ACTIVIDAD INTEGRADORA - ACOSO ESCOLAR.

ROCÍO SÁNCHEZ ALMEYDA

SEGUNDO SEMESTRE, GRUPO “1”

ACTIVIDAD INTEGRADORA 4

Fernanda una niña de tan solo 15 años de edad, temía ir a la escuela todos los días, por el acoso escolar que le hacían sus compañeros de clase. Lo que no sabían de ella es que también tenía problemas en casa ya que sus padres estaban por divorciarse, ya no sabía que hacer, cada que iba a la escuela sus compañeras, le ponían apodos, le pegaban, la insultaban y más.

Ya cansada, Fernanda decidió hablar con sus papás del problema que tenía en la escuela, Salió lo más rápido posible, llegó a casa y de nuevo los encontró peleando, intento calmarlos y hablarles de su situación. Pero ellos no le hicieron caso, y siguieron en su discusión.

Cada día, cada hora que pasaba aumentaba su depresión, ya no sabía que hacer, en todos los lugares se sentía sola, su única mejor amiga empezó a insultarla desde hace semanas, ya no tenía a nadie ni amigas, ni padres, ni ella misma. Intentó pedir ayuda de mil veces pero se sentía sola, creía que nadie en el mundo la quería, todo lo que sentía lo escribía en su diario, cada lagrima que derramaba era por la noches para que sus padres no la escucharán, expresaban el dolor que sentían.

Hasta que un día se cansó de todo, decidió que ya no la molestarían más, así que sacó el coraje que llevaba por dentro, y fue a la escuela, pero sus esfuerzos fueron en vano, porque empezaron a tratarla peor de lo que hacían, incluso hasta le pegaron, los maestros en lugar de ayudarla, solo se reían de ella, mientras estaba tirada en el piso y sus compañeras le daban patadas.

Ahí fue cuando decidió que ya no más, que era hora de ponerle fin… a su vida. Así que planeó todo por la noche, al día siguente fue a la escuela, por última vez, soportó sin hablar todo lo que le hacían, y salió sin decir nada, fue tranquilamente hasta llegar a casa, estaba mas tranquila que nunca. Sus padres no estaban, su madre salía  a tomar el té con sus amigas, mientras su padre iba a trabajar, aun las cosas seguían muy mal entre ellos, ya estaban  a punto de firmar su divorcio.

Así que fue la cocina y tomó el cuchillo más afilado que encontró, y se dirigió al baño, ahí se encerró y empezó a cortarse el cuello, pero antes con la sangre que tenía escribió sobre el espejo “perdón papá y mamá, pero ya no puedo seguir más”. Después de eso, terminó totalmente con su vida.

Sus padres llegaron, minutos después y llamaron a Fernanda, al no escuchar su llamado, empezaron a buscarla por toda la casa, hasta que llegaron al baño, la puerta estaba cerrada, e intentaron abrirla, después de varios intentos la puerta se abrió y en sus ojos vieron lo que nunca imaginaron…

La pobre Fernanda estaba muerta, con una cortada en el cuello, su madre desconsolada, se desmayo al ver lo que había escrito en el espejo, su padre no sabía que hacer, así que llamó a la ambulancia con la esperanza que Fernanda viviera. Lo que no sabía era que la pequeña ya estaba muerta. Al llegar los paramédicos, les dijeron la terrible noticia, ya no había nada que hacer.

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