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Talcott Parsons desarrolla de la sociedad


Enviado por   •  29 de Mayo de 2017  •  Reseña  •  3.009 Palabras (13 Páginas)  •  171 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El siguiente ensayo pretende analizar críticamente la concepción que Talcott
Parsons desarrolla de la sociedad. En este ensayo se realizará una síntesis de cuatro textos del autor, principalmente el denominado La Estructura de la Acción Social, el cual data del año 1937, en donde se presenta una tesis de gran alcance, la cual se centra en la idea de que habría un hilo teórico conductor que sería común a los grandes teóricos de la sociedad y que Parsons construye con los aportes teóricos de Marshall, Pareto, Weber y Durkheim. Este hilo conductor arrancaría del concepto de acción social y de la idea de sistema como única vía para poder generar una teoría general de la sociedad a fin de poder integrar los distintos niveles de la acción social. Esto es lo que para Parsons vendría a constituir el marco de referencia de la acción social. Este marco de referencia de la acción estaría basado en una visión voluntarista de la acción dejando atrás la visión utilitarista de esta.
Talcott
Parsons, quien pertenece a la corriente del estructural-funcionalismo, cuya característica principal es el considerar el concepto de función como un aporte a la conservación de la continuidad estructural del sistema, intenta desarrollar una teoría general de la sociedad que sea posible de aplicar para cualquier sociedad en cualquier momento. En de este ensayo es expondrán los conceptos principales que conforman la teoría general de la acción social, mostrando a modo de recorrido como Parsons va elaborando su visión de lo que denomina sistema de acción y como va configurando el marco en el cual va a basar su propuesta teórico-analítica de análisis de la sociedad.
DESARROLLO
Marco General de la Acción

a) La Teoría Voluntarista de la Acción (sintetizado del texto “La Estructura de la Acción Social” y de “Towards a general theory of action”).

En sus estudios sobre los teóricos de la acción (Marshall, Pareto, Weber y Durkheim),
Parsons se encuentra con un esquema conceptual compartido al cual denomina teoría voluntarista de la acción. Esta teoría dejaría atrás la idea utilitarista de la acción orientada a la gratificación por parte del actor. Parsons avanza en la teorización y señala que el concepto de acción sería el objeto de estudio y que este debe ser tratado bajo el punto de vista de un sistema. El concepto de sistema es entendido como un concepto integrador de la idea de sociedad, lo que derivará en una visión funcionalista de las partes que conforman el sistema de acción.

El
marco de referencia por lo tanto, se edifica a partir de la noción de unidad/acto que sería el elemento inicial del modelo. Este se descompone a su vez analíticamente en cuatro partes: a) Actor; b) Situación; c) Orientación (fin); d) Motivación. Este esquema presenta implicaciones en cuanto se entiende al acto como un proceso en el tiempo en donde el actor puede errar en la consecución del logro de sus fines. Vemos una interdependencia entre estas partes que a su vez conformarían un sistema, el cual presenta características subjetivas pues implica las perspectivas del actor en la situación. Podemos ver que esta unidad del acto nos entregaría una visión voluntarista de la acción. Esta posición voluntarista de los elementos hace que estos no sean ni causales ni determinados naturalmente, sino que serían resultado de la acción libre del hombre en la persecución de metas que pueden ser colectivamente compartidas.

Ahora bien, el punto de
referencia de estos conceptos es la acción de un individuo o de una colectividad de actores, por lo que lo importante es la organización de las orientaciones del actor en una situación. La acción por ende se entiende como un sistema de acción que es una pluralidad de acciones normativas (lado voluntarista) o de orientaciones del actor. Esta orientación a su vez, implica objetos que pueden abrir o limitar al actor al momento de intentar alcanzar sus metas. Los objetos involucrados pueden a su vez ser sociales (actores o colectividades, que se denominan ego), o no sociales (objetos físicos que se dan dentro de un espacio-tiempo o culturales, que son símbolos transmisibles que se denominan alter).

