Tema: Manifestaciones ¿Acto anarquista o deber social?

Manifestaciones ¿Acto anarquista o deber social?

Comencemos observando las imágenes 2 y 3: En la primera se encuentra mucha gente reunida con sus paraguas mientras llueve; mientras que en la otra, se aprecia una persona con el rostro descubierto destruyendo una señalética en la vía pública. ¿Están estos dos fenómenos relacionados? ¿Tienen explicación ambos fenómenos?, pues la respuesta es sí y sí. Estas fotos fueron tomadas el mismo día (17 de Agosto de 2011) durante la misma manifestación, llamada la marcha de los paraguas, que buscaba educación pública, gratuita y de calidad, es decir, están relacionados en cuanto a espacio, tiempo y causa. Ahora bien, podemos suponer, con cierta certeza, que en ambos casos se está manifestando en contra la misma causa (al menos en parte) y aquí nace la pregunta, ¿son legítimas, o necesarias estas formas de manifestaciones?, para responder esto debemos analizar la explicación de estos fenómenos.

Las marchas realizadas durante todo el periodo, y particularmente las realizadas en 2011 cambiaron el imaginario social existente hasta entonces en cuanto a educación. Previo a las manifestaciones, era incuestionable el pagar millones de pesos por estudiar, o la calidad de educación que se le estaba entregando a los alumnos, particularmente en colegios municipales; pero luego de dichas movilizaciones y luego de generar un debate público al respecto, ya no era normal ni era correcto desembolsar decenas de millones (la mayoría pedidos a crédito). Las marchas cambiaron el cómo debían ser las cosas, el cómo la gente creía que debía ser la educación. Este imaginario social se expandió en la sociedad durante este periodo a partir de unos pocos que pensaron que las cosas debían ser distintas. Es así como se cambió el horizonte de expectativa tanto de los alumnos, como de la sociedad; ya no se veía un futuro en el cual la gente paga por una educación de mala calidad (hecho que previamente no se cuestionaba), si no que en este horizonte se veía la educación como ellos la querían. Por otra parte, el espacio de experiencia de la juventud de entonces no era el mismo que hace 10 años, la gente ya contaba con un considerable historial de marchas realizadas por la educación, como el “mochilazo” del 2001 que hablaba fundamentalmente del pase escolar, luego en 2006 con la llamada “Revolución pingüina” que trataba, entre otras cosas, sobre la derogación de la ley orgánica constitucional de enseñanza, fin de la municipalización de los colegios, pase escolar gratuito y unificado, y sobre el cambio de la prueba de aptitud académica.

Con todo lo expuesto anteriormente cabe preguntarse si las marchas del año 2011 (particularmente la de los paraguas) se hubiesen realizado si esas personas no hubiesen tenido tal horizonte de expectativa, si no vieran un futuro distinto al pasado donde la educación era (y lo sigue siendo) pagada y de mala calidad, si no hubiesen tenido una visión distinta del futuro que querían. O si dentro del espacio de expectativa de ellos, no se encontraran marchas por distintos motivos, pase escolar, LOCE, etc. Como forma de manifestación ante la autoridad; si en lugar de presenciar o participar en manifestaciones, se tragaran, aceptaran y callaran todas las molestias e injusticias que ellos considerasen. En lo personal diría que no, tanto la expectativa de un futuro diferente, como la experiencia de un pasado de marchas definieron aquel evento histórico, ahí yace la historia, eso determinó aquel presente.

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