Una tarde calurosa, debajo de las calles de la metrópolis arabalera se encuentran dos amigos de antaño

1.     Una tarde calurosa, debajo de las calles de la metrópolis arabalera se encuentran dos amigos de antaño, muy atosigados por el ardiente calor y ya casi amansados por la larga espera del servicio de subterráneos que se encontraba suspendido hace ya 30 minutos, saludándose en un abrazo fraterno y con ademanes casi ridículos se toman unos minutos para sentarse y conversar. Entre preguntas comunes que van y que vienen surge un despotrique.

_  ¡Que cansado que me tiene esta sociedad capitalista!

_  ¡Estoy totalmente deacuerdo contigo amigo!

Esta afirmación logra remontar viejas discusiones de café ya que uno de ellos es anarquista y el otro es comunista.

_ Lamentablemente nuestros ideales que se asemejan bastante son solo una utopía_

Dijo el anarquista con tristeza_  Nuestra sociedad cada vez esta mas dividida por clases, los hombres y mujeres del mundo estamos cada día mas inmersos en el individualismo y la mezquindad.

_  ¿Te parece che?

_  ¡Si! Creo que el capital nos a ganado, tiene a toda la población mundial corrompida.

_  Hermano, ¿que te paso? Hace un par de años jamás hubieses dicho eso, recuerda que  el hombre nace bueno, o potencialmente bueno y muchas veces termina siendo corrompido por el ambiente que lo rodea, sus costumbres, las instituciones. la educación, vida económica y religión ayudan para terminar con el libre pensamiento y la bondad natural del humano.

_  Si, lo sé,  pasa que no veo salida, el capital nos avasalla con su poder y su propiedad privada.

_  ¡No lo puedo creer! ¡Te desconozco! Ya hemos concordado muchas veces al respecto sobre el paralelismo entre comunistas y anarquistas, que una vez que se haya producido la liberación de la clase trabajadora tras el fin del capitalismo, la propiedad y todos los bienes sería colectiva y por tanto quedaría abolida la propiedad privada, uno de los principios y pilares  básicos de la burguesía y el liberalismo político. De todas formas obvio que habrá diferencias de matices entre las dos propuestas obreras.

_  Si, concordancias de nuestras dos ideologías, pero… ¿Qué hacemos con el estado? Si bien mis reflexiones anarquistas critican y atacan al Estado y a toda autoridad, pienso que el Estado ha generado el capitalismo y son dos aliados eternos, que el poder impone desigualdad y coarta la libertad del individuo. El objetivo no es conquistar el poder, con lo que no se conseguiría nada, sino destruir el poder, el Estado, como fuente de todos los males _

Para esto ya habían pasado unos veinte minutos de espera y charla mientras el comunista se tomaba un momento para responder.

_  Y el comunista respondió… Vos sabes muy bien amigo que la única solución posible para cumplir el objetivo de liberar a la clase trabajadora es eliminar la sociedad burguesa y el sistema capitalista, en este punto estamos de acuerdo, en lo que no estamos de acuerdo es en los métodos para acabar con el capitalismo.

_  Si, ¡perfecto!

_  Ahora bien, los comunistas somos partidarios de que los obreros se organicen, tomen el poder político a través de una revolución, la misma forma con la que la burguesía accedió al poder, y una vez el proletariado en el poder se establecerá la dictadura del proletariado para desmontar el sistema capitalista y como transición hacia la sociedad sin clases en la que todos los hombres serán iguales.

_  No sé, ya casi no creo en estos ideales, siento que son solo anhelos inalcanzables.

_  No digas eso hermano, ¿Dónde quedo el objetivo común?

_  ¿Cuál?

_  ¡La liberación de la clase trabajadora! Tanto el comunismo como el anarquismo parten de la situación en que se encuentran los trabajadores, de la desigualdad tan tremenda que hay entre estos y la burguesía, y proponen una sociedad mucho más justa en la que todos los hombres sean iguales sin distinción de clases.

_  ¡Tenés razón! La única manera de tener un mundo más igualitario es seguir en la lucha, cada uno por su lado o mejor uniendo fuerzas para llegar más lejos, buscando una sociedad de hombres iguales tras la desaparición del capitalismo, sin embargo, en la manera de entender la igualdad que nos une, también entendamos nuestras diferencias. Los comunistas anteponen los derechos colectivos de una comunidad o Estado a los derechos individuales de las personas. Los anarquistas renegamos de los derechos de un colectivo y nos centramos en los derechos individuales de cada uno de los integrantes de la nueva sociedad.

