Zamora 17 de agosto 2015
Enviado por mamitalachiquita • 19 de Noviembre de 2015 • Apuntes • 422 Palabras (2 Páginas) • 233 Visitas
Zamora 17 de agosto de 2015
Dr. Luis Madrid
RECTOR (E) ISPED JORGE MOSQUERA.
A través de la presente me permito expresarle un cordial saludo y a la vez augurarle toda clase de éxito en su vida tanto personal como profesional, de la misma manera y oportuna aprovecho la ocasión para solicitarle que se me entregue la documentación que posan en los archivos del Instituto “Jorge Mosquera de los estudios realizados por mi persona con cedula de identidad 1900456227 en el periodo 2005 al 2008 obteniendo el Título de PROFESOR DE EDUCACIÓN PRIMARIA – NIVEL TECNOLÓGICO que necesito para poder matricularme en la universidad y realizar la convalidación de las materias aprobadas ; dichos documentos detallo a continuación.
• Record académico (original de curso aprobado) otorgados por la universidad donde curso los estudios. Donde conste cada periodo de estudios.
• Programa de estudios de las materias aprobadas o asignaturas aprobadas a convalidar (originales y con sus respectivos sellos y firmas en todas las páginas)
• Certificado de no tener tercera matricula.
• Copia certificada del acta de creación del instituto y copia de que el Instituto consta en el Senecyt.
• Certificado de no haber sido sancionado.
• Scanear el pdf el contenido analítico en orden de acuerdo al record académico, en blanco y negro y baja resolución, que al archivo no pese más de 40 megas
Seguro de ser atendida favorablemente mi petición, desde ya le expreso mis sinceros agradecimientos. sabien que todos
Es verdad! Soy muy nervioso, extraordinariamente nervioso. Lo he sido siempre. ¿Pero por qué dicen que estoy loco? La enfermedad ha aguzado mis sentidos en vez de destruirlos o embotarlos. De todos ellos el más fino es el oído. Yo he escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra, y no pocas del infierno. ¿cómo, entonces, puedo estar loco? Observen con qué serenidad, con qué calma, voy a contarles esta historia.
Es imposible definir cómo penetró la idea en mi cerebro. Sin embargo, una vez adentrada allí, me acosó día y noche. Realmente no había ningún motivo para ello. El viejo nunca había hecho daño, y yo lo quería. Jamás me insultó, y su oro no me despertaba la menor codicia.
Creo que era su ojo. Si... ¡Eso era! Uno de sus ojos se parecía a los del buitre. Era de un color azul pálido, nublado por una catarata. Siempre que ese ojo se detenía sobre mí, se me congelaba la sangre. Y así, poco a poco, gradualmente, se fue apoderando de mi espíritu la obsesión de matar al anciano, y librarme para siempre de aquella mirada.
Atentamente:
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