TEORIA DE ETSADO
Enviado por ifwewere • 1 de Diciembre de 2014 • 3.089 Palabras (13 Páginas) • 240 Visitas
El pueblo, es un concepto político, significa un conglomerado humano unido por un vínculo de sociedad para ayudarse mutuamente en orden a un fin político; aquella parte de la población que tiene derechos civiles y políticos plenos, o sea que el concepto de pueblo tienen una característica distintiva: el tener este ingrediente jurídico.
Este concepto de pueblo referido a ese matiz jurídico lo encontramos ya desde el Derecho romano.
El pueblo romano estaba integrado por los ciudadanos romanos; y así encontramos la expresión: "El pueblo romano y el Senado romano".
Debemos de diferenciarlo con el concepto de población, el cual vemos que se utiliza para designar un conjunto de hombres en un sentido aritmético. Se dice que la población es el número de habitantes de un Estado.
El pueblo interviene como elemento de organización del Estado.
Una muchedumbre humana sin orden alguno, ni unión física ni moral, no pueden constituir a un pueblo.
Francisco Suárez concebía al pueblo como una especie de "cuerpo místico" constituido por hombres unidos "por especial voluntad o común consentimiento en un vínculo de sociedad para ayudarse mutuamente en un orden a un fin político".
Suárez decía que ese "cuerpo místico", como uno, debía tener una cabeza y por ella se definía. Según este concepto, el pueblo es población ordenada, comunidad natural y espiritual, pero fundamentalmente política.
Para qué el Estado aparezca, es menester que haya un número bastante considerable de hombres (impreciso matemáticamente), puesto que de otra manera carecería de entidad. Desde el punto de vista sociológico se requiere, además de la determinada cifra de población, una cierta división del trabajo y una cierta variedad de las condiciones de vida.
Antes de formar parte del Estado, los seres humanos están unidos entre sí por vínculos de familia y parentesco, de lengua y de religión, de vecindad y de municipio, de profesión y de clase, de relaciones de negocios comerciales; "el fenómeno de la interdependencia social bajo sus múltiples formas" (Jean Dabin).
Todos estos vínculos el individuo lleva consigo a la agrupación política suprema para seguir cultivándolos, se imponen al Estado. No tan sólo se trata de respetar estos vínculos, sino de promover las condiciones más favorables a ellos, conformando adecuadamente las instituciones estatales y la política legislativa.
Para agrupar a los individuos en el Estado se ha propuesto, en nuestro tiempo, el principio de la nacionalidad.
La nacionalidad es un determinado carácter o conjunto de características que afectan a un grupo de individuos haciéndolos afines, es decir, dándoles homogeneidad, y por ello la nacionalidad aproxima a los individuos que tienen esas características afines y los distingue de los grupos extranjeros que tienen otros signos peculiares.
La nacionalidad conduce a la integración de la nación.
“La nación es una sociedad natural de hombres con unidad de territorio, de costumbres y de lengua y con una vida y conciencia comunes” (Manzini).
La concepción orgánica del pueblo lo concibe como "unidad social compuesta directamente de otras unidades inferiores y con la conciencia reflexiva de esta personalidad más perfecta" (Gil Robles).
Hay toda una variedad de conceptos diversos del pueblo en razón de sus funciones:
1. El pueblo como población (concepto cuantitativo) está integrado por los hombres que habitan determinado territorio.
2. El pueblo como masa amorfa y neutra que no participa en las actividades estatales, es un concepto negativo y pasivo. En este sentido hablaba Emmanuel Joseph Sieyes cuando consideraba al pueblo como el tercer estado, el de los no privilegiados.
3. El pueblo que aclama conducido por el jefe.
4. El pueblo como sujeto de la opinión pública frente a la actuación de la autoridad.
5. El pueblo como sujeto de desviación a través del sistema de votaciones, esto es, como cuerpo electoral.
6. El pueblo representado, es decir, actuando a través de sus representantes.
Es menester, no obstante, advertir (como lo hace el doctor Sánchez Agesta) que el pueblo solo puede de una forma muy limitada, realizar estas funciones.
El poder y la acción de gobierno es función minoritaria, obra de la reflexión y la decisión individuales. De hecho la función fundamental que el pueblo realiza en estas diversas modalidades es siempre en cierta manera receptiva y critica, aprobar o desaprobar los contenidos que se le proponen.
Sólo el pueblo representado es realmente capaz de una acción creadora, pero en este caso, claro está que se trata de la voluntad y el pensamiento minoritario de los representantes, no de una verdadera acción positiva de aquel.
El territorio
La teoría del Estado estudia el territorio científicamente como lugar donde reside la población estatal, relacionando lo con la misma e investigando la situación que guarda respecto de la naturaleza de la entidad política.
• El territorio elemento físico del Estado.
Existen agrupaciones humanas en las que el territorio no es de importancia primordial, como por ejemplo: la iglesia, las organizaciones internacionales, etcétera.
Pero tratándose del Estado, el territorio es un elemento de primer orden, colocado al lado del elemento humano en cuanto a que su pertenecía es imprescindible para que surja y se conserve el Estado.
Los hombres llamados a componer el Estado, deben estar permanentemente establecidos en su suelo, suelo que se llama patria; que deriva de dos vocablos latinos: terra patrum (tierra de los padres).
Pierre Joseph Proudhon definió esta relación del territorio con el Estado, como un derecho real de domino público. Georg Jellinek considera que sólo existe un imperum sobre los hombres que les impone una determinada conducta respecto del territorio que habitan. Kelsen (formalista kantiano) define el territorio como el ámbito de validez espacial de un sistema normativo.
El Estado no puede tener un derecho de soberanía (imperum) sobre el territorio, porque la soberanía es autoridad y la autoridad no se ejerce sobre las cosas sino sobre las personas. Tampoco cabe hablar de domino (al estilo del derecho privado) porque el poder que le estado tiene sobre el territorio es limitado en su objeto, pero general. Tal vez lo más conveniente sería considerado (como lo hace Paul Laband) como un "derecho real de derecho público".
La formación estatal misma supone un territorio. Sin la existencia del territorio no podría haber Estado. Desde este momento hacemos la aclaración
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