Situación actual agroalimentaria en Venezuela

Como país del Caribe, los Andes, las llanuras y el Amazonas, Venezuela tiene una rica diversidad geográfica y agroecológica. Geográficamente, se puede distinguir un grupo de áreas naturales distintas, lo que lo convierte en uno de los diez países más diversos del mundo, lo que agrega un potencial turístico considerable. Su ubicación geográfica le da al país un buen potencial para la agricultura tropical, que puede producir altos rendimientos en cultivos permanentes como café, cacao, palma aceitera y árboles frutales, o cultivos semipermanentes como caña de azúcar, banano, plátano y mandioca. En contraste, su potencial para cultivos mecanizados extensivos a corto plazo es pequeño, excepto el arroz, que tiende a tener ventajas significativas en países con climas templados.

La limitada tierra disponible para la producción vegetal, la abundante energía radiante y los extensos pastos determinan el importante potencial de la carne de vacuno y el ganado de doble uso (carne y leche). Además, la horticultura se puede desarrollar significativamente en los valles de las montañas costeras. La amplitud de las aguas costeras y territoriales de Venezuela y los bajos costos de combustible brindan un amplio espacio para el desarrollo de la pesca de altura. Dada la diversidad geográfica y agroecológica del país, la producción agrícola de Venezuela es compleja y consta de diferentes sistemas productivos, que tienen características muy diferentes y tienen diferente importancia en la producción de productos y oportunidades de empleo. Sin embargo, en comparación con otros países andinos y América Latina, la producción agrícola representa una pequeña proporción del PIB.

Desde la expansión del petróleo, Venezuela ha sido un importador neto de alimentos agrícolas. En los últimos 20 años, las calorías importadas representaron alrededor del 50% del suministro total de energía de la población. Las exportaciones agrícolas representan solo una pequeña parte de las exportaciones totales del país. Con la promulgación de la Constitución de 1999, la agricultura, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural adquirieron rango constitucional. Los artículos 305 a 308 estipulan la dirección de las políticas públicas en agricultura, desarrollo rural y redistribución de la tierra. Los reglamentos centrales consisten en una serie de leyes, incluyendo la Ley de Tierras y Desarrollo de Tierras, la Ley de Organización de la Soberanía y Seguridad Alimentaria, la Ley de Sanidad Integral Agropecuaria, la Ley de Pesca y Acuicultura, la Ley del Fondo Agrícola y la Ley de Pesca, Silvicultura y afines. desarrollo, etc.

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