Uso de las redes sociales se da entre jóvenes de 15 a 24 años

Los adolescentes de  hoy día forman parte de una generación muy peculiar, generación la cual es conocida como generación de cristal este término se atribuye a la filosofa española Montserrat Nebrera  queriendo expresar la fragilidad presente en los adolescentes al momento de enfrentarse a los embistes de la vida adulta a la hora de tomar decisiones suelen tener miedo a equivocarse, tienen  poca tolerancia a la frustración y a la crítica, demás son sensibles emocionalmente  se asume que puede ser debido al exceso de protección de sus progenitores o los distintos cambios por los que esos han pasado empezando por el hecho de nacer en el momento en que la tecnología empieza a globalizarse y han crecido al mismo tiempo que esta avanza como es las redes sociales  que se han encargado de plantar estereotipos en ellos y esto sucede desde la aparición de redes sociales como Facebook, Twitter, Snapchat y sobre todo Instagram.

Se realizan estudios para comprender los efectos de las redes sociales y su impacto en el comportamiento de los adolescentes tales como afecciones a la autoestima, cambios de la autoimagen, ansiedad, depresión, dependencia, trastornos de sueño y en los peores casos llegan a suicidarse. Siendo esta generación tan frágil y tan apegada a la tecnología, su uso ha sido asociado con aspectos negativos como el sufrimiento de estrés, padecer de ciberacoso, un menor autocontrol, una mayor sensación de soledad y una menor felicidad pero esta es solo una cara de la moneda ya que las redes sociales gracias a su globalización  nos han brindado poder hablar con personas que están del otro lado de mundo sin necesidad de que hablen nuestro idioma, y muchas cosas mas son posibles mientras que tengamos acceso a internet, podemos incluso tomar cursos online y aprender cosas nuevas de forma gratuita, pero esta es solo una nueva moda tanto en adultos como en adolescentes la cual fue una forma de solventar el distanciamiento social al que fuimos sometidos en la pandemia  del 2020 o los tiempos del covid-19. Esto incremento de una manera excesivamente drástica el uso de las redes sociales en la sociedad, teníamos a adolescentes durmiendo a altas horas de la noche e incluso a algunos que no dormían y lo que los mantenía despiertos era las redes sociales ya que era la única forma de poder interactuar socialmente y lo que los lograba mantener un tiempo alejados de la tecnología solían ser las interacciones sociales con amigos, familiares , vecinos, y personas de nuestra comunidad; los mantuvo aún más pegados a sus teléfono celulares, veían el mundo a través de una pantalla pero en realidad solo veían lo bonito del mundo y esto es conocido como “síndrome del pato”  para entenderlo imaginemos a un pato deslizándose lentamente por un estanque, no estamos viendo el esfuerzo que hacen sus patas por debajo del agua y es eso precisamente lo que pasa en las redes; parece que aquello que se publica ha sido dado sin apenas involucrarse en conseguirlo exponiendo así estereotipos de belleza y de como debería ser nuestro día siendo difícilmente asequibles y  alcanzables logrando que se comparen y teniendo como estereotipo que eso es lo que está bien.

Personas como los influencers que editan las fotos solo para conseguir mas “likes” modificando las imperfecciones naturales del cuerpo humano y resaltando aquello que quieren que tenga mas protagonismo en la foto estas imágenes en muchos casos pueden hacer que estemos en constante búsqueda por el perfeccionismo, es decir; nos pongamos metas y objetivos poco realistas que al no conseguir nos producen insatisfacción y frustración y puede ser una bala contra la autoestima para los que se encuentran  en momentos de susceptibilidad  aunque cada vez más estos comienzan a hablar de lo que hay detrás de esas fotos perfectas, de problemas emocionales y psicológicos, de depresiones y ansiedad por publicar algo que atraiga vistas y les de mas likes cuando no les apetece.

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