Universum

Este escrito hablará básicamente de la experiencia vivida en la visita al Museo Universum de Ciudad Universitaria. Esta ha sido mi segunda visita al museo y para ser honesto algunas cosas me interesaron mucho y otras más me decepcionaron un poco.

Hablando de forma general acerca del Museo pienso que es una construcción y un lugar que hay que visitar al menos una vez, y claro, cada que haya una exposición nueva. Sus múltiples salas están llenas de objetos, información, experimentos e historia que a ojos de muchas personas pueden resultar muy interesantes. Es por esto mismo que me decepciona un tanto el ver como alguno de los experimentos o aparatos interactivos ya están en mal estado y siguen en exposición. Creo que no es la forma correcta de dar a conocer el museo y aunque todo esto pueda suceder a partir de una cuestión fuera del alcance del visitante, si llega a ser un poco triste o decepcionante.

Pasando a la parte principal de este escrito viene lo siguiente, comentarios acerca de la experiencia en la visita de las salas de Matemáticas, Física y claro está, Química.

La sala de Física es la primer sala a la que como visitante puedes acceder. Esta sala cuenta con una gran cantidad de experimentos interactivos, es decir, que tu mismo como visitante puedes realizar y comprobar. Por ejemplo, la transformación de la energía cinética, el movimiento de las ondas en una representación de olas artificiales o en un resorte al que primero se le produce una fuerza tirando de una palanca.

Otro tema que es manejado en esa sala es la Energía Eléctrica, ya sea en que se produzca por fricción u otros elementos. Hay una zona especial en la que se encuentran mostrados los nombres de grandes científicos de la materia como lo fue Nicolás Tesla, Michael Faraday, Alessandro Volta, Thomas Alva Edison, etc.

Por último, en otra sección de la sala se muestran temas como la difracción de la luz, el descubrimiento de los Rayos X, los espectros de luz de algunos elementos, una representación de un Hoyo Negro en una pequeña caja con un dibujo, la primer computadora que fue utilizada por la UNAM y algunos microscopios en los que se era posible observar ciertas partículas diminutas.

Lo único que permaneció cerrado en esta sala fue el Planetario José de la Herrán, al cual no pudimos acceder.

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