Violencia de genero, concepciones machistas y actitudes sexista

La violencia de género es un fenómeno que ha estado presente en el transcurso de la historia. Hace algunos años los problemas derivados de la violencia contra la mujer no eran considerados un problema social y de igual manera los estados no planteaban políticas que garanticen la protección de las mujeres. Uno de los factores que han permitido la preservación de las conductas e ideología machista en la sociedad, es quizás la adopción de ésta como una forma de tradición dentro de la cultura propia de la comunidad. De esta forma, existen determinados comportamiento y estereotipos de masculinidad y feminidad que asigna roles en función del sexo de la persona. En el Ecuador y en el resto del mundo, debido a los cambios sociales y a la participación extendida de la mujer se puede evidenciar nuevas reformas que han permitido condiciones mas favorables buscando la igualdad de derechos.

El sexismo se puede presentar de diversas formas, entre estas se encuentran conductas no verbales y corporales. Éste tiene por objetivo el colocar a la mujer desde la posición de un objeto o instrumento, en contraste con el papel de supremacía que debe poseer el hombre. Los efectos que produce son muy diversos y por las características que posee se encuentran orientados al control social en forma de restricción de las capacidades, alcances y aspiraciones. Todos estos efectos se manifiestan de forma sutil en la vida cotidiana, sin que las personas muchas veces se percaten de las conductas impuestas por la base ideológica que posee el cual es el machismo. Debido a lo anterior expuesto y a que es un problema complejo, en crecimiento y que se encuentra enraizado en la cultura es importante el rol del psicólogo para la atención y ayuda necesaria tanto para las víctimas de violencia como para los agresores.

En el presente trabajo se analizará a la familia con el objetivo de conocer su funcionalidad y a vez las concepciones machistas y actitudes sexista que se presentan. El trabajo se realizó durante un período de 12 semanas con una carga de trabajo de 6 horas semanales en la comunidad de San Eduardo, específicamente en la Cooperativa 25 de julio. Se seleccionó una muestra de 4 familias a las cuales se les aplicó algunos instrumentos como la encuesta sociodemográfica, la cual permitió facilitar la respectiva información de las familias; además la escala de actitudes ante el machismo. Para seguir con una segunda etapa del análisis se decidió selecciona a una familia de las cuatro, la Familia Rizzo Mantuano, debido a su a colaboración y participación durante todo el primer proceso.

En la segunda fase del proceso se aplicó otra serie de instrumentos para conocer la respectiva valoración familiar y obtener su funcionamiento familiar. Además, se utilizó un genograma como instrumento para recolectar información básica sobre la estructura familiar y qué forma tienen las relaciones que existen entre ellos. Otro de los instrumentos usados fue un ecomapa con el fin de identificar de forma rápida las interrelaciones de la familia con el ambiente y el contexto sociocultural en el que se desenvuelve. Se consideró como base teórica el modelo de Salvador Minuchin el cual analiza la estructura familiar y se aplicó el instrumento FFSIL para evaluar el funcionamiento familiar, este consta de 7 categorías cohesión, armonía comunicación, permeabilidad, afectividad, roles y adaptabilidad. Para finalizar el proceso de evaluación se aplicó la escala de sexismo ambivalente de Glick y Fisk, con el objetivo de medir los comportamientos sexistas de los individuos de acuerdo con la teoría ambivalente.

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