Tequila: centro mágico, pueblo tradicional. ¿Patrimonialización o privatización?

Tequila: centro mágico, pueblo tradicional. ¿Patrimonialización o privatización?

Según el alemán Von Ihering, el patrimonio debe dejar de ser un atributo de la personalidad, pues los bienes no necesariamente deben estar ligados a aquélla. Por lo tanto hablar de patrimonio no se refiere obligatoriamente a un individuo en particular.

En el siglo XIX con la formación de los Estados Naciones, comenzó a hablarse de patrimonio cultural de una nación, el cual estaba constituido por valores históricos y culturales. Esa valorización se centró sobre todo en la cultura material, cuya contribución a la formación de una identidad nacional era relevante en términos simbólicos.

Entonces, el patrimonio tenía dos funciones: fuera del Estado Nación, funcionaba para reivindicar su valor propio: internamente se proyectaban identidades políticamente aceptadas o convenientes.

En la evolución del concepto, quedaron incluidos tanto los bienes intangibles como los bienes materiales. Desde luego que los artificios o manifestaciones culturales que devienen patrimonio, también adquieren tal calidad en contextos concreto.

Enrique Florescano, estudioso del patrimonio nacional, estima que éste está integrado por ‘’bienes sociales de responsabilidad común’’. Y como se apuntó antes, además de las cuestiones materiales, desde la segunda mitad del siglo XX se consideraron con derecho a estar dentro del patrimonio ciertas expresiones culturales.

Hoy, además de los estados, organismos internacionales como la UNESCO, promueven y apoyan programas de rescate, conservación y/o preservación de determinados bienes o expresiones culturales.

El patrimonio puede estar conformado por arquitectura monumental, así como por artesanías elaboradas por comunidades indígenas, sin embargo, quien decide que ambas son expresiones del patrimonio cultural de una nación es sólo un pequeño sector social.

En las últimas décadas, la UNESCO, a través del Centro de Patrimonio Mundial, es la entidad responsable de la protección jurídica internacional y de la declaración del patrimonio por el valor que éste representa para la humanidad. La idea es que las poblaciones locales, así como la cooperación internacional, participen en la conservación de los patrimonios culturales y naturales.

El patrimonio cultural fue concebido como un conducto para vincular a la gente con cierta historia, así mismo, tiene un valor simbólico como generador de una identidad cultural. Lo que se quiere probar con el análisis del caso del pueblo Tequila es como un proceso de patrimonialización, validado por el Estado Mexicano, y legitimado por la UNESCO. En este caso, cierta declaración de patrimonio funciona como una forma de privatizar espacios con alto valor social.

Así pues, los bienes acumulados por una sociedad importan en la medida en que favorecen o retardan ‘’el avance material’’. Los gastos requeridos para preservar y conservar los patrimonios, son una inversión justificable si reditúa ganancias al mercado inmobiliario o al turismo. Por eso se atribuye a las empresas privadas un papel clave en la selección de bienes culturales, por lo cual corresponde una estética exhibicionista en la restauración de los criterios artísticos, históricos y técnicos, con el fin de incrementar su rendimiento económico.

Es el Estado, la UNESCO, así como empresas, quienes definen qué tiene valor patrimonial y qué no; sin embargo, los lugares patrimonializados ya forman parte de la cultura de ciertos sectores sociales.

El caso de Tequila, Pueblo Mágico, es distinguido por el Estado mexicano y por la UNESCO, como un particular valor cultural.

TEQUILA: CENTRO MÁGICO, PUEBLO TRADICIONAL.

Desde 2004, Tequila, Jalisco, fue incluido en el programa de la SECTUR del gobierno federal denominado ‘’Pueblos Mágicos’’, certificación que se le otorga a aquellas localidades que entre otras cosas, cuentan con potencial como destinos turísticos. La inversión de este programa, no se destina a sectores agrícolas o industriales, sino, a modernizar la imagen urbana del centro de Tequila y creación de infraestructuras destinada a la prestación de servicios.

El ingreso de Tequila a las localidades distinguidas por la SECTUR para ser considerada Pueblo Mágico, se debió a las gestiones de un pequeño grupo de empresarios propietarios de la más pequeña importante empresa de la industria tequilera mexicana, interesado en aprovechar el programa para promocionar el tequila.

El programa ‘’Tequila, Pueblo Mágico’’ ha operado desde 2004 con la remodelación y reconstrucción del centro histórico, utilizando colores, y materiales tradicionales de la región, así como la infraestructura de la plaza y calles del pueblo, y la construcción de establecimientos de alojamiento, ampliación de carreteras de acceso y proyectos de promoción turística y organización de comerciantes.

El centro histórico de Tequila, Jalisco.

El centro es la sede de una gran serie de eventos. La mayoría de las actividades tequilenses pasan por el corazón vital de ésta sociedad. Como en cualquier pueblo, ‘’la plaza’’ es el lugar de trabajo de aproximadamente unas 300 personas, así como un punto de reunión, un lugar de esparcimiento y de diversión.

Detrás de las fincas del primer cuadro de la ciudad en dirección poniente, se encuentran las fábricas de tequila de las más antiguas de la localidad: La Rojeña y La Perseverancia. Los hornos de manga o chacuacos son parte del paisaje que conforma el centro, cuya memoria histórica se remonta hasta la batalla sostenida por algunos pobladores alineados a los ejércitos de Ramón Corona contra ‘’El Tigre de Álica’’, en enero de 1873. De igual forma, las casonas de arquitectura colonial que encierran el primer cuadro de la ciudad forman parte de éste paisaje urbano, algunas de estas casas actualmente son museos, restaurantes, hoteles o galerías.

Aunque existen otros espacios, el centro es el sitio principal, y preferido para eventos sociales, culturales, deportivos, así como para las celebraciones del pueblo, cívicas o religiosas y la feria nacional del tequila.

Como en cualquier otro pueblo, es en el centro en donde se encuentra la iglesia, la presidencia municipal, así como otras oficinas administrativas. Destacan la iglesia de la Inmaculada Concepción, patrona de Tequila, frente a ella la capilla de los desamparados.

El Centro Mágico de Tequila

En el primer cuadro del pueblo se asientas las inversiones privadas y estatales. Como ya se mencionó, Tequila fue incluido entre los Pueblos Mágicos, por contar con atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes cotidianidad, así como la elaboración de un producto peculiar.

Pertenecer al programa Pueblos Mágicos, implica ser beneficiado con un programa de desarrollo turístico integral, cuyos objetivos son: Ayudar al fomento turístico, generar empleos, contribuir a mejorar servicios básicos, mejorar la imagen urbana y atender aspectos culturales y tradicionales (SECTUR, 2005)

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