La acción o el comportamiento de organismos vivientes se analizaría por lo tanto en base a cuatro puntos: a) el comportamiento orientado al logro de fines; b) que ocurre en situaciones; c) esta normativamente regulado; d) supone una motivación. El análisis de la acción por lo tanto, comprende la descripción del estado del sistema de acción en cualquier momento y de sus cambios a lo largo del tiempo, o mejor dicho de los procesos. Esto nos indica que la acción nunca se da aislada sino que se daría en forma de sistemas. En consecuencia
Parsons señala que la acción humana se daría dentro de tres configuraciones sistémicas que serían las encargadas de organizar las orientaciones del actor:

a) El sistema de la personalidad: Aquí cuentan las necesidades o tendencias del sujeto y las motivaciones o energías que se colocan en la consecución de metas.
b) El sistema social: Trata de la organización de los roles que apuntan al doble aspecto del desempeño del sujeto, o sea expectativas y reacciones que organizan las orientaciones a nivel social.
c) El sistema cultural: Implica un conjunto de valores compartidos por los actores. Es la organización de valores y normas, la cual se da en función de los roles y de las expectativas de los roles.

b) La conformación de los Roles (Tomado de “Towards a general theory of action”).

Podemos señalar que el sistema social se configura como un sistema de roles los que a su vez se basan en las orientaciones valóricas que tienen los actores sociales. Para clarificar este punto podemos decir que el modo de orientación es el eje parsoniano, así como en Marx el eje de su teoría es el modo de producción. Los valores y patrones culturales se internalizarían en el sistema de la personalidad y se institucionalizarían en el sistema social, lo que da paso a la configuración de los roles. Como existen muchas motivaciones que generan distintos roles, hay que analizar las motivaciones de la persona y también los valores que respeta, o sea lo motivacional y lo valorativo. Todo lo valorativo desembocaría en el el sistema cultural, así cuando se institucionalizan valores en el sistema social y se internalizan en la personalidad, el actor se guiaría en cuanto a cómo actuar o adoptar una posición frente a los alter y frente a los ego, por lo que la sociedad se organizaría al momento de que los roles se esclarecen en el sistema de acción, el que a su vez es un sistema de roles (ver cuadro 1).

Las Variables-Pautas como Orientaciones para la Situación (tomado de “Towards a general theory of action”).

Ahora bien, pensemos en que los actores funcionan. Estos actores al momento de encontrarse en una situación de acción, se encuentran con diversos dilemas que deben de solucionar. Para
Parsons, estas soluciones son polares, o sea los actores deben de elegir uno de los polos. Parsons señala que estos dilemas son opciones imperativas del actor-en-la-situación y son aplicaciones internalizadas e institucionalizadas. Debemos considerar que los actores se analizan en relación a sus modos de orientación tanto desde el punto de vista motivacional como valorativo. Por lo tanto, Parsons señala la existencia de cinco de estos dilemas los cuales se pueden enfocar desde dos puntos de vista:

a) Para las relaciones Sujeto-Sujeto: Existirían tres variables pautas que organizan las orientaciones del actor-sujeto, Afectividad/Neutralidad Afectiva (cómo el actor analiza o evalúa su actuar); Universalismo/Particularismo (si evalúa los objetos en relación a un
marco general o en relación a sus propios motivos personales); y Egoísmo/Altruísmo (es la idea del cómo voy a actuar).
b) Para las relaciones Sujeto-Objeto: Habrían dos variables pautas para este tipo de relaciones, Adscripción/Logro (si hago primar cualidades o metas); Especificidad/Difusividad (si es que prima el objeto social o alter o lo aprecio sin importar algo específico).

Estas cinco variables-pauta agotarían todas las opciones del actor en una situación orientada tanto a sujetos como a objetos y constituirían un sistema cerrado y completo. Al mismo tiempo
Parsons las agrupa en dos polos; uno moderno, en donde se ubicarían el universalismo, el logro, la especificidad funcional y la neutralidad afectiva; y otro tradicional, en donde estarían el particularismo, la adscripción, la difusividad y la afectividad. El Egoísmo/Altruísmo sería para Parsons un factor de intermediación en el paso de lo tradicional a lo moderno, por lo que ambos modelos podrían constituirse en torno a ambos polos. Entonces podría decirse que la modernidad parsoniana no presentaría un solo patrón.

El Sistema Social (tomado de “The Social Sistem”).

La noción de sistema dice relación con un número indeterminado de partes que interactúan unas en otras. Por lo tanto debemos pensar en una frontera que permita identificar los sub-sistemas que interactúan de manera más frecuente, más intensamente y más recursivamente entre sus partes. Esto permitiría identificar sistemas y ambientes por lo que estaríamos en presencia de distintas estructuras que conforman el sistema.

