Venezuela: Cultura homofóbica, xenófoba y racista.
Enviado por Ana Christina • 21 de Junio de 2016 • Ensayo • 1.323 Palabras (6 Páginas) • 271 Visitas
Venezuela: Cultura homofóbica, xenófoba y racista.
En Venezuela siempre se ha dicho que su pueblo es muy alegre, muy acogedor con las personas extranjeras y con su propia gente. El venezolano es feliz, siempre le busca el lado positivo (a veces demasiado) a las cosas o hechos que le suceden a diario, tanto para el caso particular de una persona, como acontecimientos ajenos a ella, sean de sus vecinos, familiares, eventos actuales del país o del mundo; el venezolano siempre tendrá un comentario positivo y, más que nada divertido, que hacer al respecto. “El venezolano es flojo”, dicen algunos, siempre deja todo para última hora y le gustan las cosas fáciles, sin mucho esfuerzo y trabajo, todo rápido, inmediato y si no se dan, busca la forma para que así sea; incluso si esto quiere decir lastimar y perjudicar a los demás. Es indescriptible la cantidad de ocasiones en que nuestro propio pueblo ha intentado aprovecharse de sí mismo a lo largo de nuestra historia, no es nuevo esto; y es aquí cuando entra en juego el término de “Viveza Criolla” en donde se visualiza uno de los más grandes ejemplos de “Individualismo Anárquico” tal como lo describe el propio Axel Capriles es su investigación hecha a los inicio 90’s. ¡Estamos viviendo en individualismo anárquico puro!
Todo esto viene como consecuencia del verdadero problema de la situación, no solo actual sino presentada también a lo largo de la historia como República, que tiene Venezuela: Su cultura. Más allá de un problema político, de un problema y conflicto gubernamental, la verdadera razón de todos nuestros problemas ha sido nuestra cultura. Ese gen que predomina en nuestra sangre de querer todo en un dos por tres, de que todo sea “para los mí y los míos, allá vean como hacen los otros”. Una cultura cerrada, homofóbica, racista e incluso hasta xenófoba. Nos jactamos tanto de ser los más alegres, los más ayudadores y comprensivos de toda Latinoamérica, cuando en realidad somos lo más mentirosos, estafadores, hipócritas y prejuiciosos.
Por supuesto, está mal generalizar, existen sus excepciones, pero todo esto se ha vuelto tan común y tan longevo en nuestra sociedad que se puede culturalizar ciertos comportamientos: Cuando nos sentamos en la camioneta o en el autobús y vimos que se sube una persona de piel oscura, negra o una persona de mal aspecto, un poco desaseada, automáticamente pensamos que esa persona nos va a robar. O cuando vemos a una persona de piel blanca, “bien vestida” y con ciertos tipos de gestos, lo categorizamos de “sifrino”.
El racismo ocurre en todos lados, desde una entrevista de trabajo en donde no te escogen por ser “negrito”, hasta la convivencia en la escuela, está en todos lados. ¿O no me van a decir de por qué nunca vemos a una persona afro-descendiente animando o siendo protagonista de una gran novela, siendo el principal? Ese miedo inexplicable que sentimos, aunque no lo queramos admitir, no es nada más que racismo, de aquél donde ciento de personas sufrieron y murieron en el siglo pasado en Estados Unidos, de aquel donde existía esclavitud, de aquel donde la historia nos ha contado, es ese mismo racismo y discriminación que sentimos.
En este país también existe un gran odio hacia los homosexuales, muchas, muchísimos de nosotros alardeamos de ser de mente abierta, de aceptar todo tipo de gustos y amores, cuando a la hora de la verdad, de tener cerca una persona de este tipo, lo rechazamos indirectamente y es aquí cuando se explota la hipocresía. Por ejemplo, un caso particular que me pasó hace poco tiempo, un chico que claramente tuvo un comportamiento homofóbico con un homosexual, burlándose y haciendo gestos de asco, para luego venga esta persona a decir, ”yo no soy homofóbico ni nada de eso, pero esas personas y sus actitudes, de lejitos, de lejitos…” Muchos casos como este conozco personalmente y sé que existen. Todos nacemos siendo homofóbicos, con ese odio sin sentido hacia lo que no es más que amor, a todos nos crían así, es parte de nuestra cultura, inculcado por nuestra familia y sociedad; y el primer paso para salir de esto y abrir los ojos es, dejando de ser un hipócrita imbécil y aceptando que uno también es homofóbico, es la única forma para dejar de serlo, la aceptación.
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