Un Adios
Enviado por gladiwir • 11 de Julio de 2014 • Informe • 434 Palabras (2 Páginas) • 228 Visitas
Había una vez un arbolito feliz.
Entre sus ramas había pichones traviesos que jugaban y piaban todo el día.
El árbol conocía muy bien a todos y los quería, los quería tanto...
Cuando hacía frío los pichones se acurrucaban entre sus hojas y si el sol estaba tibiecito, el árbol, moviendo sus ramas, les hacía dar saltitos invitándolos a jugar.
Pero un día, entre saltito y saltito, los pichones subieron la rama más alta del árbol y vieron un azul hermoso y un bosque lleno de otros árboles que no conocían.
Se dieron cuenta entonces que sus alitas habían crecido lo suficiente como para intentar volar. Un aleteo...y otro más...y por fin el cielo no pareció tan lejano. Uno a uno, los pichones se fueron volando. El árbol los miró partir con orgullo, porque entre sus ramas los había cuidado durante mucho tiempo. Él sabía que en una tarde de lluvia los volvería a ver acurrucándose entre sus ramas, los recordaría siempre a cada uno de sus pichones.
Esa noche el árbol quedó sólo y vacío. A la mañana siguiente no sólo el rocío mojaba sus hojas....nadie se había dado cuenta que había llorado
Hasta siempre compañeritos
Nunca digo adiós a nadie, nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan, me las llevo conmigo a donde vaya.
Cada vez que me despido de ti me muero por dentro, y cada vez que me reencuentro contigo, siento que estoy en el cielo, como siguiente numero tenemos
Tal vez lo único que duele más que decirte adiós, es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.
Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida, guardar los mejores y olvidar los demás.
Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén muy lejos el uno del otro.
Si fuésemos capaces de saber cuándo y dónde volveremos a encontrarnos de nuevo, nuestra despedida sería más tierna.
Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lágrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.
Un ciclo escolar que termina, una página que llega a su fin; un peldaño más que subir. La oportunidad comienza de nuevo; no es el fin, sólo es el inicio de tu porvenir.
Nos despedimos... algo concluye, porque logramos lo que nos habíamos propuesto para esta etapa. HEMOS CRECIDO!
Nos llevamos la experiencia que construimos juntos y la certeza de haber compartido un aprendizaje que nos alentará para seguir buscando, que es seguir viviendo...
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