TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Psicología Médica
Enviado por Feri Erazo Mendoza • 22 de Abril de 2018 • Tarea • 1.562 Palabras (7 Páginas) • 153 Visitas
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TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Psicología Médica
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Introducción
Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen un conjunto de trastornos psiquiátricos cuyo factor común consiste en la alteración de la ingesta de alimentos.
A pesar de no ser trastornos muy frecuentes, son un motivo de consulta de gran importancia dentro de la psiquiatría del niño y el adolescente, son importantes dentro de la clínica debido a su evolución y dificultad en el tratamiento. Este tipo de trastornos representan entidades psicofisiológicas particulares, entendemos que la conducta alimentaria tiene como finalidad satisfacer una necesidad biológica, misma que puede verse alterada por dimensiones sociales, culturales o interpersonales del individuo, en su mayoría adolescente.
Es muy frecuente que estas conductas patológicas presenten cuadros depresivos, de ansiedad o trastornos de la personalidad; estos se ven reflejados tanto en su sintomatología depresiva, irritabilidad, cambios en las relaciones sociales y afectivas que pueden conllevar al consumo de tóxicos.
Su deseo de adelgazar justifica sus dietas que conducen a hábitos alimentarios anómalos que por mantener un “peso ideal” se convierte en el centro de atención y de la conducta del adolescente
La DSM-III-R (1990) como la CIE-10 (1992) consideran la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa como las dos entidades más representativas de los trastornos de la conducta alimentaria. (1)
Para abordar el tratamiento de estos trastornos es necesario considerar los componentes biológicos y psicológicos que fueron desencadenantes y que nos puedan servir para el mantenimiento del mismo. Es de igual manera importante integrar la terapia cognitivo-conductual, abordaje familiar y tratamiento farmacológico de ser necesario.
Anorexia nerviosa
Es un trastorno frecuente en la adolescencia que se caracteriza por el rechazo al alimento disminución de la ingesta con la consiguiente pérdida de peso.
El deseo de adelgazar y el temor patológico a aumentar de peso y la obesidad conllevan a los adolescentes a restringir la ingesta por medio de dietas hipocalóricas que son a su vez la manifestación más importante y evidente en este trastorno, más de la mitad de los adolescentes también complementan la dieta con ejercicio físico excesivo.
A pesar de la pérdida evidente de peso, el paciente continúa con la preocupación excesiva sobre su figura y el temor irracional a la posibilidad de engordar, con lo que mantiene una conducta alimentaria anormal que no solo conlleva a una dieta poco calórica, ejercicio físico excesivo, ingesta de laxantes o incluso provocarse el vómito. Esto puede desencadenar un cuadro de desnutrición crónica en el individuo.
Es una enfermedad típica en mujeres, sin embargo, en los últimos años su incidencia ha aumentado también en varones; se presenta, en su mayoría poco después de la pubertad o finalizando la adolescencia pese a que puede también desencadenarse en edades inferiores o superiores.
Este trastorno tiene tres características básicas que lo definen:
- Intensa pérdida de peso generada por el propio individuo
- Psicopatología que se concreta en el rechazo y aversión a engordar
- Cambios neuroendocrinos: mujeres con amenorrea y hombres con pérdida de interés y potencia sexual.
El comer desencadena gran ansiedad al igual que el ejercicio físico que en un principio puede ser leve y voluntario, pero se torna más compulsivo. El estrés que genera la enfermedad genera conflictos familiares y en el entorno, este estrés conduce a estados de ánimo cada vez más depresivos. El paciente se siente incomprendido y obligado a ingerir alimentos, esto provoca una ansiedad desbordante en el individuo.
El individuo tiene una percepción exagerada de su figura, esta distorsión de la imagen se vuelve cada vez más grande al igual que hay más miedo a ganar peso lo que conlleva a una restricción aun mayor de la ingesta alimentaria, eso a su vez genera un círculo vicioso cada vez más difícil de salir sin ayuda.
Las relaciones familiares y sociales se ven alteradas debido a la irritabilidad que muestra el sujeto, el temor a verse gordos frente a los demás genera apatía, menos deseos de relacionarse con los demás y por ende disminuyendo la salida con amigos o familia.
Con el transcurso de la enfermedad se presentan alteraciones y trastornos que pueden incluso llevar a la muerte, entre ellos se presenta hipotermia, bradicardia, pérdida de cabello, deshidratación y estreñimiento. Las alteraciones del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico dan lugar a amenorrea secundaria o prolongación de la primaria. Las alteraciones en la neurotransmisión explican la tristeza, irritabilidad y obsesión por lo que son frecuentes también los trastornos de personalidad, sobretodo de evitación y obsesivo compulsivos. A medida que trascurre el trastorno, existe pérdida de masa ósea que desencadena osteopenia en individuos con una evolución de un año o más.
Etiología y patogenia
Actualmente su etiología se ve orientada en un modelo multifactorial con la interacción de factores sociales, culturales, familiares e individuales que actúan ya sea como factores desencadenantes o de mantenimiento del problema.
Factores socioculturales: asociación entre anorexia nerviosa y clase social. Se considera que en las clases altas y países industrializados este trastorno se presenta con mayor frecuencia que se relaciona con los estándares estéticos de la sociedad occidental sobretodo en la clase alta. Los niños gordos sufren desaprobación e incluso aislamiento social por parte de sus compañeros. La presión social sobre los estándares estéticos que consideran a la delgadez como éxito social, afecta sobre todo a las mujeres, y en este grupo se ven con mayor frecuencia aquellas que quieran ser modelos o bailarinas.
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