UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL “EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO”
Enviado por Daniel Sanchez Tepichin • 12 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.676 Palabras (7 Páginas) • 338 Visitas
UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL
“EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO”
LIC. MAURICIO MACOTELA BYRON
DANIEL SÁNCHEZ TEPICHÍN
DERECHO MERCANTIL
“La vida humana es hacerse a si misma
y se hace decidiendo en cada momento
lo que vamos a hacer en el siguiente, es así
como prolifera el derecho” Luis Recasens Siches.
I N T R O D U C C I Ó N
¿Cómo es que las sombras pueden opacar a la luz misma?
Esta es una de muchas preguntas que responde este gran libro. Un libro esencial, nutritivo y veraz para aquellos que estudien la carrera de Derecho y hasta para los que no.
Este autor nos ayuda a reflexionar y saber diferenciar adecuadamente al jurista, al magister iuris, al juez, jurisconsulta y al simulador del derecho; el autor nos explica en este libro con palabras suaves, exactas y dóciles, las cuales todo verdadero jurista debe conocer para así no caer en el jurista mediocre y poder diferenciar adecuadamente al verdadero jurista.
El jurista como el cultor del derecho, y entre sus actividades principales se encuentra el construir las normas, perfeccionarlas, y vigilar su respeto; por lo tanto es una persona la cual siempre deberá portar la gran insignia de “la verdad, la honradez, la credibilidad y la justicia”. Para que el jurista sea en verdad lo que dice ser debe comenzar por ser un verdadero cultor del derecho, que esto contrae una tarea muy compleja y amplia, que por obviedad es difícil de llevar y por mas que pueda a llegar a ser una carga esta no debería de ser, puesto que el ingrediente principal para que haya una verdadera química y se pueda llevar a cabo a la tarea fundamental del derecho es el “amor hacía la el mismo Derecho”. El cultor del derecho es que tiene siempre que llevar la palabra del derecho actualizada en contraposición del mediocre o el presunto jurista que lo único que quiere obtener o piensa es en obtener una ganancia monetaria grande, en no perder su puesto en una dependencia del gobierno o institución, en ser un mero “presuntuoso” del derecho. El verdadero Jurista aquel que de verdad sigue llevando el estudio reiterado del derecho a pesar del tiempo, aquel que va más allá de la norma y no hablo únicamente de la interpretación que se le pudiese dar a la norma, sino del contexto de la norma misma como matera filosófica, científica y doctrinaria. El docente “magister iuris” como alguien que lleva a cabo sus ideales y sostiene con veracidad sus conocimientos y saberes, un docente que no muestra amor y transmite ese mismo hacia sus alumnos no es un “magister iuris” puesto que lo hará puramente artificial como una conducta externa y no interna.
Debemos entender que el amor hacia nuestra carrera no sea por meros intereses materiales, sino que se lleve a cabo una verdadera elección conforme a que podamos crear una esfera jurídica digna de representarla y seguir fortaleciéndola.
La luz que sigue en cautiverio sobre nuestro México, esa luz es la que nos mantiene a flote, que no debemos de perder por ningún motivo, esa luz llenadora de fe ante nuestros ojos, mientras siga existiendo y formándose verdaderos juristas, esta luz aun podrá conservar su energía y hasta poder en un momento dado darle mas potencia, esta luz es la “justicia” hay que depositar nuestra fe en ella.
D E S A R R O L L O
El jurista debe tener ciertas características el cual hay tres fundamentales para que pueda ameritar la palabra como tal; la libertad y la autenticidad, en cuanto a la libertad no hablo directamente de poder hacer, no hacer o de lo que delimita la norma en cuanto a su subjetividad, hablo mas bien en su tema de libertad profesional el cual se debe entender ha que todo jurista debe acreditar esta libertad profesional puesto que si no la tuviese se auto engañaría y traicionaría desde sus principios hasta su credibilidad y poder caer en algo meramente presuntuoso. La libertad profesional es no estar vinculado a ningún sector publico o privado, dependencia gubernamental, e instituciones, esto traería una directa subordinación y influiría claramente en el propio juicio por que rebasaría limites éticos y de justicia, serian acciones puramente contingentes. En cuanto a su autenticidad, el jurista debe de demostrar tener sus propios ideales, fortaleciéndoles y siempre creyendo en ellos, puesto que qué seria un jurista sin ideales; esto también va de la mano con tener un comportamiento con lo que piensa y siente, estos mismos deberán ser veraces, siempre debe tener una postura clara y concisa, no retractarse en cuanto a sus propios pensamientos; deberá luchar siempre por la justicia como un verdadero “caballero del derecho”.
Otra necesidad clara es el gran sentido de justicia, no hablo de una justicia tan simple o escaza sino una justicia social que es lo que con mayor fuerza debe el jurista abastecer, no solo por decir social me refiero a que sea por colectividades, sino también por particulares V.gr una persona que la despidieron injustificadamente, por lo que el jurista que recibe este caso tendrá que en la mayoría de lo posible esclarecer los hechos y hacer justicia. Esto debe prevalecer e ir directamente en la preservación de las garantías sociales y derechos de los que se proclame.
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