Sumeria. Región geográfica de la antigua Mesopotamia

Preconceptos

Himno. Término de origen griego (imnos: exaltar, cantar, celebrar) con el que se designa una composición poética destinada a cantar la gloria de un dios, un héroe o un príncipe relevante, una victoria o un acontecimiento memorable en la historia de una determinada comunidad, o bien de una persona que provoca la admiración y el entusiasmo de un poeta. Este tipo de canto es una de las más antiguas formas de creación poética y de ella hay testimonios remotos de la cultura sumeria. El esquema básico de estos tres himnos constaba de tres partes: 1. Invocación a la divinidad; 2. Relación de sus hechos portentosos e intervenciones en la historia humana; 3. Plegaria, oración y súplica.

Sumer. Región geográfica de la antigua Mesopotamia (hoy componente de la República de Iraq) regada por el Éufrates y el Tigris, dos de los cuatro brazos bíblicos del Edén.

Sumerios. La civilización sumeria, es considerada por muchos estudiosos, la primera y más antigua del mundo. Los sumerios de hecho, aparecen en la Historia, agrupados ex nihilo en torno a unos lugares de culto que se convirtieron muy pronto en pequeños principados teocráticos que evolucionaron a verdaderas ciudades-estado, controladas por un personaje investido de poder religioso por los dioses. Habitantes de Sumer, que según se ha demostrado arqueológica y documentalmente, fueron capaces de ser los primeros en fundar ciudades, Estados e Imperios. Fueron también los primeros en inventar la escritura, en idear los primeros contratos comerciales, en establecer los primeros códigos jurídicos, en instituir las primeras escuelas, en crear las primeras joyas y los primeros trazos de la escritura. También fueron los primeros en escribir poemas de amor, en idear la bóveda y la columna, en fabricar la cerveza. En Sumer, fue donde apareció por primera vez la guerra, la esclavitud, la esclavitud, los primeros campos de concentración, el despotismo, la condena a muerte.

Tigris. (Compartido hoy por Turquía, Siria e Iraq), con 1.840 km. De longitud, nace en un lago montañoso del Curdistán Turco y, durante un corto trecho, forma la frontera entre Turquía y Siria. Tiene varios afluentes grandes, y, desde épocas remotas, constituyó un valioso medio de irrigación.

Éufrates. Es el río más largo del Asia occidental (con un recorrido de 2.720 km). Nace en las montañas  armenias de Turquía, entre el mar Negro y el lago Van. Permite la navegación de embarcaciones de poco calado y sus aguas se aprovechan para el riego en Siria e Iraq.

Panteón de los dioses. Es considerada la tierra de los dioses, el panteón sumerio-acadio contó con millares de dioses, tanto específicamente sumerios como semitas (Dagan, Nergal, Martu, Ishtar, Wer, Erra). Esa abultada nómina divina se hallaba presente en un conjunto de creencias, enmarcadas bajo principios de fe religiosa, mitos y ritos que pretendían explicar los misterios de la vida humana y del mundo físico en el que se desenvolvían.

De todos esos millares de divinidades (muchísimas sin identificar todavía) las cuatro más importantes fueron las cósmicas: An, el dios del cielo; Enlil, el dios del aire; Enki, el dios del agua; y Ninkhursag, la diosa de la tierra. De estos cuatro dioses se derivó el panteón sumerio.

An. (En acadio An o Anum), <> (o mejor, cielo estrellado), representado por una estrella de ocho rayos. Tal dios, sin ninguna función determinada, fuel el alto por excelencia, titular de todo el panteón. <> y <> habitaba en un gran santuario, el Eanna (casa del cielo) en Uruk, su principal lugar de culto.

Enlil. El segundo dios cósmico, <>, el hijo de An. Muy pronto superó en importancia religiosa a su padre, siendo llamado también <> <> y <>, ocupando por ello el mayor rango cultual. Habitaba en la cima de la montaña que ascendía a los cielos (se le conoció por eso con el nombre de Kurgal, “Gran Montaña”). A este dios, se le concedió el mérito de los me o principios que regían toda existencia, así como el imperio de la ley, la determinación de los destinos y el interés de las gentes.

Enki. Fue el tercer componente de la triada, <>, llamado también Ea (casa de agua), en cuanto titular del Océano sobre el que descansaba inmóvil la tierra. Enki fue el dios de la sabiduría, de las artes y de la magia, siendo también una divinidad benefactora y recibiendo en cuanto creador y constructor el nombre de Nudimmud. Su animal emblemático fue el pez.

Imaginario social de la época

La civilización sumeria tenía un pensamiento politeísta en el que centraban su base ideológica, Dioses con emociones humanas, que se hacían presentes en la mayoría de las cosas a su alrededor y que tenían control sobre el pasado, el futuro y hasta de su forma de pensar hasta legar al punto de que no tenían la visión de que su civilización se hubiera desarrollado por sus propios esfuerzos sino que lo ligaban a la benevolencia de los dioses. Por otro lado, veían el paso de las estaciones y el ciclo de las flores representadas por la muerte y el renacer de los dioses. Así que la el tema de “la resurrección” estaba presente desde entonces.

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