Simon Bolivar
Enviado por marhi • 15 de Enero de 2013 • 1.838 Palabras (8 Páginas) • 387 Visitas
El pensamiento político de Simón Bolívar, la ideología bolivariana, el alma de su acción, es profunda y definitivamente democrática. Solamente la democracia se compagina y corresponde con su sólido propósito de emancipación política, igualdad social, justicia económica, unidad americana, conciencia histórica y perfección moral. Cualquier otra fórmula es incompatible con el pensamiento y línea mental de Bolívar y con la proyección de su esfuerzo en todos los órdenes de lo social.
Las diversas definiciones de la democracia coinciden que se trata de un “gobierno Republicano-Popular, decidido por la intervención de la mayoría políticamente apta” y es precisamente este fundamento teórico-político el que caracteriza a todos los gobiernos planificados por Bolívar.
La idea de Bolívar es anterior a la de Lincoln “Gobierno del pueblo, por el pueblo para el pueblo”, La propia noción de pueblo gana en Bolívar una noción más elevada, a veces tergiversada, donde, el concepto de igualdad es concebido como una igualdad de derechos a disfrutar de los bienes, reconociendo y respetando siempre las diferencias individuales.
En el discurso de Angostura expresó: “Que los hombres nacen todos con derechos iguales a los bienes dela sociedad”, pero también reconoce las diferencias que existen entre cada individuo. La igualdad es concebida como una igualdad política para disfrutar los bienes y derechos sociales. “No todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos, pues todos deben practicar las virtudes y no todos las practican, todos deben ser valerosos y no todos lo son, todos deben poseer talentos y no todos los tienen. De aquí viene la distinción efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad más libremente establecida”. Si el principio de la igualdad política es reconocido, no lo es menos el de la desigualdad física y moral. “La naturaleza hace a los hombres desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres”. Las leyes corrigen estas diferencias porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes le den la igualdad política y social.
Bolívar sabía que la transición de un régimen esclavista a una democracia cabal debía lidiar con el desconocimiento de los organismos representativos y el atraso político. Este reconocimiento no mermó ni desvirtuó la calidad sinceramente democrática de su pensamiento que aspiraba llevar al plano de la perfección. El ejercicio de la soberanía corresponde a ciudadanos aptos siendo el “saber y honradez, no dinero, lo que se requiere para el ejercicio del poder público”, a su juicio “un hombre sin instrucción no es precisamente un ciudadano” “la aclamación libre de sus conciudadanos, única fuente legítima de todo poder humano”.*
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Un rasgo formal del poder democrático que Bolívar sigue al igual que Aristóteles, Montesquieu y Locke, es la división de los poderes “El poder debe ser dividido” Propone un gobierno orgánico, efectivo, con diversos órganos entre los que exista un equilibrio que sirva de freno mutuo y garantía común.
El gobierno concebido por Bolívar es un gobierno democrático, republicano, popular, efectivo, sencillo, moderadamente fuerte, capaz de sobreponerse a la anarquía y a la tiranía. Un gobierno con inspiración civil, regido por verdaderos hombres de Estado, civiles, patriotas, respetuosos de la institución armada a cuyo progreso propenderán en la medida de las necesidades de la República.
Su ideal es una patria donde los militares, consecuentes con la historia, cumplan la elevada tarea de su lealtad a la virtud y al Derecho, lealtad a la República y al Porvenir.
Para Bolívar eran incompatibles las funciones ejecutivas y legislativas. La posibilidad de que una misma persona pueda ser juez y parte va contra la ética política. No puede un mismo sujeto servir funciones distintas aunque sean para una misma finalidad pública.
En cuanto a la necesidad de tener un senado
HUMANISMO Y VALORES EN JOSE MARTI
Dr. Rigoberto Pupo Pupo.
En la obra filosófica martiana no existe una axiología sistematizada. Más que teorizar sobre los valores el Apóstol se preocupa por encontrarlos y cultivarlos en la conducta del hombre, como medio de ascensión humana.
Sin embargo, es posible revelar en su ideario humanista un conjunto unitario de valores, coherentemente estructurado en torno a la persona humana, su razón del ser y los modos de conducirla a su humanidad creciente.
Los valores en Martí son modos esenciales del devenir del hombre en su naturaleza social, integrados en la cultura, a manera de formas de existencia del ser humano y sus necesidades materiales y espirituales.
Así, los valores, en su fundamento sociocultural y encarnados en la cultura tematizan el contenido esencial del ideal martiano de racionalidad humana. Se trata de una axiología de la acción que va a la raíz del hombre porque sabe de su grandeza interior. De una eticidad concreta que busca el hombre futuro en el hombre actual con pasión y fe y con sorprendente consagración heroica, animada por una misión redentora fundada en el pueblo y un oficio que identifica la belleza con la humanidad del hombre y la bondad con la dación desinteresada
El programa humanista martiano, fundado en la axiología de la acción, se concreta en un paradigma de racionalidad humana, cualificado como autoconciencia de la cultura. Tanto en la revelación del ser existencial de nuestra América, como en su determinación especial en las condiciones de su patria, José Martí funda un paradigma de emancipación humana y redención social, cuyo despliegue
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