Texto Academico - Machismo

Un nuevo amanecer

El ser humano se compone de dos sexos, hombre y mujer. Estos tienen la misma dignidad y deberían merecer el mismo respeto. Pero antes del siglo XX las mujeres no siempre habían sido consideradas humanas por completo ya que no creían que tuvieran una igualdad con los hombres.

Desde la antigüedad se han ido creando ciertos estereotipos, a los hombres y a las mujeres. Se consideraba que todo ser que naciera hombre tenía que ser  inteligente, fuerte y ganar dinero para poder conseguir y mantener una familia, y toda mujer debía ser bella, débil, inocente y tener como único objetivo casarse y tener hijos. Había muchos comportamientos o actividades que un hombre no podía realizar por el simple hecho de ser hombre y así mismo, las mujeres tampoco podían actuar con libertad. Sin embargo, hoy sabemos que tanto hombres como mujeres pueden realizar diferentes tareas que inicialmente tenían un estereotipo para cada género.

El problema de la discriminación de las mujeres fue causado por diferentes causas, por ejemplo, condición socio-política, económica, ya que tenían una división de tareas o trabajos y los hombres salían de la casa para ganar un salario mientras que las mujeres se dedicaban a las tareas domésticas y al cuidado de hijos y enfermos, otro es la libertad de pensamiento, éste se daba a que los hombres eran quienes poseían los medios para estudiar y formarse, y como eran “superiores” a las mujeres, ellas eran descartadas de que tuvieran la oportunidad de tener estudio.

Gracias a la revolución industrial en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la mujer tuvo la oportunidad de empezar a trabajar, sin embargo, seguía sin haber igualdad de género, las mujeres trabajan el mismo tiempo que trabajaban los hombres pero recibían un menor salario ya que seguían siendo “inferiores”. En esta época las mujeres podían colaborar con la economía familiar, las campesinas jóvenes buscaban trabajo en casas de familias de altos recursos. El principal argumento en contra del trabajo femenino giraba en torno a la creencia de que este no permitiría que cumplieran con los deberes en el hogar ni con la familia.

En el siglo XX  la mujer luchó por sus derechos y tuvo la oportunidad de tener una igualdad con los hombres, es uno de los hechos históricos que para mí es el más gratificante ya que si no hubiera sido por la valentía de esas mujeres que lucharon y hasta dieron su vida en nombre de todas las otras mujeres, tal vez aun seguiríamos sometidas a esa sociedad machista que no creía que las mujeres tenían la misma capacidad que tienen los hombres. En este último siglo las mujeres tienen la dicha de poder participar en un gobierno, gracias a que pueden tener estudios básicos y superiores tienen la libertad de elegir que quieren hacer con su futuro.

Han llegado a los más altos niveles de poder político cuatro mujeres en Europa, tres en Asia, dos en África, una en América y una en Oceanía. Si pensamos que más del 50% de los seres humanos son mujeres, estas cifras deberían inspirarnos una meditabunda tristeza. No es así, las mujeres estamos de celebración. Los recientes triunfos electorales de Ángela Merkel, Michelle Bachelet, Ellen Johnson Sirleaf y Tarja Jalonen, recién reelegida presidenta de Finlandia tras un mandato de seis años, nos llenan de orgullo y de esperanza.  (Arnedo, E. Pág.2)

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