Vulnerabilidad Y Riesgo

El consumo eléctrico se distribuye principalmente, en el servicio doméstico e industrial, siendo el estado más consumista Nuevo León con 1, 460,944 usuarios. Este consumo es abarcado por las distintas plantas que existen y la producción de electricidad se distribuye como se muestra en la Tabla 1 (CFE, 2009).

Tabla 1. Distribución de producción de electricidad de las plantas eléctricas en México (CFE, 2009)

Tipo de Generación Capacidad efectiva en MW Porcentaje

Termoeléctrica 22,404.69 45%

Hidroeléctrica 11,054.90 22%

Carboeléctrica 2,600.00 5%

Geotermoeléctrica 964.5 2%

Eoloeléctrica 85.25 0%

Nucleoeléctrica 1,364.88 3%

Termoeléctrica 11,456.90 23%

(Productores Independientes)

Total 49,931.12 100%

Por otro lado las instalaciones petroleras pueden ser de varios tipos dependiendo de su función, como centros procesadores de gas, refinerías y complejos o unidades petroquímicas (Figura 2).

Figura 2.Principales Instalaciones petroleras de Petróleos Mexicanos (PEMEX, 2008)

Los centros procesadores de gas elaboran, distribuyen y comercializan productos petroquímicos en el país. Existen en total 59 instalaciones de éste tipo entre endulzadoras, criogénicas y terminales de distribución.

Las refinerías producen combustibles como la gasolina, turbosina, diesel, que se distribuye por todo el país. Existen en total 6 refinerías en: Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Oaxaca; que en su conjunto producen aproximadamente 1 millón 384 mil barriles de gasolina por día. Según datos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) la demanda de combustible se distribuye como sigue:

• 207 mil barriles diarios abastecen al norte del país.

• 149 mil barriles diarios abastecen al centro del país y del Golfo

• 196 mil barriles diarios abastecen al centro-oeste del país

• 273 mil barriles diarios abastecen la ciudad de México

• 169 mil barriles diarios abastecen el Sur del país y la Península de Yucatán

• 290 mil barriles diarios abastecen el litoral del Pacífico.

INTRODUCCIÓN

De acuerdo a estudios realizados (Cruz y Steinberg, 2005; Steinberg y Cruz, 2004; Steinberg et al., 2004; Burby et al., 2003) existe una necesidad para integrar metodologías capaces de estimar y reducir daños en áreas donde el peligro se encuentra presente. Por otro lado Cardona (2008) demuestra que se pueden lograr ganancias económicas y sociales importantes adoptando un enfoque proactivo de reducción del riesgo.

Eventos recientes (sismo en Kobe, Japón, 1995 entre otros) han destacado la vulnerabilidad de sitios industriales en caso de amenazas naturales, debido a ambientes geomorfológicos, condiciones meteorológicas, procesos manufactureros, infraestructuras y gente. Sin embargo, según Rota (2009), son pocos los estudios realizados que analicen la interacción entre las amenazas naturales y la industria para el manejo del riesgo.

De acuerdo con Meritt (2002), en un análisis cuantitativo del riesgo se debe, principalmente, identificar las carencias de la seguridad de la planta en estudio para poder mejorarla y tomar en cuenta su costo, presentando valores monetarios,

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