Vigilancia de salud pública y comunicación

Vigilancia  de salud  pública y comunicación.

+++Vista como un proceso  social, la comunicación para la salud es un mecanismo de intervención para generar, a escala poblacional, la necesaria influencia social que proporcione conocimientos.

+++Como ejercicio profesional, la comunicación para la salud es el empleo sistemático de medios de comunicación individuales de grupos masivos y mixtos, como herramientas de apoyo para el logro de comportamientos colectivos funcionales que busquen el cumplimiento de objetivos de los programas de salud.

+++Es necesario dar a conocer la salud pública  y para ello se necesita una labor continuada de comunicación.  Quienes buscan preservar y mejorar la salud de la población no puede limitarse a dar información puntual, porque informar aunque, es necesario, es solo una de las fases de una buena comunicación que implicar una relación de doble dirección entre el emisor y el receptor de los mensajes.

+++la comunicación social y la vigilancia y control de los problemas de salud están íntimamente ligadas al nivel de desarrollo de la comunidad sobre la que tienen que actuar. Por esta razón, antes de diseñar una estrategia de comunicación conviene estudiar los factores socioculturales de los grupos que vamos a dirigirnos.

+++el diseño de una estrategia de comunicación necesita de un grupo multidisciplinar que pueda decidir de qué manera  se abordará el tema, así como el marco conceptual y referencial a utilizar determinaran los grupos sociales a los que dirigirse y la forma de involucrar a esos grupos; elaborará los mensajes que quiere hacerles llegar; determinará qué canales y medios se utilizaran.

El papel de Epidemiólogo.

En la salud pública, el epidemiólogo es una pieza clave en el proceso de comunicación. En su calidad de experto es una fuente de información fiable para la autoridad política, para los medios de comunicación y en lo último término para la población.

Por qué la Administración no tiene credibilidad.

En circunstancias  normales, la información que procede de la administración es recibida casi siempre como Información política y, por lo tanto, queda bajo la sospecha de ser una información, partidista compuesta a medias verdades.

Los riesgos del silencio. El rumor.

El silencio informativo puede parecer una situación cómoda para los gestores de la salud, quienes tienen que pensar tienen que pensar, “hay un silencio, luego todo marcha bien, eso indica que no hay conflictos” pero eso es una situación engañosa, simplemente indica que no hay comunicación, y ese silencio no es rentable, porque es imposible que no haya ningún tema relacionado con la salud pública que interés público.

La comunicación en situaciones de crisis.  

Cuando surgen los problemas se convierte en un sistema de defensa. La crisis suscita una necesidad de información de diálogo, un cierto mecanismo de defensa pude hacer retener la historia durante un breve periodo de tiempo. Pero las tácticas de aplazamiento conseguirán despertar la sospecha no sólo de los hechos, sino también de lo propio origen del incidente fue tratado mediante una comunicación dudosa.

Vigilancia epidemiológica en situación de crisis.  

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