Socioadicciones

Socioadicciones

Las socioadicciones son trastornos de dependencia ligados a costumbres, actividades, usos, etc. diferentes no relacionadas con la ingesta de sustancias químicas.

Algunas costumbres, actividades  o usos no son dañinos en sí mismos e incluso muchos de ellos pueden ser necesarios.

Esto hace difícil reconocer algunas socioadicciones ya que no suelen reconocerse como un problema, por ejemplo, una persona que sufre laborodependencia, (adicción al trabajo), es considerada a menudo como un trabajador ejemplar.

Las socioadicciones se caracterizan por la pérdida de control por parte de la persona respecto a una actividad. Convirtiéndose, por lo tanto, el afectado en psicológicamente dependiente.

Es recomendable que se busque tan pronto como sea posible un asesoramiento profesional para resolver el problema del afectado.

Tipo de socioadicciones

• Relaciones personales 

• Dependencias grupales: secta coercitiva, grupo religioso, político, comercial, etc.
• Dependencias interpersonales: adicción al líder, adicción a videntes, terapeutas, adicción a la pareja, etc.

• Juego 

• Adicción a los videojuegos, a los juegos de rol, a las videoconsolas etc.

• Internet 

• Adicción al cibersexo, adicción a la navegación,  a los chats, etc.

• Uso de servicios-objetos 

• Adicción al móvil, a la televisión, a las compras, etc.

• Sexo 

• Relaciones sexuales compulsivas, adicción a la prostitución, etc.

• Trabajo

• Adicción al trabajo.

¿Cómo identificar a un socioadictivo?

Como norma general, los primeros síntomas de una socioadicción suelen ser detectados por la familia, los amigos y las personas del entorno del afectado.

Los cambios más comunes que tienen los sociosadictivos suelen ser; Cambios en el aspecto físico, en el estado de ánimo, en la situación económica, a la hora de actuar con sus redes sociales, etc. Tras detectar dichos síntomas es muy importante informarse bien para poder comenzar el tratamiento lo antes posible.

Hay que tener en cuenta que los mayores de edad no se les puede obligar a recibir tratamiento, por lo que deben tener en cuenta su situación y, a su vez, deben querer curarse. En cambio, si se trata de una persona menor de edad, ésta puede ser obligada a recibir dicho tratamiento.

Muchas conductas y muchos objetos de deseo o de satisfacción pueden convertirse en adictivos, pero para que eso suceda tienen que intervenir múltiples factores y depende  del uso que hagamos de ellas y del modo en que las vamos a utilizar.

Podemos decir que una conducta se convierte en adictiva cuando la persona pierde el control sobre la misma, cuando es la propia conducta la  que toma el control sobre la persona, privando a ésta de la capacidad de decidir.

Se puede hablar de adicción cuando una conducta se manifiesta de un modo exagerado en la vida de una persona, impidiendo a ésta decidir libremente ya que dicha adicción es el centro de su vida. Normalmente, cuando se da un problema de adicción, el trastorno puede prolongarse en el tiempo, provocando cambios en las personas que lo padecen, cambios emocionales, cambios en las rutinas de la vida diaria, cambios físicos, etc., que se aprecian cuando se da dicha conducta adictiva.

Cleptomanía

El sujeto que padece cleptomanía no puede evitar el impulso de robar objetos, independientemente del precio de estos. Los sujetos sienten un gran alivio tras poseer el objeto deseado, reforzándose así la conducta de robar.

El cleptómano, a diferencia del ladrón, roba por necesidad de satisfacer un impulso, mientras que el ladrón roba para divertirse, el cleptómano roba por la necesidad de un deseo material, económico, social, etc, llegando incluso a convertirse en un auténtico profesional. 

Un ladrón puede pasar horas, días e incluso años planeando un gran golpe, mientras el cleptómano obedece generalmente a un impulso relativo dependiendo del lugar y tiempo en que se encuentre.

Algunos de los síntomas más importantes de la cleptomanía son; la impotencia para resistir la compulsión a participar en el robo, la liberación de la presión tras el acto, etc. Dichos síntomas proponen que la cleptomanía puede considerarse como un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo.

Las personas con cleptomanía en ocasiones tienen otros tipos de trastornos que afectan el estado de ánimo, ansiedad, alimentación, control de impulsos, y el uso de drogas; esto conlleva tener grandes niveles de estrés, sentimiento de culpa y remordimiento, y las cuestiones de privacidad que acompañan al acto de robar.

 Las características de los comportamientos asociados con el robo podría dar lugar a otros problemas, que incluyen la segregación social y el abuso de sustancias.

Ludopatía

Esta enfermedad consiste en una necesidad psicológica, una adicción constante al juego que no debe considerarse nunca como un vicio, pues la persona que sufre esta enfermedad se ve obligada a realizar esta actividad debido a una patología y no por simple placer.

Puesto que es una enfermedad que va avanzando poco a poco, en sus primeros momentos el afectado realiza esta actividad por mero entrenamiento, se inicia normalmente en un ambiente social favorable jugando a modo de ocio, por ejemplo con amigos. Pero al tiempo la necesidad va aumentando hasta llegar a consumir por completo a la persona, su energía, tiempo y recursos; llegando a crear una total dependencia física y mental a todo lo que esté relacionado con el juego.

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