Viviane Forrester
Enviado por itzahdzs • 8 de Noviembre de 2012 • 938 Palabras (4 Páginas) • 464 Visitas
Vivimos en medio de una falacia descomunal, un mundo desaparecido que se pretende perpetuar mediante políticas artificiales. Un mundo en el que nuestros conceptos del trabajo y por ende del desempleo carecen decontenido y en el cual millones de vidas son destruidas y sus destinos aniquilados. Se sigue manteniendo la idea de una sociedad caduca, a fin de que pase inadvertida una nueva forma de civilización en la que sólo un sector ínfimo, unos pocos, tendrá alguna función. Se dice que la extinción del trabajo es apenas coyuntural, cuando en realidad, por primera vez en la historia, el conjunto de los seres humanos es cada vez menos necesario.
Descubrimos —dice la autora— que hay algo peor que la explotación del hombre: la ausencia de explotación; que el conjunto de los seres humanos es considerado superfluo, y que cada uno de los que integran ese conjunto tiembla ante la perspectiva de no seguir siendo explotable.
El libro de Forrester tiene la virtud de instalar el debate en un terreno que no es el económico ni el político (técnico uno, institucional el otro) sino en el espacio público. Los problemas del desempleo, la marginación, las crecientes desigualdades sociales y culturales, sugiere la autora, no deben ser tratados sólo entre especialistas: deben discutirse en la sociedad. Esta obra se dirige a cada uno de nosotros. Y lo hace, además, con una franqueza casi brutal. Forrester termina con la retórica engañosa según la cual las dificultades del presente son en realidad los obstáculos
que deben superarse con vistas a un futuro mejor.
Novelista y crítica literaria francesa, Viviane Forrester (1925) ha
conmovido con este ensayo al mundo de las ideas. Con más de 300 000 ejemplares vendidos en Francia y traducciones a 12 idiomas, El horror económico ha llegado a ser, en pocos meses, un fenómeno de trascendencia internacional. Sus lectores constituyen una comunidad alerta para la cual la indiferencia dejó de ser posible y en la que renace la solidaridad fundada en el respeto.
El libro de Forrester tiene la virtud de instalar el debate en un terreno que no es el económico ni el político (técnico uno, institucional el otro) sino en el espacio público. Los problemas del desempleo, la marginación, las crecientes desigualdades sociales y culturales, sugiere la autora, no deben ser tratados sólo entre especialistas: deben discutirse en la sociedad. Nuestras concepciones del trabajo y por consiguiente del desempleo en torno de las cuales se desarrolla (o se pretende desarrollar) la política se han vuelto ilusorias, y nuestras luchas motivadas por ellas son tan alucinadas como la pelea de Don Quijote con sus molinos de viento.
En todas partes se habla constantemente del "desempleo". Sin embargo, se despoja al término de su sentido verdadero porque oculta un fenómeno distinto de aquel, totalmente obsoleto, que pretende indicar. No obstante, nos hacen
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