Unidad IV. Teoria de la historia y su función social
Enviado por Alexis Covarrubias • 5 de Abril de 2020 • Documentos de Investigación • 1.059 Palabras (5 Páginas) • 194 Visitas
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ZACATECAS
Francisco Garcia Salinas
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Licenciatura en Historia
Teoría de la Historia
Docente: Dr.Roberto Carrillo Acosta
Alumno: Daniel Isaac Ortiz Jiménez
Unidad IV. Teoria de la historia y su función social
Tepic, Nayarit a 8 de mayo de 2017
Teoría de la historia y su función social.
El hombre busca la verdad mediante el conocimiento de ahí surge la ciencia, tras su constante evolución algunos eruditos han clasificado a las ciencias en dos ramas la formal que es aquella exacta y que tiene que ver con lo cuantitativo siendo ciencias exactas en las cuales se apoyaran el resto de las ciencias. Luego las ciencias factuales que se subdividen en ciencias naturales que estudian el origen y evolución de la vida, el universo y sus fenómenos, y las ciencias sociales que estudian la sociedad y al hombre, entre la cual la historia se destaca por apoyarse de las distintas ciencias para buscar la comprensión de la realidad humana.
Tras años de perfeccionamiento el método científico es el camino para efectuar un proceso de investigación, ante el planteamiento de un problema se construye un modelo teórico que deduce una hipótesis, que se somete a prueba, si esta la supera se concluye la teoría. La historia como ciencia no es ajena a este método, por lo que se utiliza el análisis histórico, mediante el proceso de investigación, en sus tres vertientes, el descriptivo, el analítico y el experimental.
La historia como ciencia también ha evolucionado al igual que el resto de las ciencias, sus etapas de desarrollo van con los inicios de la civilización, la tradición oral y la invención de la escritura, donde los mitos, leyendas de divinidades y héroes estaban presentes en la cosmovisión de las primeras civilizaciones, cantada por sus poetas e inmortalizadas en medios escritos, no pasara mucho tiempo para que la influencia del Estado invadiera la esfera del desarrollo histórico, con ella aparece la historia de bronce, la cual es edificante para los pueblos, es épica y subjetiva, que hace homenaje a héroes que dan identidad patria y un sentido nacionalista a la sociedad de donde emanan.
Aparece luego tras el desarrollo de las ciencias, el interés de los historiadores de usar de forma estricta el método científico, dando una sobrevaloración exacerbada de las fuentes documentales cual “palabra divina e irrevocable”, en este movimiento se percibe la influencia de Comte y nace el positivismo histórico, se espera y percibe el desarrollo, el orden y el progreso como meta y se espera lo mejor, pronto se darán cuenta que el método aplicado era imposible de aplicar a la ciencia histórica basados en la pura narrativa de los acontecimientos del pasado.
Una ciencia como tal busca una explicación, pero en la vanguardia francesa surge la Escuela de los Annales, que aprovecha el desarrollo de todas las ciencias para buscar la verdad y construir la historia total, usando métodos estadísticos, se plantea la historia-problema, buscando la comprensión del pasado mediante el presente, interpretando el hecho histórico para sumarlo en sus partes al contexto de una historia total.
La pregunta ¿historia para qué? Febvre contesta “organizar el pasado en función del presente: eso es lo que podría denominarse función social de la historia”, Villorio lo ratifica al responder “la historia responde al interés en conocer nuestra situación presente. Porque, aunque no se lo proponga, la historia cumple una función: la de comprender el presente”, mientras González señala “el poseedor de la chifladura de la investigación histórica no siempre indaga por el para qué de su chifladura. Quizá como todas las vocaciones auténticas, el gusto por descubrir acciones humanas del pasado se satisface sin conciencia de sus efectos prácticos, sin parar mientes en lo que pueda acarrear de justo o injusto, de aburrimiento o de placer, de oscuridad o de luz”, comparamos la respuesta de Blanco “la respuesta pública: para interpretar mejor el mundo, para cambiar la vida, para reconocer raíces y procesos, para defender algunas verdades, para denunciar los mecanismos de opresión, para fortalecer luchas libertarias. Y la privada: para vivir días que valgan la pena, alegres y despiertos”.
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