Una Mirada A Lo Trascendental Del Poder Popular Para La Instauración De La Justicia De Paz Comunal.
Enviado por edmundonavas1963 • 28 de Octubre de 2012 • 3.846 Palabras (16 Páginas) • 662 Visitas
La política es ante todo una acción en vista del crecimiento de la vida
humana de la comunidad, del pueblo, de la humanidad!
Dussel 2006
¿QUÉ ES LO TRASCENDENTAL DEL PODER POPULAR?.
por. Msc. Edmundo Navas C.
Lo comunidad espacio de lo popular.
¿Que denota la existencia de una brecha que distingue entre sociedad y comunidad?, ¿Se puede hablar de una distinción? Lo diremos de la manera más sencilla: Justamente a diferencia de la sociedad en las comunidades populares es donde históricamente han habitado la mayoría de la población, pero también han sido los lugares donde se originan procesos de constitución de espacialidad, de construcción de significados, de sentidos prácticos que se asumen, donde se definen o redefinen las relaciones sociales en cuanto a la naturaleza de cómo se construyen las formas de vivir juntos o de resistir, de construir las representaciones de las cosas a partir de las contradicciones o los conflictos materiales que el efecto de un sistema económico de otros impuesto produce. En definitiva en estas dinámicas complejas de la espacialidad comunitaria de lo popular, se gestan unos referentes simbólicos que permiten aprehender el mundo para poder comunicar la subsistencia, pero también es lugar donde se configuran las tomas de consciencias desde la condición de oprimidos y excluidos que le otorgan sentido a un movimiento social para su acción futura, en fin, toda esta trama popular no se fundamentan o edifican sobre las estructuras determinantes de una racionalidad de la dominación, que incluso impuso al estado-nación como “base” espacial para constituir la sociedad, por ello todo aquello que no se introduzca en esta racionalidad de sociedad queda al margen, queda excluido queda rezagado.
Esa racionalidad venida del exterior, por tanto la determinación de una sociedad estructurada de forma progresiva por los imperativos derivados de la dinámica del auge del capitalismo, no podía concebirse sino a partir de una acción racional con arreglos a fines (Weber) para la configuración de una sociedad homogénea, para una sociedad que se planteó vinculaciones abstractas, conglomerados cuyos objetos pasan por desarticular lo concreto para generar fragmentación social. Por tanto la sociedad occidental hegemónica expresada localmente en las clases dirigentes, refuerzan su poder material con formas muy diversas de dominación cultural e institucional, mucho más efectivas que la coerción, con la firme tarea de definir y programar el cambio social exigido por los grupos sociales hegemónicos.
En consecuencia se devela una tendencia histórica a diseñar y desarrollar una racionalidad determinada, donde el ejercicio del poder excluye al pueblo, donde el pueblo no es poder, donde se niega e invisibiliza su poder hasta hacerlos creer que no lo tienen, en razón de ello la sociedad terminó siendo diseñada por y para los grandes grupos que definen la dirección, colocando en los márgenes de esa sociedad, al pueblo para que viva en las comunidades populares a decir, los barrios, los sectores, las quebradas, los cerros, los campos y en los asentamientos indígenas. Por ello podemos comprender como para la gran mayoría es decir el pueblo, el llamado orden jurídico y su tipología de justicia, se constituye en un universo extranjero, desconocido e inaccesible. Los códigos y las normas son impuestas desde el exterior, desde los topos de una dominación. Ha sido la lógica de la sociedad la que se impone, por ello que en nuestra anterior constitución la de 1961, la participación del pueblo en lo político o mejor dicho la soberanía del pueblo se ejerce mediante el voto y hasta allí quedaba todo.
Cuando esta lógica comienza a cambiar por los dialecticos procesos de la historia, el pueblo que no vive en los grandes centros comerciales, que no habita en la exclusividad de la influencia mediática de la producción simbólica de las industrias culturales, que no le asiste la estructura de una sociedad que estableció unos acuerdos, unos contratos o unos pactos sociales excluyentes, es cuando la comunidad vestida de pueblo revierte la noción ingenua y localista de comunidad para alzarse desde su propia potentia cuando se hacen presente las grandes transformaciones.
En este sentido, la intención de traer a colación este rasgo sociológico de la comunidad, obedece a resaltar la relación que posee las comunidades populares, con los niveles macrosociológicos de la estructura social y de las relaciones de clase y de poder que el sistema capitalista impuso desde la perspectiva de la diferenciación social o división social del trabajo.
Dada la finitud de la condición humana, toda legitimidad es relativa.
Tomando de Dussel en sus 20 tesis de política lo siguiente “ Por su parte el excluido, por definición, no pudo participar en la decisión del acuerdo que lo excluye. Pero puede formar una comunidad en su movimiento, sector, clase, en el pueblo. Las feministas lograr tomar conciencia del patriarcalismo machista aún contra la cultura patriarcal imperante. Su conciencia crítica crea un consenso crítico en su comunidad oprimida, que ahora se opone como disidencia al consenso dominante” (pág. 68). Más adelante nos refiere en la misma obra “Si la validez ética o la legitimidad política se fundan en la participación simétrica de los afectados para alcanzar acuerdos por medio de razones, es sabido que dicha validez o legitimidad no puede ser perfecta. Ni la simetría ni la participación perfecta de todos los afectados es posible. Necesariamente, dada la finitud de la condición humana, toda legitimidad es relativa, imperfecta, falible. Por su parte el excluido, por definición, no pudo participar en la decisión del acuerdo que lo excluye” (ob. cit pág. 68) .
En Venezuela con el surgimiento nada casual de temáticas sociopolíticas y sociojurídicas a la luz del proceso constructivo de la revolución bolivariana, que tiene como valor fundamental la profundización de la democracia participativa y protagónica, han ido constituyéndose presupuestos políticos de acción para la revolución bolivariana, que buscan consolidarse en el marco de una consolidación contra hegemónica desde los sectores populares para con la dominación de una racionalidad excluyente del pueblo, tal es el caso de presupuestos políticos como el Poder Popular, la Soberanía Popular, el Socialismo, el Estado Comunal, entre los más destacados.
Esto no hubiese sido posible si la concepción de democracia se hubiese mantenido como en el pasado reciente, es decir la democracia en construcción se le ha considerado y se sostiene como un proceso abierto a prácticas concretas, en donde la
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