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Sistema De Proteccion Social


Enviado por   •  9 de Octubre de 2014  •  1.755 Palabras (8 Páginas)  •  221 Visitas

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La Economía Social no es un concepto novedoso, data del siglo del XIX en Europa, de los movimientos obreros cristianos, socialistas y anarquistas, ya para el año 1900 había un salón en la exposición Universal de París que llevó su nombre. La Economía Social se definió como un concepto polisémico es decir, designaba diversas aproximaciones teóricas y disciplinarias que buscaban una interpretación integral del fenómeno más allá del mero hecho económico.

El término se utilizó para designar algunas practicas económicas en donde prevalecía la democracia y el empresariado colectivo. Sin embargo, hasta el presente existe la ambigüedad en cuanto a su verdadera naturaleza, se le ha vinculado a diversas tendencias en el campo de las ciencias sociales, específicamente en la economía y la sociología.

Durante el siglo XIX y principios del XX la economía social tuvo entre sus principales exponentes a Charles Dunoyer, Charles Gide y L. Walras este último como representante de la escuela Liberal. De estos tres es Charles Gide entrado el siglo XX quien propone definir a la economía social como aquel conjunto de empresas y organizaciones cuyas reglas dan cuenta de los valores sociales. En este conjunto se ubicaron a las cooperativas, las mutuas y las Asociaciones[1].

En este sentido, es posible identificar cuatro tendencias de la economía social, por un lado una escuela social-cristiana que se inspiró fundamentalmente en los postulados de la doctrina social de la Iglesia Católica, esta tendencia hizo del consumo y los servicios la puerta de entrada a la economía social. Por otro lado, la escuela socialista que se extendió dentro de los países germánicos y escandinavos a través de la democracia industrial y el capitalismo.[2] Esta tendencia privilegió la producción y la reorganización del trabajo. Además de las dos escuelas señaladas, se evidenció la existencia de una escuela liberal y una escuela solidarista. La liberal postulaba la existencia de la economía social como un reforzamiento del rol del mercado en la asignación de los recursos escasos en la sociedad, en detrimento del Estado. La solidarista postulaba que la economía social era la expresión de una conducta humana que propendía a la acción voluntaria, al servicio al prójimo y a la fraternidad.

Con la expansión y consolidación del Estado del Bienestar Europeo y Anglosajón se produce una disminución de las actividades de la economía social, la presencia y regulación de la actividad económica por parte del Estado fue evidente en los llamados treinta gloriosos años 1945-1975[3], muchas de las organizaciones que sobrevivieron entre ellas algunas cooperativas de consumo son las que en algunas ciudades y pueblos de Europa se mantienen vigentes.

Esta etapa histórica de la economía social es definida en la literatura respectiva como la vieja economía social, siendo las cooperativas, las mutuas francesas y las asociaciones sus principales actores jurídicos e institucionales.

1.2 La Nueva Economía Social

Con la decadencia y crisis del Estado del Bienestar en la misma década de los setenta, resurge el movimiento de la economía social con la misma fuerza que en su génesis, respondiendo a los mismos postulados de la vieja escuela del siglo XIX, no obstante, en esta oportunidad asume múltiples definiciones en función de las realidades culturales, políticas, institucionales y jurídicas de los países donde se pone de manifiesto el resurgir de este movimiento.

En ambos momentos históricos el autor Jacques Defourny establece dos condiciones para el desarrollo de la economía social. Por un lado, la economía social es hija de la necesidad, es decir, los miembros de estas organizaciones poseían un conjunto de necesidades insatisfechas, tanto en el siglo XIX como en el presente. Por el otro, la existencia de una identidad, reflejada no sólo en la conciencia de clases que los obreros del siglo XIX poseían, como también el sentido de pertenecer a un grupo social que compartiese una identidad colectiva o un destino común (como por ejemplo las cooperativas quebequesas que se agruparon en defensa de su lengua y su religión)[4].

En la actualidad existe una variedad de definiciones de este término el cual se ha ido moldeando en función de las realidades globales de cada país donde se ha desarrollado.[5]

A continuación veamos las diversas definiciones contemporáneas existentes en torno a la economía social:

“ La economía social se define a partir de las organizaciones que la componen: las cooperativas, las mutuas y las asociaciones. (Henry Desroche, 1.983).

“ La economía social reagrupa las actividades ejercidas por algunas sociedades, principalmente las cooperativas, algunas mutualidades y asociaciones, donde la ética se caracteriza por la finalidad de servicio a sus miembros o a otros colectivos más allá del beneficio. La autonomía de gestión, los procesos de decisión democrática y la primacía de las personas y el trabajo sobre el capital son más importantes que la repartición de los beneficios” (Consejo Wallono de economía social, Bélgica, 1.991).

“ La economía social es definida como la combinación de un reagrupamiento de personas y de una empresa productora de bienes y servicios” (Claude Vienney, 1.994).

“ La economía social vista de la lógica de acción de la Asociación: la asociación se define como un dispositivo de compromiso destinado a regir las tensiones entre las mayores formas de coordinación e implicación de las formas mercantiles, doméstica, solidaria, administrativa y democrática” ( Bernard Enjolras, 1.994)

“ La economía social es una economía plural; está constituida por empresas y organizaciones

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