Los sistemas sociales funcionarían de forma abierta, intercambiando acciones con sistemas circundantes que al mismo tiempo están en un sistema mayor. Aquí aparece el concepto de frontera entregando así una noción de estructura y por lo tanto una coherencia que se puede denominar sistema.

Hemos visto que el sistema social es un sistema de interacción entre una pluralidad de personas en donde lo importante es el rol, el cual estaría en la raíz de las categorías estructurales que serían la colectividad, la norma y el valor. Este rol vendría a ser un sistema de interacción estable, podemos ver entonces que cuando existe alter y ego habría colectividad y el rol es el que daría la pertenencia al sistema. La sociedad vendría a ser la totalidad de roles posibles.
Los sistemas desarrollarían dos tipos de procesos:
a) Distributivos: Asignan a posiciones sistémicas componentes o factores como los recursos materiales, los recursos humanos y las recompensas (medios).
b) Integrativos: Aseguran la eficiencia del desempeño del sistema y la coordinación entre sus partes (fines).

Este doble intercambio apunta a las relaciones que se dan entre sistemas, dando origen a sistemas sociales, ajustando así las relaciones, como por ejemplo en el caso de los hogares y las empresas.

El Sistema AGIL o los Imperativos Funcionales (sintetizado de “The social system”).

Todo sistema social estaría sometido a cuatro problemas o imperativos funcionales que debe superar para así poder mantener su equilibrio y su existencia.
Parsons señala que existirían tres tipos de intercambio entre sistema y ambiente: El primero apunta a la obtención de gratificación o metas. Estas metas son una relación entre el sistema de acción y uno o más objetos de la situación externa; el segundo apunta a controlar el entorno para proveer medios y así alcanzar las metas. Esto tiene relación con la adaptabilidad o equilibrio del sistema; y el tercero apunta a mantener la solidaridad o la armonía de los componentes del sistema (motivaciones personales, roles individuales y roles colectivos). Esta es la función de integración del sistema.

Estas serían las actividades continuas de cualquier sistema social en cualquier momento. De aquí
Parsons señala los cuatro imperativos funcionales que mostramos con anterioridad y que componen actividades genéricas y universales que se imponen a cualquier sistema social por el solo hecho de serlo. Estos imperativos conforman el modelo de intercambio entre los sub-sistemas que conforman el sistema total y que es conocido como modelo AGIL:

1) Adaptación (A): Esta función es una consecuencia de la pluralidad de metas que están jerarquizadas y consiste en la capacidad de disponer de recursos para cumplirlas. La organización económica sería aquí el sub-sistema.
2) Determinación de Metas (G): Esta función tiene por objeto influir en las motivaciones de los individuos para que contribuyan al mantenimiento del sistema. Así se pueden ordenar las metas según la urgencia de estas para el sistema. El sistema político y el gobierno serían el sub-sistema.
3) Integración (I): Consiste en ajustar los sub-sistemas para así mantener el sistema. Esto apunta a la solidaridad y a la pertenencia al sistema, por lo que el sistema de normas, o mejor dicho el complejo normativo institucional sería el sub-sistema, ya que define los premios y castigos.
4) Mantención de Normas (L): Apunta a mantener la estabilidad de las pautas culturalmente institucionalizadas que definen la estructura del sistema. Esta mantención de normas es la inercia del sistema pues mantiene las estructuras. El foco está en los valores en cuanto creencias y en cuanto compromiso de los actores con los valores del sistema.

Puesto que el sistema cambia y establece relaciones con otros sistemas o sub-sistemas, existiría inestabilidad, por lo tanto dentro del sistema hay funciones que tienden a ordenarlo para mantener su estructura, por lo que podemos señalar que existiría un equilibrio dinámico al interior del sistema (ver cuadro 2).
Todo sistema tiene metas pues debe mantener relaciones estables con un ambiente inestable donde existen objetos necesarios para la mantención del sistema. La acción del sistema y la mantención de sus relaciones con el ambiente quedaría gráficamente expresado según lo muestra el cuadro 3. Es posible observar en el cuadro 4 cómo el sistema social quedaría organizado a partir de los cuatro imperativos funcionales.

Finalmente podemos finalizar este recorrido por el
marco analítico de referencia de la acción social expuesto por Parsons mostrando en definitiva el esquema de los intercambios funcionales del sistema social (ver cuadro 5).

