Tragedia Aeroshow

TRAGEDIA AEROSHOW

Este pasado cinco de octubre se llevó a cabo un evento familiar que se realiza anualmente, el cual terminó en una terrible tragedia para el público, quienes sólo buscaban divertirse. Desafortunadamente, una troca monstruo perdió el control y arremetió contra los espectadores. Lo que pudo haber resultado ser un lindo día familiar terminó convirtiéndose en una pesadilla interminable para muchos de los presentes.

Ahora cabe cuestionarse, ¿A quiénes se les atribuye la responsabilidad de los heridos y muertos que hubo en este lamentable suceso?

Si se lo preguntas a la mayoría de las personas, estas parecen estar sincronizadas e inmediatamente te responden que el verdadero y único responsable es el conductor de la troca Francisco Velázquez Samaniego, de 51 años. Pero la verdad es que esta tragedia no sólo se le atribuye a esta persona.

Me parece inconcebible que el gobierno organice esta clase de eventos sin asegurarse de contar con la seguridad y protección necesaria para los espectadores. ¿Cómo es posible que de todas las personas que participaron en el arreglo de este evento, ninguno se detuviera a pensar sobre la seguridad? O en revisar las máquinas más a fondo para cerciorarse de que no hubiera alguna mala condición mecánica que pudiera poner en peligro la vida del público, o incluso el conductor mismo.

Por supuesto no podemos exonerar por completo a las personas que asistieron, y que tampoco se preocuparon por posicionarse a una distancia considerable del show. Aunque ellos fueron víctimas de la tragedia, no se puede negar que fueron imprudentes al momento de asistir, y confiarse en un lugar el cual no contaba con las medidas requeridas en un evento tan peligroso como un ‘monster truck’.

Aunque el alcalde de Chihuahua, Marco Quezada, ha atribuido este accidente a la pérdida de control del vehículo por parte del piloto, él, junto con todos los organizadores, toman parte de la responsabilidad ante el evento suscitado la tarde del sábado en el parque El Rejón.

Y no puede ser posible que ahora estén completamente dispuestos a ayudar con cualquier gasto médico y seguir al tanto de los pormenores cuando en realidad esta tragedia pudo haber sido prevenida desde antes si no hubiera sido por una mala planeación.

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