Yidis Medina
Enviado por mateo1997 • 19 de Abril de 2015 • 2.225 Palabras (9 Páginas) • 252 Visitas
La mujer que para muchos no era más que una campesina de Barrancabermeja (Santander), que había terminado a duras penas el bachillerato y no había logrado continuar con sus estudios en sicología, se convirtió en el talón de Aquiles de tres de los alfiles más poderosos del primer gobierno de Álvaro Uribe. Yidis Medina, quien llegó al Congreso en 2002 como suplente del representante a la Cámara, Iván Díaz Mateus, fue la protagonista de uno de los episodios más oscuros de la esfera política país: la yidispolítica. Un escándalo que dejó al descubierto cómo a puntas de dádivas, promesas burocráticas y cuotas políticas, se aprobó el acto legislativo de la reelección presidencial en Colombia.
Yidis Medina sólo estuvo tres meses ocupando su investidura como representante a la cámara. Se posesionó en marzo de 2004, cuando el congresista Díaz Mateus estuvo de licencia y vacaciones. En apenas 90 días Medina pasó de ser una desconocida a convertirse en la parlamentaria ‘consentida’ del gobierno para lograr la aprobación de la reelección. Tanto así, que, según lo dijo la Corte, los ministros estrellas de ese entonces, Sabas Pretelt de la Vega y Diego Palacio, y el secretario general de Presidencia, Alberto Velásquez, le ofrecieron el cielo y la tierra para que diera su voto a favor del acto legislativo. Su decisión inclinó la balanza a favor del expresidente Uribe.
Ese 4 de junio, a las 4:30 de la mañana, finalmente fue aprobada la reelección en la Comisión Primera de la Cámara de representantes con 18 votos a favor y 16 en contra. En medio de la discusión no cesaron los señalamientos contra Medina y el exrepresentante por el Valle del Cauca, Teodolindo Avendaño. A la primera, por cambiar su voto en apenas 48 horas, y al segundo por ausentarse de la votación alegando que su hijo se había accidentado –situación que había ocurrido varios días atrás–. Las acusaciones de los opositores en ese momento quedaron en palabras. Sin embargo, cuatro años después, Medina prendió su ventilador en entrevistas con El Espectador y Noticias Uno porque las promesas burocráticas no se cumplieron.
Dio rienda suelta a sus declaraciones y señaló que hasta el expresidente Uribe se le arrodilló en el baño privado de su despacho para pedirle su voto. Relató que la hizo seguir por una puerta grande de madera y la sentó en el inodoro: “Entonces se inclina y coloca su rodilla derecha contra el piso y la izquierda flexionada. Y me mira detenidamente: ‘Yo necesito que usted haga patria, que salve la patria. Yo quiero ser reelegido nuevamente. Mija querida, ayúdeme, si usted me ayuda, yo le ayudo en todos y cada uno de los puestos que tenemos allá en Barranca’”. Desde el principio Uribe y sus colaboradores negaron los señalamientos. Dijeron que Medina estaba loca, que era una criminal, que los estaba extorsionando y justificaron que las reuniones con congresistas y el manejo de cuotas eran un ejercicio válido de gobernabilidad.
Yidis Medina se acogió a sentencia anticipada. La Corte Suprema de Justicia la condenó el 26 de junio de 2008 a 47 meses y seis días de prisión por aceptar estas dádivas. Asimismo, ella se comprometió a declarar contra los funcionarios que participaron en el festín de entrega de comisiones, que, básicamente, consistieron en promesas de inversión en las regiones de los parlamentarios que vendieron sus votos y en ofrecimientos de notarías y cargos del alto gobierno. La condena contra los tres alfiles del Uribe –Pretelt, Palacio y Velásquez– es consecuente con la tesis que dice: "si un funcionario recibió dádivas, es porque alguien se las ofreció y ambos deben ser castigados".
Yidis y la política
Un golpe mediático provocó Yidis Medina cuando en julio de 2008 apareció como portada de la revista Soho. “Le demostré al país que soy una persona normal y que, con el respeto que se merecen las personas delgadas, mi figura es la de muchas mujeres en este país. Creo que las fotos que me publicaron motivaron a la ‘Gorda’ Fabiola para hacer otras parecidas”, expresó Medina en medio de risas. Agregó que no cobró, porque de haberlo hecho dirían que fue un ilícito. En la publicación, la excongresista habló sobre la situación familiar que atravesaba en ese momento y cómo, desde los 14 años, empezó a formar su familia.
Su padre era mecánico y su madre enfermera. Yidis Medina venía de una familia de escasos recursos económicos que vivía en el barrio Miraflores en Barrancabermeja. Estudió en el colegio público Diego Hernández de Gallego y, a pesar de que estaba en un entorno rodeado de violencia por los enfrentamientos entre la guerrilla y los paramilitares, decidió fundar una organización liderada por mujeres: limpiaban andenes, barrían las calles, atendían a los niños y ayudaban a las madres cabeza de familia. Esos fueron sus primeros pasos en la política.
Empezó a relacionarse con políticos regionales y a participar en campañas para la alcaldía de Barrancabermeja y la gobernación de Santander. Asimismo, aspirantes al Congreso le pedían apoyo ya que contaba con una maquinaria social importante. Su reconocimiento en la ciudad creció a tal punto que no existía evento social en el que Medina no apareciera con una de sus minifaldas y diera un discurso político. Fue entonces que conoció a su primer esposo, con quien tuvo dos hijos.
A la par que trabajaba en su fundación y crecía su familia, intentó estudiar sicología social en la Universidad Cooperativa, pero no pudo terminar porque la plata no le alcanzó. Después probó como aseadora, archivadora, vendedora de helados y de gaseosa y repartiendo tintos en el Concejo de Barranca. Fue ahí que empezó su pasión por la política. Gracias a su trabajo social se unió al partido Liberal y después logró ser cabildante. Por esa época, en el año 1995, conoció a su segundo esposo, con quien tuvo a su última hija.
De su gestión en el Concejo se recuerda que golpeó con el micrófono a un colega suyo que presidía el cabildo porque no la dejó hablar. Pero su principal logro fue consolidar su programa social con la alcaldía. A través de la Cooperativa Integrar impulsó el proyecto Las Escobitas, que consistía en generar empleo para las madres cabezas de familia. Medina tenía cierta obsesión por este tema, ya que sus dos esposos la habían abandonado. Finalmente, su gran paso al Congreso se dio por petición de Díaz Mateus y, a pesar de que ella pertenecía al partido Liberal, fue la bancada conservadora la que le permitió dar el salto.
“Votar la reelección me mató”, dijo en una entrevista con El Espectador en 2008 pocos meses antes de ser condenada. Durante su reclusión, Medina contó que tenía
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