RECAPITULACION

Hemos visto que la Teoría Voluntarista de la Acción permite ubicar el punto de vista subjetivo de los actores involucrados en los intercambios funcionales del sistema social dentro del análisis social, dejando atrás la visión utlitarista del sujeto que señala que la acción estaría determinada por elementos racionales de tipo naturalísticos o causales. Se conforma así el
marco de la Teoría General de la Acción Social. Además se ha señalado que a partir de la conformación de los roles, los cuales estarían basados en las orientaciones valóricas de los actores, el sistema social puede configurarse como tal. Al mismo tiempo, configurados ya los roles y el sistema mismo, los actores se encuentran con dilemas al momento de actuar. A estos dilemas Parsons denomina variables-pautas, los cuales agotarían las posibilidades del actor en una situación determinada. Estas variables-pautas se agruparían en un polo moderno y en un polo tradicional. Luego de esto Parsons organiza los conceptos y los enmarca dentro de la noción de sistema, la cual dice relación con las interacciones entre las indeterminadas partes que conforman el sistema social. Por lo tanto se debe de pensar en una frontera que identifique estas partes denominadas sub-sistemas. Aquí el rol es fundamental pues señalaría la pertenencia a tal o cual sub-sistema por parte de los actores. La sociedad es entonces la totalidad de roles posibles.

Los imperativos funcionales serían por ende las actividades genéricas y universales que se impondrían a cualquier sistema social que se conforma a partir de los conceptos expresados por
Parsons, los cuales dan cuerpo a este ensayo. Estos imperativos son los responsables de establecer los intercambios necesarios entre los sub-sistemas con el propósito de mantener la estructura y el equilibrio del sistema dotándolo de los objetos necesarios para su mantención.
CONCLUSIONES

Luego de recorrer los más importantes conceptos que
Parsons utiliza para organizar su teoría general de la acción social y de la sociedad, podemos señalar que estamos frente a uno de los mayores esfuerzos teóricos por comprender las formas en las cuales la sociedad establece sus patrones para el mantenimiento de su equilibrio interno y de sus relaciones con lo que Parsons llama ambiente. Este esfuerzo podemos encasillarlo con el nombre de meta teoría de la sociedad, ya que vemos una conjunción de conceptos que nunca antes se habían trabajado de manera conjunta en cuanto enfoque sistémico de la sociedad. Podríamos al mismo tiempo señalar que uno de, los mayores logros es la superación de la visión utilitarista de la acción social, la cual dejaba afuera las posibilidades subjetivas del actor al momento de tomar decisiones, lo que da lugar para que Parsons establezca el marco de referencia básico de la acción social entendida como sistema social.

Pero por otra parte no podemos dejar de señalar que este esfuerzo meta teórico de
Parsons, lleva hacia un grado de ininteligibilidad que es criticado por la mayoría de los estudiosos del sistema social. Esta crítica se basaría principalmente en la falta de aspectos prácticos o mejor dicho en la falta de evaluación de fenómenos de la realidad en sí.

Queda la impresión, luego de relacionarse con un trozo de la obra de
Parsons, que este cae en un plano demasiado abstracto, en donde más que ayudar al análisis social, se generan confusiones y dificultades conceptuales para alguien que intente aplicar el esquema de análisis que Parsons propone. Además, la idea de sistema como concepto integrador es a lo menos dudoso, puesto que en muchas ocasiones la sociedad se ha conformado en base al conflicto entre sus partes o con su entorno y no en la integración propiamente tal. De todas formas es importante entender que el conflicto no necesariamente debe asociarse a lo negativo pues al mismo tiempo es el conflicto muchas veces el motor de los procesos que llevan a un nuevo equilibrio del sistema. Además podemos pensar en que los conflictos pueden generar un reforzamiento de las pautas de pertenencia a un grupo. La última crítica que podemos esbozar en relación a los conceptos expuestos es que las opciones imperativas que afloran al momento de relacionarse con sujetos o con objetos no dan cabida a una decisión sintetizada sino que pone a los sujetos en medio de dos polos disyuntivos, pues según Parsons estos cinco imperativos o dilemas agotarían todas las posibilidades del actor en la situación, lo que a lo menos suena dudoso.
Para finalizar quisiéra rescatar por sobre todo el esfuerzo de
Parsons por insistir en su momento con la idea de generar un sistema analítico de la sociedad que pueda llevarnos a entender cómo y cuáles son los procesos en los que estamos inmersos como actores-sujetos en la sociedad.

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