Violencia de pareja
Enviado por Paulette Flores • 19 de Agosto de 2020 • Ensayo • 1.301 Palabras (6 Páginas) • 261 Visitas
Me gustaría iniciar con esta frase de Simone de Beauvoir “Conocemos más íntimamente que los hombres el mundo femenino, porque en él tenemos nuestras raíces; aprehendemos de manera más inmediata lo que significa para un ser humano el hecho de ser femenino, y nos preocupamos más de saberlo”.
Esta frase plasma como se ha desarrollado la historia de la humanidad, sobre todo en el caso de la mujer que solo se enfocaba en la antigüedad que era en la crianza de los niños o de las tareas del hogar, así como de preocuparnos por el interés emocional de las personas, de nuestro rol de cuidado, etc. Se nos facilita el aprender situaciones que no tenemos conocimiento sobre todo si son aquellas que anhelamos en nuestra vida, si queremos trabajar, queremos una familia, no la queremos, si queremos una pareja, etc. El cual nos puede beneficiar como a perjudicar para aquellas personas que quieren tener un trabajo y tener una familia que son actividades muy demandantes de tiempo.
En el presente ensayo se hablará acerca del tema de violencia de pareja desde como se aborda bajo las diferentes perspectivas de género ya sea hombre, mujer, lesbiana, gay. El cual radica una parte de esto en la creencia de la persona acerca de lo que es el amor ya que este determina la manera en la que nos relacionamos con nuestra pareja, el cual la mayoría de las veces se relaciona el romanticismo y violencia, como los celos, control y diferentes tipos de violencia disfrazados como amor. Además de como podemos ayudar los profesionales de la salud ante este tema que se ha vivido desde los inicios de la vida.
Para ello primero debemos definir violencia de pareja “todo daño físico, sexual o psicológico provocado a una persona por su pareja o cónyuge previo o actual. Se debe tomar en consideración que esta no hace distinción en cuanto a orientación sexual (se puede dar tanto en el contexto de una pareja heterosexual o en parejas del mismo sexo), así como tampoco se refiere exclusivamente a aquellas relaciones en las cuales hay intimidad sexual. No necesariamente involucra personas que viven juntas, siempre y cuando se trate de parejas que están o han estado involucradas en una relación personal profunda” (Sugg, N. 2015).
¿Por qué es de vital importancia este tema sobre todo para jóvenes adultos? Es muy importante porque pueden ser objeto en sus relaciones de noviazgo para prevenir y/o detener la violencia de pareja. Según Castro y Riquer “entre los hallazgos de sus investigaciones se encuentran que: en la mayor parte de las parejas que experimentan violencia, ésta se manifiesta desde el inicio de la relación, incluso desde el noviazgo”. Partiendo de esta idea los jóvenes se emparentan con personas poseen este tipo de comportamiento violento debido a que ellos lo han aprendido desde la infancia con sus padres y lo han normalizado, sin saber que realmente están en un círculo vicioso y peligroso. Cabe mencionar que las víctimas de este fenómeno no solo son mujeres, si lo son en su mayoría, pero existe un porcentaje de hombres que son agredidos por la mujer.
Según la Organización Mundial de la Salud, 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo que actualmente se encuentran casadas o viviendo con la pareja y estas personas que han sido maltratadas lo han sido desde el noviazgo sin haberlo identificado.
Para ello mencionaremos factores de riesgo que pueden influir en ser víctimas de esta violencia. Una de ellas puede ser la cultura que nos ha brindado principalmente nuestra familia y es confirmada por la sociedad que nos rodea. Tener escasos recursos, jóvenes, con un bajo nivel educativo, inmigrantes (por encontrarse en mayor vulnerabilidad social), mientras que desde la perspectiva del perpetrador el consumo de alcohol y antecedente de violencia familiar en la infancia, usualmente potencian dichas conductas (Regueira, A. 2015).
Se espera que la persona que venga solicitando ayuda acuda con lesiones físicas menores, algunas fracturas, dislocaciones, heridas por armas, si acude por algún servicio de salud es fácil de identificar al posible victimario. Por lo tanto, el personal encargado de su atención, sin embargo, hay que insistir en el hecho de que no todas las mujeres víctimas de este tipo de violencia pueden tener manifestaciones físicas claras. Dentro de los padecimientos que se han identificado secundarios consecuencia de la violencia de pareja son: dolor crónico manifestado en forma de dolor abdominal, migraña o dolor cervical o lumbar; problemas gastrointestinales como enfermedad ácido-péptica, síndrome de intestino irritable, reflujo gastroesofágico, indigestión, diarrea o constipación; algunos síntomas físicos inespecíficos como insomnio, fatiga, disnea, hiporexia o desórdenes de alimentación, así como manifestaciones psicológicas como depresión, síndrome de estrés postraumático, trastornos de pánico, ansiedad, entre otros (Bogantes, J. 2008).
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