Tribus Urbanas

El consumismo postmodernista es un fenómeno cultural que consiste en la adopción de una imagen comercial y vulgarizada, este surgió después de la segunda guerra mundial debido a que el capitalismo emprendió su viaje por el mundo de una forma más pura.

Avanzando en el tiempo encontramos que el marketing, la publicidad y la globalización innovaron a las industrias con asediadoras formas de llegar al consumidor. Por otra parte, las culturas del otro lado del mundo dejaron de ser tan desconocidas y mitológicas. Las personas empezaron a definir sus roles y ha perder interés por su procedencia, ya lo decía William Ospina en “la franja amarilla”, Un chiste común dice que en Colombia los ricos quieren ser ingleses, los intelectuales quieren ser franceses, la clase media quiere ser norteamericana y los pobres quieren ser mexicanos.

He aquí en pocas palabras como la excesiva exposición a la publicidad, el entorno social y la perdida de idiosincrasia fueron factores determinantes para la creación de tribus urbanas. Las tribus urbanas son un conjunto de personas que siguen cierta ideología y actúan conforme a esta, se dice que este fenómeno no es algo diferente a la búsqueda por una identidad.

La anterior descripción será incompleta sino analizamos tres puntos fundamentales en el surgimiento de dos de las tribus urbanas residentes en la ciudad de Cali: los adictos a las cirugías plásticas y los reggaetoneros. Primero, se hablará sobre la implementación de estrategias de marketing y como los productos generan culturas. Segundo, se analizará la adopción de culturas extranjeras como factor determinante para la aparición de tribus urbanas y por último se narrara el proceso de importación de la americanización.

1. Las industrias, en su afán por crear estrategias de ventas exitosas, crean campañas publicitarias tan invasivas, que los consumidores se ven obligados a perder su idiosincrasia. Todo empieza con el inocente lanzamiento de un producto, este alcanza la cima y entonces lo diversifican. Tal como sucedió con las muñecas Bratz: al empezar eran simplemente juguetes, entonces Carter Bryant, su creador, sintió la necesidad de invadir revistas, televisión y libros. Tal irrupción creó “una cultura Bratz”, es decir, un mundo donde la utopía postmodernista se vuelve realidad: carros de lujo, dinero, una vida facilista y cirugías plásticas.

En ese cosmos no hay espacio para la fantasía tradicionalista del siglo pasado; en este cuadro, cenicienta es una estrella pop, los bebés nacen maquillados “al gusto de cualquier cura pedófilo”[i] , además se crea una silueta femenina donde los labios, cabeza, ojos y pies son enormes, al contrario de la nariz, cintura y resto del cuerpo.

2. La adopción de culturas extranjeras, el narcotráfico y la implantación de un nuevo molde de mujeres, ha parido dos de las tribus urbanas postmodernas: por una parte, se encuentra el reggaetón que fue muy buen acogido en la ciudad de Cali debido a cierto polvo blanco notorio para el olfato de todos. En segundo lugar, e implantado por el primero, se encuentra la cirugía plástica, en especial los implantes mamarios, objeto del grotesco deseo masculino caleño.

El reggaetón fue importado desde Puerto Rico y tuvo muy buena acogida debido a que sus letras son alabanzas al narcotráfico. Sumado a esto, instaura una forma de vida fácil e impone un modelo femenino dócil, hedonista y feliz de ser objeto de descargas animalescas o como lo llama Alejandra Azcarate: tener sexo como la vaca muerta. Igualmente la acogida de la cirugía plástica en la ciudad de Cali es debido a los gustos tan grotescos de los narcotraficantes y al surgimiento de la clase baja de la ciudad, lo que conlleva a la aparición de una belleza caricaturesca y ridícula.

3. Los traficantes de estupefacientes exportan

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