VISITA A LA LAGUNA DE UBAQUE

VISITA A LA LAGUNA DE UBAQUE

A las 6 de la mañana emprendimos un viaje desde el sur de Bogotá, hacia el municipio de Choachí. Nos dirigimos hacia el norte de la ciudad, salimos por la circunvalar y tomamos la vía que nos lleva al cerro de Guadalupe. Nos detuvimos allí, aunque el día estaba muy lluvioso, pudimos conocer la virgen y desde allí visualizar el cerro de Monserrate.

Todo estaba cerrado, ningún negocio estaba funcionando, por cuestión de la pandemia, la iglesia estaba cerrada, pero si se encontraban allí algunos turistas y visitantes de diferentes puntos de la ciudad.

De allí nos detuvimos en carretera en un mirador para contemplar la hermosa vista y como se dibujaba la carretera en la parte de abajo, rodeada de vegetación. Pasamos por un páramo, estaba con mucha neblina y no paraba de lloviznar.

Llegamos a las 9.30 am al municipio de Choachí, desayunamos y probamos las deliciosas almojábanas típicas del lugar, dimos un corto recorrido por el pueblo, estuvimos en el parque, mirando un hotel que tenia una hermosa vista en un mirador y continuamos el viaje, después de casi 20 minutos o media hora llegamos a Ubaque.

Ubaque es un municipio de Cundinamarca, su clima es templado-frio. Llegamos directamente a una laguna Sagrada llamada del cacique Ebaque o Ubaque; allí no hay problema en llegar en carro y dejarlo en el camino que llega a la laguna.

Dice la leyenda (Según las carteleras informativas) que su cacique Ebaque y el jeque Popón, ocultaba su más preciado tesoro en el agua, para que no fuesen robadas por los conquistadores españoles y esta laguna pertenece a un grupo de lagunas sagradas de la religión muisca. Era una de las 7 lagunas a las que los muiscas en la antigüedad peregrinaba, en un antiguo ritual llamado “correr la tierra”.

Los habitantes del pueblo Muisca, algunos de los Zipas de la era precolombina, creían que en las aguas de la laguna vivía una diosa que daba oráculos. Una de las leyendas cuenta que aparece un indígena bañado en oro, que conquista a las mujeres con su resplandor. Por más intentos de los conquistadores no pudieron encontrar mayores piezas de oro, pero según dicen los pobladores de la región, esos tesoros se encuentran en el fondo de la laguna. Estas historias hacen parte de “la leyenda del Dorado” junto con la de la laguna de Guatavita, en donde se piensa que existen ciudades subterráneas ocultas, construidas de oro.  Se dice que profesionales han intentado llegar al fondo de la laguna para extraer sus tesoros, pero no ha sido posible, ya que sus aguas son muy turbias y por la vegetación que hay en su interior.

En la laguna pude observar la flor de loto sobre sus aguas, familias de patos, que nadan libremente y lanchas de pedal, que en esta oportunidad no se encontraban en uso.

Alrededor de la laguna hay zonas de baños, que tampoco estaban funcionando, cabañas lujosas y un sendero para transitar a pie, aunque no alcanza a rodear toda la laguna.

Hay pocas tiendas habilitadas. Pero nosotros llevamos el almuerzo, nos ubicamos debajo del toldo de una de las tiendas y compartimos unas deliciosas hamburguesas y una bebida fría.

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