_  ¡Ese es el amigo anarquista que conocí hace veinte años!

_  ¡Mira! Ahí viene el tren _  

1.     El pasado jueves 14 de diciembre en Argentina se intento aprobar en el congreso de la Nación la nueva ley Reforma Previsional, esta ley rotundamente repudiada por la mayor parte de la población viene a reformar básicamente el aumento que vienen cobrando las jubilaciones y las asignaciones universales y familiares, mientras que con la vieja ley estos haberes y subsidios cobraban un aumento aproximado del 14% anual, con la nueva ley previsional, que dicho sea de paso ya fue aprobada el pasado martes 19 de diciembre por la mañana, se cobrara a partir de marzo del 2018 un aumento aproximado del 5%. El acto caprichoso y autoritario del gobierno en querer aprobar una ley anti popular y muy probable inconstitucional, ocasiono manifestaciones y protesta masivas en la plaza del congreso, como también en barios puntos públicos en provincias y en localidades de la Argentina. Estos hechos de protestas multitudinarias fueron opacados por actos de violencia y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que reprimieron de una manera desmedida, cabe señalar que estas manifestaciones violentas siempre son agitadas por fuerzas políticas de izquierda, movimientos anarquistas y ayudados por los infiltrados de las fuerza de seguridad para justificar la represión.

1. Para el comunismo el Estado y el capitalismos son aliados eternos, cabe señalar que en un Estado transcurren distintos gobiernos, y haciendo alusión a las personas que se denominan falsamente apolíticos, que comúnmente incurren en la frase “son todos iguale” y definitivamente no lo son. Volviendo a los enemigos de comunismo hoy en día nos encontramos con un gobierno Argentino radicalmente neoliberal y sumamente extremo en sus medidas anti populares, sin ninguna duda en esta realidad el partido comunista moderno, toma como bandera de lucha la protesta y la manifestación junto al pueblo, aunque las ideologías de ejecutar una revolución armada contra el Estado, para exterminar el capitalismo del mundo sigan latentes en cada comunista, hoy en día esa idea es un imposible, hoy las luchas desde la política. Quisiera agregar, volviendo a la frase “son todos iguales” que el partido comunista y el partido socialista integraron cargos públicos en el gobierno anterior y acompañaron durante 12 años sus políticas.

1. El avance desmedido del capitalismo a producido una desmesurada acumulación de riqueza en un pequeño porcentaje de la población que no supera el 1%, esto fue determinando que la principal búsqueda de esta clase social sea tener cada vez más, en esa vorágine y carrera por el poder, hicieron que la ciencia y la tecnología avancen muy rápidamente, esto trajo aparejado una prolongación de la expectativa de vida en la población mundial, resultando en u problema para los países como Argentina. Si nos basamos en un principio comunista, que el Estado es aliado de capitalismo, nos encontramos también con un problema para las empresas, para el Estado es fundamental extender la edad de jubilación, de esta forma se ahorra los haberes de estas personas más años, y en el caso de las empresas obtener el beneficio de que trabajen más años con salarios más bajos. Un comunista estaría en contra de esta medida que genera es una brecha más grande entre las clases, empobrece más aun a la clase trabajadora quitándoles derechos adquiridos en luchas anteriores, un verdadero robo a los que menos tienen.

1.     La Comuna de París fue la primera experiencia (1871) de Gobierno socialista en Europa, instaurada con la integración del proletariado como líder en diversos sectores que apostaban por la proclamación de la III República en Francia, además del rol protagónico del pueblo en la dirección de ese país. La insurrección popular de la Comuna de París duró más de dos meses. Se originó en un contexto de miseria y explotación de la clase obrera, además del descontento que generó la derrota de Francia en la guerra con Prusia (actual Rusia). El 18 de marzo, la Guardia Nacional y los obreros se apoderaron de París provocando la huida del Gobierno.

    Marx saca como conclusión que la Comuna de París ha sido la primera tentativa para llevar a la práctica un Estado de tipo proletario. Esto no fue, claro está, “una dictadura completa del proletariado”, ni sólida, pero fue la expresión de una organización estatal de tipo nuevo, “superior”. Marcó el comienzo de una nueva época en la historia de la lucha de la clase obrera.

    La Comuna de París, que tenía como símbolo una bandera roja, se oponía al Gobierno de Defensa Nacional que se instauró en el Palacio de Versalles presidido por Adolphe Thiers, Thiers, fue el presidente provisional, pero pudo ser cualquier otro, la Comuna se oponía a cualquier señal de imperialismo y a partir de esa premisa pusieron en marcha varias medidas:

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