Sindicalistas Advierten: Los Paraguayos No Comeremos Gato

El cartel cuelga sobre Calle Palma, a metros del Panteón de los Héroes, en pleno centro asunceno. La ley de Participación Público Privada (más conocida como Alianza Público Privada) ha puesto en pie de guerra a sindicatos y sectores de centroizquierda contra el gobierno electo hace pocos meses.

Para convencer al resto de la ciudadanía de las consecuencias negativas que puede tener una privatización masiva del sector público, los paraguayos apelan al ejemplo más cercano: el argentino.

El modelo menemista (que tuvo a la privatización de las empresas públicas como eje) llevó a la pobreza y la indigencia a miles de argentinos. La noticia de que en las afueras de Rosario la gente llegó a comer gatos trascendió las fronteras. Los paraguayos lo recuerdan y no quieren llegar a ese extremo.

Por eso no solo advierten que aquellos que entusiasmados apoyaron las concesiones en Argentina terminaron comiéndose a sus mascotas, sino que comparan a Horacio Cartes con el inolvidable Carlos Menem.

Es que el paraguayo tiene mucho del riojano: Menem prometió salariazo y revolución productiva, pero terminó congelando los salarios y liquidando la industria nacional; Cartes un nuevo rumbo y lucha frontal contra la pobreza, pero nombró un gabinete repleto de stronistas y desató una feroz represión contra la dirigencia campesina.

Al igual que “Carlitos” (quien llegó a gobernar por decreto) Horacio busca evitar que el Congreso interfiera en sus planes acumulando un poder ilimitado y sumamente peligroso.

A pocos días de asumir, con el pretexto de terminar con el EPP (una guerrilla fantasmal que aparece siempre cada vez que el propio Cartes la necesita) solicitó al Parlamento la aprobación de ciertas modificaciones a la Ley de Defensa que hoy le permiten disponer del Ejército sin consultar al legislativo.

Posteriormente, envió al Parlamento el Proyecto de Responsabilidad Fiscal, ley que impide al congreso modificar el Presupuesto General de Gastos diseñado por sus ministros.

Ahora, espera que la Cámara Baja (ya tiene media sanción del Senado) apruebe la Ley de Participación Público Privada. Con ella, pretende evitar que los proyectos de alianza con el sector privado deban pasar por el Congreso, dejando en manos de la Secretaria Técnica de Planificación y el Ministerio de Hacienda su viabilidad.

Pero Cartes no se parece solo en eso a Menem. Así como el presidente argentino tenía a Zulemita y Carlitos Jr, Cartes tiene a Solcito y Juampi, quién se ha hecho recientemente célebre por ser detenido luego de golpear salvajemente a un invitado de las tantas fiestas que suele ofrecer en el lujoso departamento de estudiante que posee en Miami.

Por último, el ¿ex? empresario comparte con Carlitos I su gusto por las mujeres. Hace pocos días, Larissa Riquelme confesó en un reality chileno que

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