ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ideas principales texto de Locke


Enviado por   •  28 de Marzo de 2016  •  Biografía  •  1.887 Palabras (8 Páginas)  •  426 Visitas

Página 1 de 8

Ideas principales texto de Locke

Locke en este ensayo pretende demostrar que no existen principios innatos, para eso se basa en algunos puntos que veremos a continuación.

Locke afirma que es una opinión establecida por los hombres, decir que poseemos principios innatos que vienen con nuestra alma, pero este afirma que no es asi y que le bastaría mostrar que todos los hombres pueden alcanzar a través de sus facultades naturales todo el conocimiento que poseen para demostrar la falsedad de la primera suposición. De el mismo modo en que niega la existencia de ideas innatas cree que el hecho de atribuir como ideas innatas algunas impresiones de la naturaleza es absurdo.

Generalmente se presupone que hay principios seguros, de ahí se infiere que deben ser impresiones que reciben las almas de los hombres en su primer ser. Este es el principal argumento de la teoría que Hooke busca destruir.

Locke afirma que aunque una verdad sea admitida como innata por toda la humanidad no necesariamente tiene que serlo.

No hay ninguna idea que conozca toda la humanidad y la acepte como verdadera, lo que aleja este principio de su argumento principal.

Locke afirma que todos los niños no tienen el mismo pensamiento acerca de aquellas proposiciones, argumento suficiente para invalidar la idea innata, ya que para ser cierta, todos los niños deberían reconocerla en el primer momento que usen la razón para asimilar esta verdad presunta. Por otra parte el hecho de que estas verdades vengan impresas en el alma y no puedan ser entendidas o se entiendan de diferente manera por estos individuos siendo verdades innatas es un hecho contradictorio, lo que nos lleva a concluir que no existen estas impresiones.

Se dice generalmente que los hombres conocen estas verdades y le dan sentido cuando alcanzan el uso de razón, afirmando de esta manera que son innatas, pero eso tendría que significar dos cosas, o que, tan pronto como los hombres alcanzan el uso de la razón estas verdades llegan a ser conocidas, o que el uso y perfeccionamiento les ayudan a descubrir estos principios y se los dan a conocer. Si dicen que los hombres pueden descubrir estos principios por el uso de la razón y que eso basta para que afirmar que sean innatos, su argumento se reduce a que todo lo que pueda concluir por medio de la razón, con dudas o firmemente tiene que ser asentido como verdadero, y traspasado como verdad innata a otros.

Pero, ¿Cómo se puede pensar que la razón es necesaria para descubrir principios innatos, siendo a través de la razón llegamos a conclusiones en base a verdades ya conocidas?, no puede ser innato lo que la razón pretende descubrir a no ser que aceptemos todas las verdades ciertas que la razón nos enseña como ciertas.

Es igual de falso decir que necesitamos nuestra razón para poder ver, como el tener que usar la razón para poder descifrar o descubrir estos principios supuestamente gravados, es decir en otras palabras que el uso de la razón ayuda a descubrir al hombre aquellas cosas que ya sabia antes .

Verdades no innatas no gozan de aceptamiento cuando nos son propuestas ya que a diferencia de las innatas las primeras necesitan la razón, utilizando pruebas, para ser aceptadas, mientras que las otras tan pronto como se los entiende son aceptados sin ningún raciocinio; se hace también patente la debilidad que consiste en requerir el uso de la razón para descubrir algunas verdades generales, ya que se necesita confesar que en su descubrimiento no se hace uso alguno del raciocinio, concluyendo en la siguiente pregunta.

¿Cómo se puede suponer con algún sentido, que lo impreso por la naturaleza y guia de nuestra razón está necesitado del uso de la razón para descubrirlo?

Quien profundiza, afirma Locke, encontrara que la afirmación inmediata de que la mente conceda a algunas verdades no depende de una inscripción innata sino de una facultad de la mente muy distinta.

Tan pronto como los niños llegan al uso de la razón alcanzan también a conocer estos principios y a aceptarlos, esto es falso y gratuito. Es falso porque es evidente que esos principios no están en la mente en una edad tan temprana, por tanto, se señala erróneamente la llegada del uso de la razón como el momento en que se descubre. Acepta en resumen la necesidad de que los hombres lleguen al uso de la razón antes de alcanzar el conocimiento de esas verdades generales, pero niega que cuando los hombres llegan al uso de la razón es el momento en que las descubran.

Jamas se conocen esos principios ni se los advierte antes del uso de la razón, sino que pueden ser aceptadas en algún momento posterior de la del hombre

Aun siendo cierto que el momento preciso en el que el hombre alcanza el uso de la razón fuera aquel en que se conocen esos principios y se presta aceptamiennto, lo cual tampoco probaría que son innatos, porque, ¿con que lógica puede sostenerse que cualquier nocion o idea este originalmente impresa por la naturaleza en la mente en su primer estado, solo porque se la observa primero y se la admite cuando una parte de nuestra mente empieza a ejercitarse?

Locke afirma estar de acuerdo con los que defienden los principios innatos en que la mente no hay ningún conocimiento de esos principios generales hasta que no se llega al ejercicio de la razón, pero niega que alcanzar el uso de la razón sea el momento preciso en que por primera vez se adviertes esos principios.

En un principio los sentidos dan entrada a las ideas partículas alojándolas en la memoria y dándoles nombres, creando conceptos. Más tarde se abstrae y se relaciona con sus nombre más generales para luego ejercer su facultad discursiva. Pero aunque la adquisición de las ideas generales, el empleo de palabras y el uso de la razón tengan un desarrollo simultaneo, Locke cree que esto no afirma en ningún punto que esas ideas puedan ser innatas.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (11 Kb) pdf (135 Kb) docx (12 Kb)
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com