TERRITORIO DE GUERRA EN COLOMBIA

TERRITORIO DE GUERRA EN COLOMBIA

ANGIE LORENA CRUZ VELA

El conflicto armado en Colombia tiene su antecedente inmediato con las guerrillas liberales surgidas como reacción a la persecución política iniciada por el gobierno del partido conservador en (1946-1953). En la década de los 90 Colombia empieza una disputa por territorios geográficos estratégicos entre actores armados por la lucha de la propiedad de la tierra, una tierra fértil y alejada de la civilización donde reina la lógica bélica, la disputa por territorios donde la dinámica de la guerra tiene como propósito apropiarse de fronteras fértiles cocaleras.

Es así como se introducen los marcos de colonización interna del territorio en términos económicos sociales y políticos donde surgen grupos armados que terminan apropiándose del territorio y conformando equipos de lucha que durante años se han encargado de encrudecer la realidad de violencia en nuestro país.

Con ocasión a esto el autor se ocupa entonces en el análisis de la historia de la creación de tres grandes corredores geográficos estratégicos, dos ya configurados y uno en formación que permiten distinguir dos escenarios de guerra en el país, uno al norte y otro al sur del país. Estructuras locales de poder que se manifiestan en el control de la soberanía del territorio cuya dinámica de confrontación tiene como eje la lucha por el control de la economía cocalera.

En el norte colombiano la región de Urabá, Nudo del paramillo, Norte de Antioquia, Bajo Cauca antioqueño, Magdalena medio, sur de Bolívar y sur del Cesar y el Catatumbo aquí ejercen el control los paramilitares organizados en más de veintiún (21) bloques que controlan las extensiones de varios departamentos de Colombia representados por Carlos Castaño y Salvatore Mancuso entre otros lideres de la guerra. Así crearon un proyecto político militar y social con la colaboración de las fuerzas armadas el cual busca consolidar el territorio y así tener mecas para expandirse, su origen geográfico cronológico surge como formas de autodefensa para lograr el monopolio de la violencia y la fuerza, de tal forma que lograr las interrelaciones entre territorios que ya están en una frontera delimitada sean sus aliados y exista así una red de relaciones entre las regiones que permitan una economía monetizada, consolidando proyectos económicos que pongan en conexión a todos. Buscando así un tránsito controlado que les permita movilizar su economía y controlar a todos los actores.

Mientras, por otra parte, en otras regiones más centralizadas se vive un control individual con su propio regimen económico disperso de las otras regiones y controlando su propia violencia, una violencia llamada partisana movida por sentimientos ideológicos típicos del terruño sin querer una proyección expansionista, una violencia distinta a la

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