Vivienda, Trabajo Voluntario E Ideología
Enviado por isrraelosorior • 5 de Septiembre de 2011 • 1.582 Palabras (7 Páginas) • 729 Visitas
Vivienda, trabajo voluntario e ideología
Por: isrrael osorio
En Venezuela con la revolución bolivariana se generan las condiciones para crear un estado socialista, no obstante, aunque justificadamente el Presidente Chávez, en sus alocuciones informa que somos un país plenamente independiente, la realidad es que todavía se cuenta con un estado burgués, lo que más pronto o más tarde, el acceso al poder de la clase dominante se subordinará a la potencia norteamericana. En ese caso, seríamos una nación formalmente libre e independiente, pero de hecho, nos encontraríamos de nuevo en una situación de dependencia a la misma potencia extranjera. Esta es la razón por la cual, debemos continuar la lucha hasta que no dispongamos de un estado socialista.
Debemos tener la claridad de conciencia de que en nuestra nación todavía se reproducen y producen tanto el capital como la fuerza de trabajo, y también se reproducen las clases y la lucha de clases; es un hecho visible, que el avance de la revolución dependerá del lugar que ocupemos en el proceso de producción y en definitiva en la clase social a la que pertenezcamos. Esto nos permite determinar que la burguesía y la revolución bolivariana no pueden compartir un mismo proyecto político, porque esto no es sino un reflejo de los distintos intereses de clases.
La teoría del socialismo del siglo XXI, tiene entre sus características fundamentales, la centralización de su accionar, primeramente dedicado a la pobreza, la marginalización social, la precariedad, las desigualdades, etc., en vez de centrar su accionar en el proceso productivo que es donde se centra la explotación. Sin embargo, esta premisa citada en el párrafo anterior, a pesar de que es evidente que no se trata de una revolución socialista, podemos evidenciar que existen aspectos progresistas. No obstante tendrá que ser el conjunto del pueblo trabajador venezolano, con la clase obrera a la cabeza, quien asuma la dirección del proceso político y le imprima una verdadera orientación revolucionaria.
Partiendo de que esta revolución es humanista y que primero es lo social, el presidente asumió personalmente el problema de la vivienda para los refugiados (palabra no correcta de acuerdo a la etimología), de tal manera que a través de una campaña radial y televisiva emprendió el camino de atender en el sitio a todos los compatriotas que tuvieron la desdicha de que se derrumbara su casa o estuviera en alto riesgo para trasladarlos a refugios, prometiéndoles que les asignaría una casa digna a cada familia. Esta forma de encarar las crisis que se le han presentado durante su mandato, le ha permitido alcanzar un caudal de votos unido a respuestas efectistas más que eficientes que en un momento determinado acrecienta su popularidad, esto le ha permitido obtener victorias cuyo resultado en la práctica denota un incremento en la población que vota en su contra.
El crecimiento en la construcción de la vivienda durante los doce años del mandato del presidente Chávez ha sido negativo con respecto a la construcción del doble de las 100.000 prometidas por el Dr. Rafael Caldera (en su primer gobierno). Estas pretensiones se han diluido a través de los últimos doce años y aunque el Gobierno insiste en mantener en pie su promesa inicial, la realidad no apoya sus buenas intenciones.
La cuestión es que durante los primeros siete años del mandato del presidente Chávez, la tasa de construcción se mantuvo atada a una cifra variable que sólo alcanzó en promedio, 198.713 inmuebles. (1)
Ahora, esta crisis de la vivienda producto de las lluvias que afectaron a más de 319.000 damnificados en todo el país, nuevamente pone a prueba la capacidad del presidente de enfrentar con fortaleza y liderazgo la catástrofe que fortalece el culto al presidente por parte de los más desposeídos, que confían que pronto es un estimado de un año ó año y medio tendrán respuesta y le serán asignadas sus viviendas.
La experiencia en la construcción de viviendas en Venezuela no es positiva lo cual no es un aval a favor del proceso revolucionario, no obstante, apostaremos a la palabra empeñada por el presidente de que se construirán 250.000 casas anuales.
El avance de un proceso revolucionario en los ámbitos: políticos, sociales y económicos, es inmanente a los resultados que benefician a la población, pero si estos avances y beneficios no van acompañados con una carga ideológica de lo que se aspira construir, el horizonte en la construcción del socialismo se alejaría y permitiría que las fuerzas contrarrevolucionarias ocuparan espacios ganados por la revolución. Debemos recordar que venimos de una cultura capitalista por más de quinientos años y que los valores ideológicos de este sistema gobernante están acendrados en la psiquis del ciudadano común y que lo que se edifique a favor de las clases sociales, solo llenaría de satisfacción el obtener riquezas para llenar los espacios de la abundancia superflua, esta situación beneficiaría a la derecha venezolana en detrimento del crecimiento de la creación y construcción del sistema
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