicia y empecemos a jugar, que te molestes mientras te soplo en la cara hasta que me muerdas la nariz, que me llenes la ropa de pelitos, que le mostremos a la gente lo genial que somos, que te  eches a mi lado cuando este triste, que hagas cosas estúpidas como ir corriendo mientras me miras y luego te das con la pared, que me robes mis cosas y  las muerdas debajo de la mesa, que me hagas todo un show para que te comida, que me sigas todas mis locuras y yo a ti, espero verte pronto para abrazarte y no dejarte ni un instante solo, mientras este contigo.

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