Violencia Domestica

VIOLENCIA DOMESTICA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como violencia: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otras personas o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastorno de desarrollo o privaciones.”

Según la Convención de Belém do Pará: Debe entenderse como violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público (en la comunidad) como en el privado (en la familia).

La violencia doméstica no es un fenómeno social nuevo, hasta hace poco tiempo su práctica era considerada como natural, algo común y sin demasiada importancia, como mucho era un asunto recluido al entorno familiar de lo cual los demás no se podían inmiscuir.

Las víctimas son ofendidas en su dignidad humana y menoscabadas en el goce de sus derechos y libertades como personas. Se ven humilladas y sometidas al victimario envueltas en una suerte de círculo vicioso en las que estos, muchas veces han sufrido también malos tratos, abusos y que al no haber recibido apoyo psicológico o alguna otra asistencia social y a su vez convivir en un medio cada vez más violento, se ven arrastrados en una especie de culto a la violencia, muchas veces bien visto en algunos sectores de la sociedad.

La violencia doméstica no es únicamente contra la mujer, sino también contra los integrantes más indefensos del núcleo familiar, ya sea niños, ancianos, discapacitados sometidos al poder de aquellos que deberían ser el soporte y contención de estos. A esta problemática fueron las organizaciones de mujeres las pioneras en poner en la mesa, denunciando y reclamando que el Estado tome cartas en el asunto. A través de este reclamo, se han creado desde 1995 leyes que penalizan estas prácticas y a su vez promueven la discusión en todos los ámbitos de la sociedad. La Policía Nacional fue la primera institución pública en trabajar en este fenómeno, más precisamente el 25 de noviembre de 1988, se crea en la Dirección de Seguridad de la Jefatura de Policía de Montevideo, la primera Unidad Operativa Especializada de atención a las situaciones de violencia doméstica.

La violencia no es únicamente física, también está la psicológica o verbal. Tanto o más dañina que la agresión física, las criticas, el desprecio, el abandono o insultos, también son formas de violencia. Dejan heridas más profundas y duraderas pero a su vez menos notables a los ojos de los extraños. Al ser más difícil que la victima pruebe ante las autoridades que corresponden, continúan sufriendo calladas y por ende sin que se les pueda brindar ayuda.

Estas víctimas desarrollan una dependencia enfermiza con sus agresores, tornándose

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