“Uniones Homosexuales y adopción de roles, ¿Resultado del Heteropatriarcado?, ¿Dominación Simbólica?”
Enviado por juanpi.cg • 31 de Julio de 2017 • Síntesis • 2.086 Palabras (9 Páginas) • 296 Visitas
“Uniones Homosexuales y adopción de roles, ¿Resultado del Heteropatriarcado?, ¿Dominación Simbólica?”
Creo que es pertinente partir sobre el planteamiento de los autores (L. Berger & Thomas, 2005) sobre el hecho de que la sociedad ha creado una idea falsa de lo que es la masculinidad para ahondar en el tema, y es que esta idea se ha internalizado de tal manera dentro de la subjetividad de las personas, lo que entendemos por esto; que creemos que los hombres en su totalidad deben ser masculinos. Es a partir de esta premisa, que implantamos que: “los hombres no lloran”, o la reproducción de frases como, “deja de quejarte que pareces mujer” o “¿Qué?” “¿Acaso no eres hombre?”. Si bien muchas veces hemos reproducido inconscientemente esta falsa idea de lo que es masculino y femenino, ha sido como resultado de la dominación subjetiva. Dentro del primer nivel, es donde al individuo se le establece el rol y la función que este deberá cumplir dentro de su familia mediante el lenguaje, ya que es así ahí donde aparecen las “explicaciones” legitimadoras de lo que un hombre tiene que ser, junto con el vocabulario se va encasillando a cada persona dentro de una función que va a determinar su conducta y su estructura de intereses desde que es un niño. Es así que las formas lingüísticas juegan un papel fundamental para que exista un reconocimiento y la sedimentación de la institucionalización de lo que el hombre “debería ser”.
El segundo nivel, el pragmático, se basa en las prácticas de alguien. Dentro de acciones concretas que logran una interiorización y un disciplinamiento en cuanto a miembro de una familia o de algún grupo social que en este caso sería: el hombre es fuerte, protector, masculino y, en definitiva, “hombre”. Y es que desde niños, educamos a los futuros hombres adultos con una serie de consignas que tienen un efecto contrario a lo deseado, esto mientras se lucha contra la idea de que una mujer debe chica guapa, simpática, servicial, de casa y virginal, y lo que finalmente se logra es crear traumas, comportamientos no estables, en fin un sin número de situación que se agravan a lo largo de la vida de un hombre, puesto que hacen que el individuo se configure en cuanto al “orden normativo de las cosas”.
El Tercer nivel, el de teoría explicitas, tiene como fin legitimar dichas acciones en conjunto con el disciplinamiento que existe para con el sujeto en sí, en este caso el hombre, esto reconocido por un tercero. Inconscientemente, los padres forjan una especie de hombría congénita sobre los bebes varones para que no se comporten en el futuro de acuerdo a lo que se considera un patrón "femenino”, “anormal”; los niños entran en contacto con sus padres y aprenden que la sociedad quiere que como futuros hombres sepan controlar sus emociones y así forjar su virilidad, y considero que no se nace siendo un hombre ni una mujer conductualmente. Son los estereotipos de los padres y de la sociedad los que configuran dicha conducta.
Y finalmente en el cuarto nivel, el de los universos simbólicos, es donde se legitima un orden institucional, es decir, donde se forma el “deber ser” que se mantiene y que se explica por esta misma institucionalización, el hombre debe comportarse en base al lugar que ocupa dentro de la cotidianeidad sujeto a los roles y funciones que tiene que se le imponen y que debe cumplir para que logre ser aceptado socialmente. Cabe destacar en este punto que son los distintos niveles de legitimación, la base en la que se construye la vida social de un individuo, es decir la forma en la que se va configurando en relación con el ambiente social y cultural en que se desenvuelve, y que influye en su forma de actuar, pensar o sentir. Por tanto, estos se fundan como pautas de comportamiento que alguien “normal” debe cumplir en tanto ser socialmente aceptado. Uno de los ejemplos que creo yo puede servir para explicar esta legitimación es la ideología que la sociedad ha creado en torno a lo que es ser masculino, la masculinidad como tal.
De ahí que podemos afirmar que la heteronormatividad es un régimen social, político y económico, que impone al patriarcado y a las prácticas sexuales heterosexuales mediante diversos mecanismos dentro del sistema social. Esto, debido a las diversas instituciones que presentan a la heterosexualidad como necesaria y única para el funcionamiento de la sociedad y cómo el único modelo válido de relación sexoafectiva y de parentesco. Además, de ser jerárquico, es excluyente, porque se funda en la idea de que los seres humanos deben ser necesariamente: hombre o mujer y que de ahí, el parentesco y las relaciones sexuales son normales mientras se den entre personas de sexo diferente. En consecuencia, la heteronormatividad es considerada como la única orientación sexual “normal”. De ahí que partimos que esta visión entiende a la homosexualidad como patológica, sabiendo que esta es la interacción o atracción sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia individuos del mismo sexo.
Y es que el hecho de que entendamos a la homosexualidad como patológica responde al hecho de que desde la institución del hogar, lugar donde existen tipificaciones que se han hecho recurrentes en conjunto con acciones y roles que han nacido dentro del seno familiar y que se han reproducido históricamente, se interiorizan roles dentro de cada uno de los miembros de la sociedad, de tal manera que no se puede concebir algo que se encuentre por fuera de lo que el patriarcado considera correcto. Es así que por ejemplo que las mujeres durante mucho tiempo estuvieron dominadas por los hombres y olvidadas por la historia, siempre dependiendo de un hombre, hasta que se casaba dependía del padre, después de marido, y en caso de no existir estos, de alguna figura “masculina” familiar, se “creó” a la mujer con una “sensibilidad” que los hombres no poseen como una capacidad especial para que en su rol de madre y esposa llene las necesidades de los miembros de la familia. La mujer debe ser virtuosa, la que se levanta temprano, da comida a su familia, cose la ropa, limpia la casa, atiende al marido, además de tener que agradar a su esposo en todo ámbito y a la sociedad en sí. Mientras que el hombre debe ser el masculino, viril, que no es sensible, que trabaja para mantener a la mujer y a los hijos, que no se encarga de las tareas del hogar porque eso no es parte de los roles que debe cumplir y si bien estas son actitudes y tipificaciones que parecen estar quedando atrás, el rol de la mujer en la sociedad aun no es inclusivo y el papel de la mujer en la sociedad no ha cambiado, porque ha sido la misma sociedad quien se ha encargado de perpetuar pensamientos retrógrados de esta índole. Y es que de ahí es donde nace la propuesta investigativa, del hecho de que la homosexualidad ha aceptado roles que han sido impuestos por la sociedad al no poder separarnos del binarismo sexual en el que nos encontramos.
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