Trabajo y Ciudadanía - Trabajo Precario Ulises Baiardi

Ulises Baiardi

Trabajo Precario

El trabajo precario se refiere a empleos que se caracterizan por tener condiciones laborales que son inseguras, inestables, mal remuneradas y generalmente ofrecen poca o ninguna protección social para los empleados. La precariedad afecta muy negativamente a la salud de los trabajadores y agrava objetivamente la exposición al riesgo laboral. Se ha demostrado que la inestabilidad en el empleo se asocia a una peor salud mental y que los trabajadores temporales tienen al menos el doble de riesgo de sufrir un accidente.

El trabajo precario es un problema importante en muchas partes del mundo y puede afectar a una amplia gama de trabajadores, desde los que trabajan en empleos temporales ya tiempo parcial hasta los que están en empleos informales o de plataforma. Las condiciones precarias pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida de los trabajadores, su seguridad económica y su bienestar en general.

¿Cuáles son los trabajos más precarios? como ejemplos de estos tenemos a vigilantes, cajeros de supermercado, camareras de piso, trabajadores del hogar.

La temporalidad de los contratos de trabajo es uno de los factores que más contribuyen a la precariedad laboral. Este modelo de contratación es utilizado de forma masiva en el nuevo modelo social de relaciones laborales. La temporalidad de los contratos de trabajo genera desempleo e inseguridad en los ingresos económicos de las personas sujetas a contratos temporales. De esta manera, evitan compromisos a largo plazo, lo que les brinda la capacidad de ajustar su personal según sea necesario.

Los trabajadores a menudo se encuentran en una inseguridad económica que, además del punto anterior nombrado, se ve potenciada por la falta de beneficios como seguro de salud, vacaciones pagadas y jubilación.

Las mujeres inmigrantes enfrentan una doble desventaja debido a su condición de mujer y extranjera. Este grupo requiere especial atención para su integración social y laboral. La llegada a una nueva sociedad suele estar marcada por desigualdades en recursos y condiciones de vida, lo que afecta su desarrollo en este entorno. Las labores que desempeñan suelen estar asociadas a roles típicamente femeninos, como el cuidado de las personas y del hogar. Mayoritariamente se emplea en el servicio doméstico, muchas veces en condiciones precarias: trabajos mal remunerados, temporales, con jornadas largas y bajo regímenes laborales irregulares. Estos trabajos suelen estar socialmente desvalorizados en la sociedad receptora.

Por otro lado, encontramos a las economías de plataformas y las tecnologías de la información que han introducido nuevas formas de trabajo precario. Los trabajadores de plataformas como conductores de Uber y repartidores de comida a domicilio a menudo enfrentan inseguridad laboral y falta de protecciones. Aunque brindan flexibilidad, estos trabajos a menudo carecen de los beneficios y las protecciones que los empleados tradicionales pueden tener.

Estos trabajadores, que se ven expuestos a una clara inseguridad laboral, pueden ser menos propensos a invertir en el desarrollo de habilidades a largo plazo, lo que puede tener un impacto negativo en la calidad del trabajo y su productividad dentro del mismo.

Hay diferentes tipos de formas de precariedad laboral;

Subocupación en cadena:

Se presenta cuando una empresa, comúnmente grande, planea llevar a cabo una obra, bajo un precio y criterio determinado, para lo cual subcontrata a una empresa que se haga cargo del desarrollo de la obra.

Esta empresa subcontratada subcontrata, a su vez, una empresa más pequeña bajo un menor precio y menos regulaciones para que pueda ejecutar la obra o proyecto inicial.

Falsos autónomos:

Se trata de personas que se muestran como independientes, pero en realidad trabajan para una empresa.

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