¿Qué quiero ser cuando sea grande?

¿Qué quiero ser cuando sea grande?

Soy Laura Matilde Silva, tengo 23 años de edad y actualmente estudio en la universidad cooperativa de Colombia y curso II semestre en la carrera de psicología. Algunas de mis fortalezas como persona, son que soy muy dedicada en lo que hago (estudios, hogar, relaciones familiares y extra familiares, trabajos) jamás me rindo ante alguna situación, enfrento mis problemas con valor, soy segura de mi misma, y también soy algo perfeccionista. Además, por mencionar algunos de mis miedos o debilidades, sería el miedo al fracaso, que llegue el momento en el que yo diga que no he realizado nada de lo que me he propuesto, y otros de mis preocupaciones es que las cosas (tareas, trabajos, proyectos, metas, etc.) no salgan como las he planeado. Estos son los aspectos más significativos sin resaltar que no tengo aun claro que hacer con mi vida después de terminar mi carrera y todo eso se convierten en varios interrogantes que se postulan a ser mis mayores preocupaciones sobre saber lo incierto de sus respuestas, ¿Qué pasara apenas termine mis estudios?, ¿trabajare en aplicando mi profesión? ¿Me dedicare a mi hogar?, ¿seguiré estudiando?

La vida es una senda que se debe recorrer, pues el solo hecho de ser concebidos ya fue un paso firme y doloroso hacia adelante, es la largada de nuestra existencia y a medida que tomamos conciencia aprendemos más de todo aquello que nos rodea, para así ir forjando las bases y anclando las columnas que sostendrán los que seremos, a lo cual comúnmente lo llamamos aprendizaje por medio del experiencia. Pero, ¿para qué nos sometemos tan crucial proceso?, la respuesta para mí radica en otra crucial pregunta: ¿Qué quiero ser cuando sea grande?

De pequeña siempre se me hacia la misma pregunta ¿Laura que quieres ser cuando seas grande?, aún recuerdo las incontables profesiones que en mis deseos más infantiles me convertía o me proyectaba, me veía a mí misma como, una modelo, una reina de belleza, una policía, una abogada, tal vez una diseñadora, una patinadora artística, además una popular bailarina profesional, porque no una periodista, o algo más honorable una docente o una doctora. Y a medida que fui creciendo estas opciones se fueron reduciendo por cambio en mis gustos o porque  no eran del agrado de mis padres, pero reconozco que mucho de estos “SUEÑOS FRUSTRADOS” fueron por presión familiar, aunque ahora me doy cuenta y citando al señor Joel Barker: “El nivel de inteligencia y el contexto familiar no eran los indicadores claves del éxito de los buenos alumnos. Algunos  de los mejores estudiantes provenían de situaciones familiares y sociales difíciles y no habían obtenido buenos resultados en los tests de inteligencia. Algunos de los peores estudiantes habían obtenido excelentes resultados en esos tests y provenían de las mejores familias. Entonces, ¿Cuál era la diferencia clave? : VISIÓN. Lo que todos los buenos estudiantes tenían en común era una visión positiva y clara de su futuro.”. Por ende y gracias a este pensamiento he aclarado muchas dudas y configurado positivamente un horizonte que no deslumbraba, pues debo ser sincera en aclarar que siempre me escudaba tras mis fracasos en la sombra “controladora” de mis padres y noto que la única responsable de mis desaciertos o más bien mis “sueños inalcanzables” soy yo, por mi falta de VISION, y carencia de norte hacia mis sueños y la indecisión de labrar mi camino hacia ellos.

Como consecuencia, al terminar de ver el video y el ensayo del señor Baker, puedo decir que empiezo a tener claro cuáles serán mis sueños a corto, mediano y largo plazo, por ende y teniendo en cuenta dos de los cuatros ingredientes claves para alcanzar nuestros sueños u objetivos propuestos, de acuerdo al señor Joel, dos de estos ingredientes son “la visión de futuro debe ser positiva y alentadora. Una visión de futuro debe tener alcance, debe desafiar a todos y cada uno de nosotros a crecer y superarnos más allá de nosotros mismos” y “para que una visión de futuro sea exitosa debe ser amplia y detallada. Las generalidades no bastan”, así pues, puedo decir con mucha convicción y seguridad que ya sé que quiero ser cuando sea grande, cuando lo quiero, como lo quiero y bajo qué condiciones lo proyecto.

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