Toxicidad en las redes sociales

Toxicidad en las redes sociales

Autor: David Rosete

Hoy en día vemos millones de publicaciones llenas de batallas campales sobre cualquier tema y eso se ha convertido en nuestro pan diario, pero… ¿Cómo es que llegamos a esto?

Las redes sociales se han convertido en el medio principal para la distribución de información y entretenimiento dejando de lado otros medios los cuales quedaron en segundo plano, como lo son la televisión y sus noticieros tal cual y como sucedió con la radio y sus programas enfocados en informar y/o entretener al oyente en las décadas de los 20’s hasta los 40’s.

Las redes sociales, a diferencia de los anteriores medios ya mencionados, cuentan con la libertad de que cualquier persona pueda informarse a la vez de expresar sus puntos de vista de manera libre, sin necesidad de que estas se vean influenciadas por terceros.

El asunto recae en que, como cada persona ya no tiene restricciones al momento de querer compartir sus ideas y buscar informar a otros, pueden opinar lo que sea aunque sus puntos de vista sean negativos, groseros, poco fiables y  malintencionados. Esto ha traído consigo que millones de personas alrededor del mundo que, buscando expresar sus ideas, se vean envueltas en peleas y enfrentamientos por no concordar en algún punto con otra persona. Muy a menudo resultan ser dos o más desconocidos enfrentándose por probar quién tiene la razón respecto a algún tema de interés que ellos tengan en común pero difieran en el punto de vista.

¿Quién tiene la razón realmente?

El problema en el que muchos de estos debates caen es el querer demostrar ser superiores (ya sea moralmente o intelectualmente) a las otras personas, no buscan convencer a su interlocutor, sino más bien hacerlo quedar mal sin empezar a cuestionarse desde uno mismo si realmente lo que piensan y dicen es correcto, no ven  lo que a persona del otro lado de su dispositivo la ha llevado a tomar su punto de vista como el definitivo y optan más por un subidón de emociones respondiendo de manera agresiva y prepotente antes que el de llegar a un punto claro en el debate. Podemos decir que nadie es el portador absoluto de la verdad y que esta puede cambiar dependiendo de en qué momento de la historia nos encontremos así que el buscar demostrar algo no te llevará muy lejos a menos que sea un tema que realmente importe y se trate de algo que realmente sea de beneficio para una mejor sociedad.

La duda que entra realmente aquí es ¿Vale la pena debatir en internet?

No… pero sí. Todo en esta vida tiene matices y tanto se puede llegar a algo claro y ayudar a las personas a caer en cuenta de algo nuevo, también podemos caer en la pérdida total de nuestro tiempo al habernos enfrascado en una batalla monumental con alguien que nunca cambiara sus puntos de vista.

Lo que aquí recomiendo es que se vea antes de empezar una discusión si es que va a servir de algo el debatir con un sujeto mediante redes sociales.

...